sábado, octubre 23, 2004

¿Qué es y como lo mato?


Revisionado el DVD de Van Helsing.

En términos generales, Van Helsing ha sido una película vapuleada por la crítica y por cierto sector de los aficionados que salían de las salas musitando "¡Mola!" al tiempo que en cuanto podían se ponían a destripar los defectos de la película. Algunos llegaron a decir que se sentían indignados al ir engañados al cine para ver un film así, del cual esperaban mucho más.

Vamos a ver, yo si voy al cine al ver una película en la que me arrejuntan a los Tres Monstruos Clásicos, no voy esperando una obra maestra ni por asomo. El único 'engaño' de la película es el de estar vendida como si fuese la primera que lo hace, y no lo es pues hay unos cuantos precedentes (y mal que nos pese Buenas Noches, Señor Monstruo es uno de ellos).

Otros tantos acusan a Van Helsing de pasarse por el forro dos de las bases de los personajes: el Drácula de Bram Stoker, y el Frankenstein, o el Moderno Prometeo de Mary W. Shelley. ¿Pero de verdad creían que Stephen Sommers iba a beber de esas fuentes primordiales para mostrarnos a un Van Helsing que nada tiene que ver con el vampirólogo y doctor universitario de la novela de Stoker? El Gabriel Van Helsing de Sommers solo coincide en una cosa: el apellido. Por lo demás, el personaje es en si mismo una vaga referencia al arcángel Gabriel, al Lobezno de la Marvel (héroe duro amnésico, y para colmo lo interpreta Jackman), a Batman y James Bond (ese uso masivo de gadgets y aparatitos variados) y para rematar a Vampire Hunter D (ese look, esa forma de vestir... canta un huevo).

Y en cuanto a Drácula y compañía, está claro que Sommers se ha empapado del cine de terror de la Universal... pero no de las películas de la década de los 30 y comienzos de los 40, filmes con sus más y sus menos pero con ciertos tintes poéticos, fatalísticos y moralistas, que fijaron la esencia de los monstruos, sino más bien a los rodados en los 40 y comienzos de las 50: las interminables secuelas que sometían a los personajes al desgaste y casi a la parodia, llegando al extremo de producirse crossovers entre ellos (especialmente memorable en toda su cutrería el Frankenstein meets the WolfMan, de Roy William Nelly) o el surgimientos de premisas tan delirantes pero extrañamente atractivas como I Was a Teenage Frankenstein o I Was a Teenage Werewolf. Fue una época en las que los monstruos se veían hundidos en la rancia (y encantadora) serie B de la época y en la que ya no eran tomados muy en serio hasta que llegaron los chicos de la Hammer, claro que eso es otra historia. Stephen Sommers bebe de esa época, y no solo por la ambientación de la película o su visión de los seres monstruosos pese a estar tamizados por las modernas tecnologías: incluso el guión, propio de un film de aventuras, surge de esas fuentes. Y es que es imposible, y lo digo en serio, que haya TANTOS gambazos en un guión de un film de alto presupuesto que cuenta con tantos medios y con un buen número de revisiones (claro que a veces en ciertos casos las revisiones son las que provocan los gambazos, solo hay que ver Alien 3). Son tan cantosos que tras unos cuantos visionados uno llega a darse cuenta de que buena parte de ellos están ahí a propósito (como los diálogos tontos en interpretaciones ridículas en Arac Attack, otra película a reinvindicar), y es que estoy seguro de que Sommers tiene que saber que entre dos lunas llenas hay más tiempo que dos días, o que doce campanadas no duran casi diez minutos... Al margen se quedan detalles curiosos como el de las novias de Drácula saliendo a plena luz del día: puede partirse perfectamente de la premisa de que los vampiros pueden salir de día siempre que el sol no les alcance de forma directa o quizás también puedan salir pero con sus habilidades reducidas (idea que era expuesta en el Drácula, de Bram Stoker dirigido por Coppola)

Resumiendo, Van Helsing es una película que no engaña a nadie, que no debería indignar a nadie. No se define a si misma como una obra maestra, ni como una joya, ni siquiera se define a si misma como una buena película si comprobamos sus precedentes y su capacidad de absorber los tópicos como una esponja. Se define porque ofrece entretenimiento y lo da. Y a mi me basta con eso.

7 comentarios:

  1. Anónimo10:02 p. m.

    Lo de los vampiros saliendo a la luz del día con las facultades mermadas (como más destacado, no podía cambiar de forma) ya salían en el libro de Drácula.

    Urui

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  2. Si, ya me lo indicó Usagi via MSN.

    Se impone una relectura urgente de la novela, porque se me pasó ese detalle.

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  3. Anónimo12:46 a. m.

    Pues a mi me ha recordado más a Indiana Jones, el sombrero, su humor, la barba de 3 días, esa mano para tratar a las mujeres (chupasangres o de las raras), su respeto a la autoridad, ...

    Logan-X

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  4. Sus más y sus menos las películas de monstruos de la Universal? Caballero, la saga clásica de monstruos de la Universal (Drácula, Frankenstein, La Novia de Frankenstein, El Hombre Lobo, La Momia, El Hombre Invisible, El Fantasma de la Ópera y La Criatura del Lago Negro-La Mujer y el Monstruo) son POMs de principio a fin.
    Y no le admito discursiones al respecto.

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  5. Las Obras Maestras también tienen sus más y sus menos, no hay nada perfecto.

    Al menos admite que a veces se notaba un huevo que las manos peludas de Lon Chaney Jr. eran guantes.

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  6. Arac Attack es un película digna y coherente desde su punto de vista de serie B, sin pretensiones de ningún tipo.

    La del Sommers, aparte de ser una memez ofensiva, reniega de la serie B que siempre amparó a ese personaje y, para más pretensiones, pretende ser el film definitivo sobre Van Helsing. Y de lo que en realidad se trata es de bazofia millonaria para contentar al público más palomitero. Parece que no sepan que a ese público también se le puede conquistar con títulos más trabajados y serios. Como muestra, la espléndida Spiderman 2. Van Helsing no es cine ni es nada. Van Helsing es una ofensa. Ni siquiera el denostado cine basura es tan patético como el título éste.

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  7. La película no es una maravilla, pero jamás diría que es una ofensa (una ofensa, para mi, lo sería Drácula 2001, a esa si que nunca la he podido agarrar por ningún lado).

    Sin embargo respeto tu postura pese a parecerme erronea (si todos pensasemos igual el mundo sería un muermo). Lo que me gustaría saber en que momento Sommers intentó vender a su Van Helsing como el definitivo si en realidad nada más ver la película deja bien claro que no tiene nada que ver con la figura original del personaje de Stoker. Y pretensiones... a mi no me ha parecido que la película tenga muchas más pretensiones que el entretenimiento. Si alguien se las busca es perder el tiempo.

    Y tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras, que más Van Helsings después de este habrá. Solo hay que esperar a la próxima adaptación de Drácula que alguien se anime a hacer (¿no planeaba una Vicente Aranda?)

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