jueves, noviembre 30, 2006

Bond Begins

El pasado viernes (coñe, ya va casi una semana) fuimos a ver Bond Begins... estooo... Bond: Año Uno... er... Casino Royale, coñe ya. Claro que si uno se pone a pensarlo no van desencaminados esos dos títulos para hacer referencia a esta película, número 21 de la saga ‘canónica’ del Bond cinematográfico. En otros filmes anteriores (concretamente en Al Servicio Secreto de su Majestad y Muere Otro Día) se insinuaba que el nombre ‘James Bond’ podría ser un código tanto como el número 007, explicando así las distintas caras del personaje a lo largo del tiempo y películas (que eso no explicase las distintas caras de M, Monneypenny y Felix Leiter no parece venir a cuento a los partidarios de esa teoría). Casino Royale parte de la premisa de que Bond es Bond y solo hay uno, y que en su momento fue un novato como cualquier otro, con su licencia de agente 00 recién conseguida. Claro que el tono general de la película, la muestra de ese Bond más cercano que nunca al de los escritos de Ian Fleming y el aumento de un tono realista dejando de lado las ‘excentrecidades’ más categóricas de la saga insinúan también que este bien podría ser el inicio de una nueva continuidad (si podemos usar ese termino en las películas de Bond), lo cual se ve reforzado cuando uno lee por ahí que el próximo Bond 22 será una continuación directa de este Casino Royale.

En pocas palabras, nos encontramos ante una película bastante redonda, fresca, divertida, con momentos de acción de un nivel altísimo (esa persecución inicial, ese aeropuerto de Miami...), suspense del bueno (acojona esa partida de poker), un Bond más matón y asesino frío que nunca (como en las novelas, y no el chulopiscinas de muchas de las películas... un aplauso a Daniel Craig, que convence como pocos), una chica que no es un florero (una genial Vesper Lynd interpretada por Eva Green, cuyos diálogos con Bond son de lo mejor del film), un malo carismático y siniestro que no es el enésimo megalomaniaco que uno acostumbra a ver en estos films, etc... todo aderezado con una BSO de David Arnold en la que, curiosamente, el tema musical de Bond de toda la vida queda reservado para ese momento final del film en el que ‘James se convierte en Bond’. Mira tu por donde, por una vez la frase de la promoción televisiva, no anda desencaminada.

En pocas palabras: Todos a ver Casino Royale. Ya.

martes, noviembre 28, 2006

Chove, carallo, chove...

Escaneado de la edición de hoy de El Progreso... la verdad es que van unos días de temporal que pa que...

PD: Y para mañana, comentario de Bond Begins... estooo... Casino Royale.