Bien, como ya dije este fin de semana tocaba maratón cinematográfico en compañía de los amigos, en este caso dedicado a monstruitos gigantes variados, lo que derivó a lo largo del día de hoy en una selección de cinco películas en las que primaron los kaiju eiga, todo hay que decirlo. Las elegidas fueron:
Japón bajo el terror del monstruo: Bien, por enésima vez me encuentro en la disyuntiva de decir algo respecto a una película de la que ya se ha dicho mucho. Clásica, sobria, oscura, crítica, poética, apocalíptica... todos esos adjetivos son aplicables a esta primera entrega de la saga del monstruo japonés por excelencia, Godzilla (o Gojira, si sois puristas), en una película que siempre sorprende se vea las veces que se vea y que la verdad le da mil vueltas en todos los aspectos (FX incluidos) a muchas de las que le siguieron después en la saga del Gran G.
Gamera III: La Venganza de Iris: Seguimos con kaiju eiga. De esta película ya solté el rollo en el segundo post dedicado a Gamera así que poco más puedo decir que no haya dicho ya. Simplemente, el mejor kaiju eiga de la historia, o al menos el mejor que he visto hasta la fecha, pendiente de ser superado.
Godzilla versus Destroyer: Destroyer, o Destoroyah, llamadlo como mejor os parezca, fue el engendro creado por la Toho para dar muerte al Rey de los Monstruos y poner punto y final a la serie heisei de Godzilla iniciada en 1985 con el relanzamiento del monstruo, y de paso cerrando el circulo abierto en el film original de 1954, con el cual esta película esta ligada de forma directísima. Desde el comienzo se respira cierto aire de fatalismo, de que las cosas no acabarán bien para Godzilla, hasta llevarnos a ese final en el que consiguen que nos emocionemos y entristezcamos con la muerte de la bestia, que recibe un trato de respeto, casi de héroe caído, por parte de sus ‘rivales’ humanos. Una muestra curiosa de lo distintas que son estas películas niponas de las monster movies yankis, donde la muerte del monstruo hubiera sido motivo de alegría y jolgorio.
King Kong: La de 1933, la original. Solo tres palabras: Jodida Obra Maestra. Que difícil lo tienes para acercarte siquiera a esto Peter Jackson.
Arac Attack: Y ahora vamos y damos un giro de 180º. Producción más modesta de lo que podría parecer, estimable homenaje a las monster movies clásicas, a la serie B de los 50, a las películas de autocine, todo ello en clave de comedia y sano humor, con personajes que van de lo normal-mediocre (el ‘heroe’ ) a lo estrafalario-ridículo (el de la emisora de radio), pero siempre teniendo en cuenta quienes son las auténticas protagonistas de la función: unas arañas agigantadas y mutadas por residuos tóxicos, en la tradición más clásica del género, que no solo colaboran en grupo pese a la diferencia de especies sino que están dotadas de un carisma brutal, sobre todo debido a esos ‘ruiditos’ de teleñeco/gremlin que emiten y que resultan de lo más simpático. Ideal como entretenimiento ligero.
Esa fue la función que me ha consumido el día... Se quedan fuera unas buenas cuantas película, y no solo más entregas de Godzilla, no, que de esas teníamos unas cuantas para elegir, sino films con los que por desgracia no hemos podido contar. Nos hubiera gustado especialmente visionar El Monstruo de Tiempos Remotos (precedente del Gran G) o La Humanidad en Peligro (¡hormigas gigantes radioactivas! ¡ñam!), pero mucho me temo que tendrá que ser en otra ocasión.
Bonita sesión. Yo ayer me tragué Invasión Extraterrestre.
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