sábado, abril 30, 2005

Poder Supremo


Ayer me hice con Supreme Power (o Poder Supremo, si no son ustedes de los que gustan de la lengua de la pérfida Albión), una de las últimas obras magnas de J.M. Straczynski (¿lo he escrito bien? ¿lo he escrito bien?), autor que en los últimos años se ha ganado todo un nombre en el mundo del cómic tras haber pasado por el mundo de la TV. Para los que no lo sepan, JMS (y de ahora en adelante así será llamado en este post, que escribir el apellido se las trae) ha escrito guiones televisivos y novelas durante años, pero fue el gran éxito de su creación Babylon 5 (cojonuda serie televisiva de la que me hubiera gustado ver más de lo que he podido) lo que le hizo conocido. Y después de eso y para probar a ver que pasaba, JMS se metió en el mundo del cómic... y volvió a dar el pelotazo. Primero con su serie, aún inacabada, Rising Stars, en la que explora uno de los temas que más le interesan: el impacto de seres superpoderosos en una sociedad como la nuestra. Rising Stars es un ejercicio de narración y guión de gran calidad que por desgracia se ha visto empañado por un apartado gráfico (cosas de ser editado por Top Cow) que no está a la altura de la historia que se nos cuenta. Posteriormente vendrán obras como Midnight Nation y la novela gráfica Delicate Creatures, a lo que seguiría el inicio de su etapa en una de las colecciones y pilares básicos de Marvel: Amazing Spider-Man, donde JMS aporta un frescor al trepamuros que no tenía en mucho tiempo, le revisiona su origen aportando nuevos elementos y enriqueciéndolo, y consigue que por primera vez en años la Tía May resulte un personaje interesante... eso no se ve todos los días.

Y ahora llega por fin a nuestros lares una de sus últimas creaciones, Supreme Power, la serie con la que el autor ha relanzado al grupo Escuadrón Supremo en compañía del dibujante Gary Frank (con el que ya trabajó en Midnight Nation). El Escuadrón son un grupo de superhéroes habitantes de una Tierra paralela del Universo Marvel y que vienen a ser las versiones marvelianas de los miembros de la JLA de DC. Personajes arquetípicos creados en su momento simple y llanamente para hacer la gracia y enfrentarlos a Los Vengadores en lo que durante años fueron lo más parecido a un posible cruce Vengadores/JLA hasta que en 1985 gozaron de una maxiserie de 12 números escrita por Mark Gruenwald en la que los miembros de ese grupo se convertían en los amos y señores de su mundo intentando construir una utopía para que luego les saliera el tiro por la culata en lo que es una de las mejores obras de ese guionista (y de la que no estaría mal una reedición en tomo, señores de Panini... ¿hay alguien por ahí?)

Fue ese grupo, el Escuadron Supremo, el que JMS eligió para su nuevo proyecto en Marvel. Supreme Power supone un relanzamiento para esos personajes, una suerte de versión Ultimate (algo de lo que tiene muchos aspectos narrativos a la hora de tratar los personajes) del Escuadrón (o de la misma JLA, ya puestos), con la que JMS retoma su idea del mundo ordinario que se ve marcado por la aparición de seres asombrosos. El máximo exponente de esto es Hyperion, llegado de otro mundo siendo un bebé y recogido por un matrimonio... hasta ahí como Superman, cierto, pero el cambio viene cuando el niño es reclamado por el gobierno de los USA y criado en un entorno controlado, una visión realmente siniestra del American Way of Life, mostrando como el joven Mark ‘Hyperion’ Milton es convertido en un ‘auténtico americano’, en un ser superpoderoso controlado por el sistema. A lo largo de estos seis primeros números presentados por Panini asistimos a la evolución de Hyperion como un ser solitario al que cada vez obsesiona más y más ‘ser el único’, algo que se atenúa con la aparición de más seres especiales en lo que es lo habitual con los supertipos: en cuanto aparece uno los demás comienzan a salir como setas.

JMS se recrea en la presentación de los personajes (pues en todos estos 6 números apenas nos han sido presentados cuatro de los miembros del futuro Escuadrón) y en mostrarnos como son, su forma de ver el mundo, principalmente en el caso de Hyperion, al tiempo que nos da unas pocas pinceladas del pasado de este personaje que nos hace preguntarnos si en verdad su llegada a la Tierra fue algo tan casual como parecía. De esta forma la narración es lenta y pausada, tomándose su tiempo, algo más que habitual en los cómics en las últimas fechas pero que a diferencia de otros en este caso se traduce en una cantidad considerable de información sobre los protagonistas, en una narración sobresaliente, cargada con unas dosis de crítica considerables en una historia de lo más oscura y madura, algo a lo que ayuda el que esté enmarcado dentro del sello MAX (cómics para adultos) de Marvel, aunque a diferencia de otras series de ese sello nos encontramos en Supreme Power con algo más que tacos, violencia y sexo. En Supreme Power nos encontramos, ante todo, con una historia y con los personajes que la viven y la sienten...

Quizá no sea el nuevo Watchmen como habían dicho algunos, pero la verdad, ni falta que le hace.

miércoles, abril 27, 2005

De cazadores y presas


Venga, hoy vamos a hablar de cine, a ver si retomo el ritmo del blog, que lo tengo en barbecho desde hace ya un tiempo. Y hoy, en nuestra sesión de tarde toca... Depredador. Película en parte deudora del Aliens de Cameron en eso de mezclar fauna soldadesca con fauna alienígena, dirigida por un McTiernan en estado de gracia y en su época dorada y protagonizada por Arnold Schwarzenegger en el que es uno de sus trabajos más convincentes (junto con el de Conan el Bárbaro, Terminator y Mentiras Arriesgadas).

La película es de esas que va al grano. Y es que en ningún momento nos veremos sorprendidos por la naturaleza del ente que acosa al equipo de soldados de rescate de Dutch Schaefer ya que en los créditos iniciales se nos muestra la nave de la criatura descendiendo a nuestro mundo. De esta forma, la película no busca sorprender al espectador pero si mantenerle tenso, y es que poco o nada sabemos de la naturaleza del engendro al que van a enfrentarse ni cuales son sus motivos. En ese primer tercio de metraje se van asentando las piezas en lo que a ratos parece una película de acción convencional, con Dutch y sus compañeros como equipo de rescate enfrentándose a un nido de guerrilleros en una secuencia plagada de explosiones y disparos en cantidad ingente. Pero ya antes de esa explosión de acción nuestros protagonistas efectuaban dos sorprendentes hallazgos, uno de los cuales muestra que su misión no es del todo clara, y el otro aún más perturbador, en la forma de unos soldados despellejados y mutilados a los que encuentran colgados de un árbol y que parecieron ser presas de un pánico inexplicable antes de morir. Lo anormal hace acto de presencia en la película ya en ese momento y alcanza su culminación inicial con los primeros planos de la visión infrarroja de la criatura y de su mano agarrando un escorpión muerto. Sabemos pues que es un ser humanoide, pero seguimos desconociendo sus motivos, lo que le impulsa a matar.

Cuando el alienígena comienza a dar cuenta de los componentes del grupo de rescate, cunde el miedo y el desconcierto en unos hombres que de repente se encuentran enfrentados a algo que les supera. Mencionar aquí el dialogo de los personajes de Poncho y Billy (“"Eso es mentira, tu no tienes miedo a ningún hombre”" "“Ahí fuera hay algo que nos está esperando, y no es un hombre"”) o el relato de Ana, la protagonista femenina, sobre el “Diablo Cazador de Hombres” del cual hablaban las ancianas de su pueblo, un relato que indica al espectador que esa criatura u otras como él llevan mucho tiempo (¿décadas? ¿siglos?) viniendo ‘'de visita' ’y que eleva al cazador alienígena a la categoría de terror atávico, pues ya se ha ganado a pulso un hueco en el corpus de supersticiones y mitos de al menos una parte del mundo.



Finalmente todo acaba como ha de acabar, con el héroe cara a cara con el monstruo en un auténtico duelo en el que un primer momento el cazador se convierte en cazado gracias al uso de un montón de "“trucos de boy-scout"” que pillan por sorpresa a un ser que no tenía problema alguno en evitar la tecnología de minas y bengalas de aviso de la que habían hecho gala previamente Dutch y sus hombres pero que se ve sorprendido por una serie de trampas rudimentarias e improvisadas. Alguna que otra persona ha querido ver en esto una expresión de la idea de que el hombre en comunión con la naturaleza es superior al hombre en comunión con la tecnología. Por lo que a mi respecta, solo es una muestra de que para sobrevivir e improvisar lo que sea con los elementos del entorno que nos rodea no nos gana nadie como especie.

En resumen, una conseguida película de acción y suspense que desde luego se tiene ganado un puesto en el recuerdo de un buen número de aficionados y que nos regaló a una de las razas alienígenas más interesantes y curiosas del celuloide, o en palabras de Dutch... “"toda una belleza"” (claro que lo de “"hijo de Satanás”" también sería válido)

viernes, abril 22, 2005

Dando vueltas a la cabeza

Bueno, llevo unos días (vaaale, una semana y media) sin soltar nada por aquí, aunque tampoco es la primera vez. Me gustaría poder dedicarle más tiempo al blog y como otras personas actualizar día si y día también, pero me resulta poco menos que imposible. En otro orden de cosas por fin me he hecho con el tomito de Obras Maestras Marvel de La Guerra Kree/Skrull de Los Vengadores -que ya llevaba un tiempo tras él-, el nuevo tomo de Usagi Yojimbo y la Trilogía del Éxodo de los Gnomos de Terry Pratchett en la biblioteca. Si me veo con tiempo lo mismo dejo por aquí alguna que otra reseña.

Por cierto, esta mañana me pasé por el campus a mirar unos horarios y me crucé con cierta persona, en concreto con la pija a la que aterroricé con mi verborrea tiempo ha... no le dije nada pero juraría que dio un respingo al cruzarnos.

Será cierto lo que dicen que a veces doy miedo... en fin.

martes, abril 12, 2005

La Moto del Fantasma


Anda circulando estos últimos días por ahí esta foto que se supone es la primera imagen de la moto de la que se servirá el Motorista Fantasma en su película (que si no me equivoco dirige Mark Steven Johnson, el mismo de Daredevil... uy, uy, uy)

sábado, abril 09, 2005

Monster Mash Rampage


Bien, como ya dije este fin de semana tocaba maratón cinematográfico en compañía de los amigos, en este caso dedicado a monstruitos gigantes variados, lo que derivó a lo largo del día de hoy en una selección de cinco películas en las que primaron los kaiju eiga, todo hay que decirlo. Las elegidas fueron:

Japón bajo el terror del monstruo: Bien, por enésima vez me encuentro en la disyuntiva de decir algo respecto a una película de la que ya se ha dicho mucho. Clásica, sobria, oscura, crítica, poética, apocalíptica... todos esos adjetivos son aplicables a esta primera entrega de la saga del monstruo japonés por excelencia, Godzilla (o Gojira, si sois puristas), en una película que siempre sorprende se vea las veces que se vea y que la verdad le da mil vueltas en todos los aspectos (FX incluidos) a muchas de las que le siguieron después en la saga del Gran G.

Gamera III: La Venganza de Iris:
Seguimos con kaiju eiga. De esta película ya solté el rollo en el segundo post dedicado a Gamera así que poco más puedo decir que no haya dicho ya. Simplemente, el mejor kaiju eiga de la historia, o al menos el mejor que he visto hasta la fecha, pendiente de ser superado.

Godzilla versus Destroyer: Destroyer, o Destoroyah, llamadlo como mejor os parezca, fue el engendro creado por la Toho para dar muerte al Rey de los Monstruos y poner punto y final a la serie heisei de Godzilla iniciada en 1985 con el relanzamiento del monstruo, y de paso cerrando el circulo abierto en el film original de 1954, con el cual esta película esta ligada de forma directísima. Desde el comienzo se respira cierto aire de fatalismo, de que las cosas no acabarán bien para Godzilla, hasta llevarnos a ese final en el que consiguen que nos emocionemos y entristezcamos con la muerte de la bestia, que recibe un trato de respeto, casi de héroe caído, por parte de sus ‘rivales’ humanos. Una muestra curiosa de lo distintas que son estas películas niponas de las monster movies yankis, donde la muerte del monstruo hubiera sido motivo de alegría y jolgorio.

King Kong: La de 1933, la original. Solo tres palabras: Jodida Obra Maestra. Que difícil lo tienes para acercarte siquiera a esto Peter Jackson.

Arac Attack:
Y ahora vamos y damos un giro de 180º. Producción más modesta de lo que podría parecer, estimable homenaje a las monster movies clásicas, a la serie B de los 50, a las películas de autocine, todo ello en clave de comedia y sano humor, con personajes que van de lo normal-mediocre (el ‘heroe’ ) a lo estrafalario-ridículo (el de la emisora de radio), pero siempre teniendo en cuenta quienes son las auténticas protagonistas de la función: unas arañas agigantadas y mutadas por residuos tóxicos, en la tradición más clásica del género, que no solo colaboran en grupo pese a la diferencia de especies sino que están dotadas de un carisma brutal, sobre todo debido a esos ‘ruiditos’ de teleñeco/gremlin que emiten y que resultan de lo más simpático. Ideal como entretenimiento ligero.

Esa fue la función que me ha consumido el día... Se quedan fuera unas buenas cuantas película, y no solo más entregas de Godzilla, no, que de esas teníamos unas cuantas para elegir, sino films con los que por desgracia no hemos podido contar. Nos hubiera gustado especialmente visionar El Monstruo de Tiempos Remotos (precedente del Gran G) o La Humanidad en Peligro (¡hormigas gigantes radioactivas! ¡ñam!), pero mucho me temo que tendrá que ser en otra ocasión.

sábado, abril 02, 2005

Look to the Sky

Anda circulando por ahí esta imagen que parece ser el primer teaser poster oficial de Superman Returns ¿Volveremos a creer que un hombre puede volar?


Por cierto, ¿a que parece dibujada por Alex Ross?