jueves, diciembre 30, 2004

Secret Wars



¿Por donde empezar a hablar de una de las series de cómics más mascadas que uno puede encontrar? Recientemente he adquirido la edición en tomo que Planeta publicó no hace mucho de uno de esos cómics que por muy diversos motivos permanece en el recuerdo de un buen número de lectores y del que aún se sigue hablando. Su relectura tras años bajo la influencia de la nostalgia ha llevado a muchos a renegar de él al encontrarse ante un producto que a su juicio ha envejecido terriblemente mal. Para otros en cambio, con sus defectos y virtudes, sigue siendo un hito dentro del Universo Marvel.

Yo, como lector que acaba de leer las Secret Wars por primera vez, tengo mi propia idea del asunto. No hablaré ahora del origen de todo el embrollo y de la génesis de la maxiserie ya que tendría que remontarme a la línea de muñecos de Mattel y a las ansias de Marvel en general -y Jim Shooter en particular- de hacer la competencia directa a las Crisis en las Tierras Infinitas de la Distinguida Competencia. Así que si me lo permiten, pasaré a hablar de la obra (y aviso de que puede haber SPOILERS)

La impresión general tras la lectura es la de haberse encontrado con un cómic entretenido de correcta factura que no deja de recordar a esas grandes superproducciones cinematográficas cargadas de espectáculo. Y es que las Secret Wars es ante todo espectáculo y entretenimiento (amén de un ejercicio de merchandising) derivado de una sencillísima y simple historia que nos presenta a un puñado de héroes por un lado y a villanos por el otro enfrentados en un combate sin cuartel en un mundo alienígena por obra y gracia de un ser que se autodenomina como El Todopoderoso. La excusa perfecta para ver juntos a algunos de los personajes de más éxito (Spider-Man, Hulk, Vengadores, X-Men) repartiendo estopa, colaborando o enfrentándose entre ellos (algo casi obligatorio en estos crossovers).



Pero a lo largo de la lectura surgen de forma ocasional esas situaciones y hechos que deslucen el resultado final. Por una parte, la historia esta excesivamente alargada, se estira como un chicle, por no mencionar el hecho de que Shooter en el guión hace actuar a muchos personajes de formas considerablemente contradictorias. Un ejemplo claro es el de Lobezno, al que Shooter reduce a ser un buscabroncas camorrista psicótico. Vale que Logan no es un santo precisamente, pero por aquel entonces, en 1984, el personaje ya había madurado lo suficiente gracias a Claremont y Byrne para ser mucho más profundo y versátil de lo que Shooter muestra. Casos similares se producen con otros personajes (Reed Richards, Capitán América, etc...), aunque ya no de forma tan acusada. Otro hecho ciertamente desconcertante es que en buena parte de la trama los miembros de los X-Men presentes en la misma son poco más que unos cero a la izquierda, fomentando la desconfianza de los otros héroes. Respecto a los villanos, nos encontramos con un reparto algo más desigual, con villanos conocidos como Octopus o El Lagarto que están muy fuera de lugar entre tanto berenjenal cósmico y otros de indudable poder pero que no son los primeros en las listas de los más populares, por no mencionar que otros de gran calibre son poco más que humillados, como Ultrón (reducido a simple guardaespaldas del Dr. Muerte) o Kang (al que se borra de un plumazo). Esto nos lleva a hablar del personaje al que Shooter realmente mima en la obra y que se erige como gran némesis: Victor Von Muerte. Un Dr. Muerte asombrado ante el espectáculo cósmico de poder que le rodea, lo cual le inspira humildad pero al mismo tiempo la irrefrenable codicia que le llevará a intentar hacerse primero con el poder de Galactus (el Devorador de Mundos, introducido como villano, algo discutible) y posteriormente con el del Todopoderoso.

A lo largo de la historia nos encontramos con sorpresas (Magneto es situado por El Todopoderoso en el bando de los héroes), sucesos épicos y grandes combates en los que cada héroe tiene su momento de gloria y alguna que otra fumada mental del guionista (la muerte-que-no-es-muerte de La Avispa, el tirarle una montaña encima a los protagonistas...). La historia finalmente no goza de la gran trascendencia para el Universo Marvel que debería haber tenido, en parte porque el dibujo de Mike Zeck, si bien es correcto, se queda corto a la hora de transmitir la grandiosidad y el sentido de maravilla que ciertos momentos hubieran requerido. La misma historia dibujada por el Byrne de la época (por mencionar a alguien) hubiera resultado sin duda mucho más redonda gráficamente hablando. A su vez, muchos de los sucesos que tendrían repercusión en las series regulares de los personajes tampoco serían especialmente drásticos. Únicamente el asunto del traje alienígena de Spider-Man acabaría trayendo auténtica cola varios años después. Otros hechos remarcables son la aparición de una nueva Spider-Woman, el inicio de la perdida de racionalidad de un Hulk controlado por Banner, la recuperación de su forma humana por parte de La Cosa, la unión de Hulka a Los 4 Fantásticos, el poder ver el rostro del Dr. Muerte curado y sin marcas... momentos de mayor o menos importancia pero no de gran repercusión.



Un quiero y no puedo, una disfrutable obra de entretenimiento y espectáculo, plagada de aciertos pero también de errores que pese a su enorme éxito y a ser considerablemente recordada con cariño por un buen número de lectores ha acusado el peso de los años y sin duda lo seguirá acusando. En ese sentido su competidora de DC, las Crisis, ha salido triunfadora sobre estas Guerras Secretas.

miércoles, diciembre 29, 2004

Castigando



Día de revisionados en dvd, por lo que hoy toca hablar de una película de esas que son simple y llanamente malas. Apaleada en general por la crítica, respuesta tibia del público, etc... Mala.

Estoy hablando de El Castigador.

Y bueno, yo soy el primero en decirlo, la película es mala. El guión tiene sus buenos agujeros (de esos por los que puede caber un helitransporte o una mini-Estrella de la Muerte), los actores en su mayoría no es que se luzcan precisamente (sobre todo la pareja villanesca, bastante sobreactuados, sobre todo Travolta) y otros se limitan a cumplir. El único que a mi parecer lo borda es el protagonista, Tom Jane, que no es que interprete a Frank Castle: ES Frank Castle.

Pero como me suele pasar a mi (y me pasa muy a menudo), es una película mala que me encanta ver... y no necesariamente para reírme de ella, requisito indispensable con más de un subproducto que circula por ahí (esos filmes de videoclub... algún día les hablaré de Boa vs. Pyton o de Proyecto Viper), sino para disfrutar de aquellos puntos salvables de la misma que simple y llanamente, me encantan.



¿Puntos salvables? Si, esta peli tiene puntos salvables, bastantes. A decir verdad toda película los tiene, incluso Batman y Robin, por grotesco que parezca. Lo primero que salvo de la quema son los créditos iniciales, se me antojan simplemente perfectos. El logo de Marvel acribillado a balazos, toda una declaración de intenciones, seguido de los casquillos descendiendo dejando tras de si una estela de humo al tiempo que comienza a sonar ese main theme que bebe del spaghetti western... es un momento que roza lo poético.

Y en general me gusta el modo en que está rodado el film: claro, pausado, muy clásico. En ningún momento, en ninguna escena de acción nos vemos apabullados por esas secuencias que exceden el dinamismo a la hora de mover la cámara y que pueden llevar al mareo y confusión y que son tan típicas en el cine de hoy. Irónicamente lo que debería ser una virtud se puso en contra de la película cuando muchos criticaron ‘su falta de movimiento y ritmo en la acción’. Por otro lado, otro aspecto de la película que me satisface considerablemente es su incorrección a la hora de mostrar la violencia. A decir verdad, El Castigador me parece más violenta que Kill Bill, por poner un ejemplo, ya que pese a mostrar mucha menos hemoglobina consigue ser más cruda: piercings arrancados de forma sádica, cuchillos atravesando gargantas y asomando por la boca, una madre y su hijo atropellados, una cabeza partida por la hoja de una guillotina para folios (o eso parecía, mi primo dice que es un cuchillo jamonero hipertrofiado), etc...



Todo esto acabó jugando en contra de una película que en cierto modo parece más propia de los 80 que de los 90, y es que la sombra de Charles Bronson y su Yo Soy la Justicia es alargada y no deja de planear sobre esta película (de la misma forma que ya planeaba sobre los cómics del personaje)

Y hablando en plata... la pelea con El Ruso es cojonuda.

lunes, diciembre 27, 2004

Sabe, oh príncipe...



¡Crom!

¡Mi regalo/capricho de estas navidades!

(O como el responsable de este blog se sirve del mismo para airear sus nuevas adquisiciones)

jueves, diciembre 23, 2004

¡Vivan los pastiches referenciales!



Sky Captain y El Mundo del Mañana me ha resultado toda una sorpresa. No creo que ahora mismo pueda escribir un comentario extenso sobre la película (se impone un segundo visionado) pero si puedo decir que lo simple de su guión (bastante) se suple de sobra con un trabajado aspecto visual, una excelente fotografía, una banda sonora más que correcta y un buen número de homenajes/referencia a la ciencia-ficción clásica y los cómics de los años 50.

Manteniendo esa imaginería visual y mejorando algo los guiones, es más que posible que su director, guionista y último responsable Kerry Conran tenga aún mucho que decirnos y mostrarnos.

Esperemos que así sea.

miércoles, diciembre 22, 2004

Recetas

Bien, ya que gran parte de esas 1000 visitas del blog que se celebraron en su momento se debieron a una gran cantidad de incautos buscando recetas de calamares creo que es acertado seguir algunas sugerencias de terceras personas y dejar aquí una recetilla para resarcirlos.

Ñam!

Receta de Calamares Fritos

    Ingredientes:

  • 700 gramos de calamares.
  • Jugo de limón.
  • Aceite vegetal para freír.
  • Un poco de orégano.
  • 60 gramos de harina.

Limpiar y cortar los calamares, lavarlos y escurrir en una coladera durante 1 hora. Sofreírlos en aceite a temperatura muy moderada (unos 350ºF u 80ºC sería la correcta). Mezclar bien la harina con la sal y enharinar las piezas de calamar sofritas, dejando los tentáculos para el final.

Sacudir el exceso de harina de las piezas y freír en aceite caliente, las que permite el tamaño de su sartén a la vez. Se retiran de la sartén con una espumadera cuando tengan un color dorado. Rociar encima el jugo de limón, un poquito de orégano, y servir inmediatamente.

Hala, ahí queda eso.

PD: Si alguien se pregunta que hago yo a estas horas soltando recetas mucho me temo que se quedará sin respuesta, dejando que su mente sea carcomida por el enigma.

lunes, diciembre 20, 2004

Muerte por taza de té



Para los que se acuerden de este post (o engendro visual, como prefieran).


Carcelero: ¿Tiene nombre tu pequeño mundo particular, eh? ¿Qué ocurre en él cuando nosotros no queremos huir? ¿Nos matas... con una taza de sopa? Je je je je...

Riddick: Es té, en realidad.

Carcelero: ¿Qué dices?

Riddick: Que te mato con mi taza de té.

El diálogo que abre la escena más fantasma y freak (a mi parecer) de ese enésimo ejemplo de “'Serie-B-con-presupuesto-de-Serie-A'” que es Las Crónicas de Riddick.

Se opine lo que se opine de la película es imposible quedarse indiferente ante tal secuencia (para muchos una impresionante chorrada, pero ya quisieran otras chorradas ser tan... tan... tan algo). Y es que como dice Kyra: Muerte por taza de té... caray ¿por qué no se me ocurrió a mi?

:P

miércoles, diciembre 15, 2004

Quotidionia Delirante VI

Este calamarcito se dirigía ayer confiado e inocente a su librería especializada habitual como tantos otros días esperando poder saciar sus ansias de lectura comiquera mensual a la par que enriquecía a los sufridos comerciantes que la regentaban.

Y he aquí que este calamarcito se encuentra ¡la librería cerrada! ¡calamidad de calamidades! ¿Pero como puede ser, que aciago suceso se ha abatido sobre este minúsculo lugar?

La respuesta, tontamente, a su espalda, donde en las mismas galerías una antigua y cerrada tienda de discos está siendo reconvertida en la nueva y más grande librería. He ahí la respuesta al enigma: un traslado, en el cual el antiguo local queda relegado a almacén de material antiguo (y también algo de basura invendible que tarde o temprano será relegada a los mercadillos, soporte de estanterías o reciclaje).

Soségase el calamarcito ante tal hecho y efectúa su compra, tranquilo y confiado, cruzando unas pocas palabras con los sufridos comerciantes, para salir como si nada pues en el fondo todo seguía igual.

PD: Todo este rollo solo para contaros que ya tengo el FH: Final Conflict, si es que a alguien le importa.

martes, diciembre 14, 2004

TAD WILLIAMS (IV): Otherland

Otherland

Permitidme que ‘plagie’ la frase promocional de Matrix para referirme a la obra que vamos a tratar: No se puede explicar que es Otherland, tienes que leerlo.

Claro que yo intentaré, en mi vana presunción, al menos dejar claro de que va la idea. Otherland es, hasta la fecha, el último gran trabajo de Williams. Tras Añoranzas y Pesares se repitió en cierta medida lo mismo que ocurrió con el éxito de La Canción de Cazarrabo: La gente quería más de lo mismo, quería más Osten Ard, más épica. Y como en la otra ocasión, el bueno de Tad volvió a darles con un canto en los dientes.

Puedo imaginarme la sorpresa (sorpresa que yo no viví, estaba sobre aviso) de los lectores al encontrarse con ese primer volumen de llamativo título, La Ciudad de la Sombra Dorada (1998), abrirlo y comenzar la lectura... y encontrarse con nuestra vieja Tierra, primero con un momento en plena Segunda Guerra Mundial que finaliza de forma onírica, surreal y terrorífica para luego saltar a Sudáfrica, en un futuro relativamente próximo y considerablemente problemático en según que partes del mundo (impagable los cortes de noticias internacionales que abren cada capítulo poniéndonos en situación) en el cual gran parte de la población se pasa el tiempo enganchada a la red de realidad virtual. Si, de sithas, espadas y épica saltamos a una obra que bebe del cyberpunk. Cyberpunk, si, pero con matizaciones, muchas matizaciones. A decir verdad, la realidad virtual es usada por Williams como un simple recurso. La novela gira en torno a ella, pero que no se asusten los profanos, pues el autor no entra en complejidades técnicas ni pretende construir una obra con un argumento propio de novela negra (si bien conserva elementos menores). Al primer volumen lo seguirían Río de Fuego Azul (1998), La Montaña de Cristal Negro (1999) y Mar de Luz Plateada (2001), éste último aún inédito en nuestro país (¡porca miseria!)

La Ciudad de la Sombra Dorada

Williams se sirve de la realidad virtual como herramienta para la creación de toda clase de mundos fantásticos, unos más detallados que otros, más reales que otros, donde cada persona puede aparecer encarnada con el simuloide que prefiera, ya como miembro del sexo opuesto, o como animal, u objeto aparentemente inanimado... incluso uno puede pasearse por ahí convertido en una pintura abstracta... siempre que tu equipo de conexión lo permita, pues los hay de distintos grados de detalle, realismo, etc... Es en esa realidad virtual donde se internan los protagonistas principales, Renie y !Xabbu (no, no está mal escrito), profesora universitaria y alumno bosquimano (uno de los últimos) respectivamente, que comienzan a indagar en los dos mundos, real y virtual, los sucesos que han provocado el coma del hermano menor de Renie y de millones de niños en todo el mundo. Su investigación les pone en peligro, a ellos y a los que les rodean, y los llevará a enfrentarse a una poderosa organización, la Hermandad del Grial, que guarda un oscuro secreto: la red Otherland, el compendio de mundos virtuales más perfectos jamás creados en los que unos locos poderosos pretenden fijar sus consciencias para prescindir de sus cuerpos físicos y poder ser inmortales y vivir como dioses en sus parcelas virtuales, a costa de lo que sea. Renie y muchos otros que han seguido caminos paralelos al suyo, se verán aprisionados en esa red, de la que no pueden salir, envueltos en una odisea virtual que los llevará a enfrentarse con los responsables.

A priori esa es la base de la trama... trama que Williams complica asombrosamente, cruzando distintas historias, personajes enigmáticos a más no poder cuya relación con Otherland está inicialmente poco clara (fantástico ese Ulises virtual y amnésico que es Paul Jonas), toda clase de cabos y elementos arguméntales que van encajando poco a poco formando un enorme retablo narrativo con una historia que comienza como una conspiración pero que poco a poco va cobrando tintes apocalípticos, una historia donde Williams deja fluir su lado más oscuro como escritor, con algunos turbadores momentos dignos de un Stephen King de lo más inspirado. Puede achacársele, al igual que a Añoranzas y Pesares, cierta lentitud narrativa ocasional, pero solo por ver las geniales caracterizaciones de los personajes y poder apreciar todos los detalles de ese sinfín de mundos virtuales vale la pena. Cabe mencionar también como Williams se sirve de los mundos virtuales para homenajear toda clase de obras. Ese País Medio, un enorme rpg virtual que recuerda a SDLA o a D&D (y no es la única referencia a la obra de Tolkien y similares) o algunos de los mundos que atraviesan Paul Jonas o los demás personajes: desde homenajes (y corrupciones siniestras al servicio de la trama) al Marte de Burroughs, a Alicia en el País de las Maravillas, La Guerra de los Mundos, El Mago de Oz, los cartoons animados, las obras de Homero, etc...

Río de Fuego Azul

En resumen, una obra en la que Williams se arriesga, intentando innovar a partir de elementos ya muy mascados, y consiguiéndolo en parte. Porque esta saga no es algo totalmente nuevo, pero tampoco es algo totalmente viejo. Es un extraño híbrido literario de toda clase de elementos en el que el autor muestra su cariño a toda clase de obras y elementos de sus predecesores, poniéndolos al servicio de una trama oscura e inquietante en la que cuesta mucho ver atisbos de final feliz.

Llegamos así hasta el final de este último post dedicado a Tad Williams y a su obra. Quizá el día que la última entrega de Otherland llegue a España pueda ampliarlo, o quizá tenga que esperar a que lleguen las primeras entregas del nuevo trabajo que ha iniciado en USA y del cual ya lleva un tomo publicado, en una serie de novelas que parece ser un regreso al terreno narrativo épico propio de Añoranzas y Pesares (aunque con otra ambientación, en otro mundo).

lunes, diciembre 13, 2004

TAD WILLIAMS (III): Añoranzas y Pesares: Personajes

Añoranzas y Pesares cuenta con un reparto multitudinario, por lo que me resulta poco más que imposible dar cuenta de todos aquellos que desfilan por las páginas de la narración. De esta forma, me limito a reseñar a los más importantes para la trama, es decir, los ‘peces gordos’ argumentalmente hablando... No están todos los que son pero si son todos los que están.

Simón (Seomán): Protagonista casi absoluto en torno al cual giran muchos de los más importantes sucesos de la historia. En Simón se centran prácticamente todos los tópicos propios del ‘heroe accidental’ de la fantasía heroica: Es huérfano, de ascendencia poco clara (con cierto secreto la mar de gordo), se ve metido en los acontecimientos de forma casual, en parte por el destino, en parte por sus propias acciones. A lo largo de los cuatro volúmenes de la obra (originalmente tres, el último fue dividido) Simón pasa de adolescente a adulto. Es descrito como un muchacho alto y desgarbado, pelirrojo, no muy despierto, de carácter distraído y con una curiosidad enorme respecto a la historia de la tierra que le rodea. Poco a poco su choque contra el mundo real y cruel al que se verá lanzado irá conformando un carácter que traspasará varias etapas hasta llegar a ser el de un adulto que mantiene algo del atolondramiento del muchacho que fue, pero revestido con cierta madurez y convicción, inclinación al perdón, y ante todo, la capacidad de sacrificarse por los que quiere.

Binabik: Su nombre completo es Binbiniqegabenik. Pertenece al pueblo qanuc de las montañas y es el aprendiz de Ookeqk, el ‘hombre cantor’ (sacerdote, estudioso...) de su pueblo. A lo largo de la narración Binabik se convierte en el mejor amigo y gran compañero de Simón y en parte llega a ser una figura fraternal para el muchacho, una suerte de hermano mayor que ayuda al joven a afrontar muchos de los sucesos, situaciones y dilemas en los que se verá envuelto. Como todos los de su pueblo Binabik es de baja estatura (poco más de un metro), robusto y de gran resistencia. A diferencia de sus congéneres no utiliza a los carneros de las montañas como montura, sino a una loba, Qantaqa.

Miriamele: Hija del Rey Elías y princesa de Osten Ard. Miriamele se presenta como una joven descontenta con muchos aspectos de la vida en la corte, sobre todo la soledad, que no duda en escabullirse haciéndose pasar por doncella o incluso travistiéndose para pasar por un muchacho. Obstinada, tozuda, de carácter fuerte que en realidad oculta más vulnerabilidad de la que querría admitir, Miriamele sigue su propia odisea personal en la novela y al igual que Simón ella también madura, sobre todo por las malas. Desde el principio queda claro que los dos están condenados a entenderse.

Morgenes: Doctor de la corte de Osten Ard y médico del fallecido Rey Juan el Presbítero (padre de Elías y Josua), estudioso, sabio, historiador, alquimista, un poco mago y miembro de la orden de sabios conocida como Liga del Pergamino. Morgenes se convierte en tutor de Simón y marca muchos de los aspectos morales del carácter del joven que guiarán a este tras su muerte. Es uno de los pocos que sabía realmente lo que estaba ocurriendo y muchas de las pistas ocultas que hay en los escritos que deja a Simón tras su muerte servirán de ayuda a nuestros héroes.

Josua: Hijo menor del fallecido Juan el Presbítero, príncipe de Osten Ard, Señor de Naglimund y tío de Miriamele. Josua nos es presentado inicialmente (a través de las impresiones de su padre) como un ser de carácter débil, tortuoso y atormentado. Pero no tarda en revelarse como uno de los personajes de mayor entereza y nobleza de la historia, si bien es cierto que cuenta con una considerable falta de autoestima. Lo último que desearía es convertirse en opositor de su hermano y jefe militar, pero los sucesos lo llevan a ello para hacer frente a la tiranía de Elías y a los poderes oscuros que lo controlan.

Elías: Rey de Osten Ard tras la muerte de su padre. Elías es descrito como alguien de carácter franco, brutal, orgulloso, fuerte, que guarda en su interior un gran dolor y también resentimiento hacia su hermano menor. Se convierte en peón de las fuerzas oscuras que desencadenan el conflicto en toda la tierra de Osten Ard y a lo largo de la narración asistimos a su degradación física y moral, hasta caer de lleno en la locura.

Pyrates: Una víbora hecha hombre. Responsable último de lo sucedido a Elías y de que las nornas y el Señor de la Tormenta inicien sus planes de sometimiento de la humanidad. Su motivación a la hora de servir a tal amo se fundamenta en la búsqueda insaciable de poder y del conocimiento absoluto. Pyrates es extremadamente cruel, amoral, solo se preocupa por si mismo, desprecia a todos los que le rodean y se regocija en el dolor ajeno y en la manipulación a la que somete a muchos de los que están junto a él. Sus tratos con el Señor de la Tormenta le han otorgado una considerable cantidad de poder, por lo cual no se le debe subestimar en ningún aspecto. Por lo que se sabe fue miembro de la Liga del Pergamino en su juventud. Gente como Morgenes y otros miembros aún deben estar tirándose de los pelos.

Jiriki: Miembro del pueblo de los sitha, los inmortales, del cual es príncipe. Es difícil describir su carácter, muy variable y ‘ajeno’ a lo humano, como todos los sitha. Jiriki suele mostrarse más cortés y amable con los mortales que otros miembros de su pueblo, lo cual denota que el príncipe no está dispuesto a dejarse llevar por el resentimiento y que prefiere juzgar a las personas como individuos y no como miembros de un grupo. Entre el y Simón llega a forjarse cierta amistad y respeto mutuos derivados de una deuda de honor: Jiriki le debe la vida al joven.

Aditu: Hermana menor de Jiriki. Su carácter también es difícil de describir, pero podríamos decir que es una sitha de carácter increíblemente extrovertido, muy dada al humor y a los juegos, con cierto aire de inocencia maliciosa y sus buenas dosis de ironía, aunque como todos los de su pueblo deja traslucir ocasionalmente la melancolía por el pasado perdido. Los mortales la fascinan al comprobar las diferencias y parecidos entre ellos y su propio pueblo. Siente una simpatía inmediata por Simón, aunque a veces parece tratarlo más como un animalito simpático que como un muchacho.

Ineluki: El Señor de la Tormenta. La historia de Ineluki es una gran tragedia que ha marcado su puesto como ‘Señor Oscuro’ particular de Osten Ard. Príncipe de los sitha en el pasado, no deseando resignarse a que su pueblo perdiera sus tierras frente a los humanos forjaría de forma antinatural a la espada Jingizu (Dolor), una de las Tres Grandes Espadas en torno a las cuales gira la historia. También sería responsable de la muerte de su propio padre hasta llegar a su propia muerte, tras la cual se convirtió en un ente incorpóreo cargado de odio y que lleva planeando en las sombras junto a las nornas desde tiempos inmemoriales para recuperar el poder perdido y acabar con la humanidad.

Y así llegamos al final, dejando a muchos otros personajes de más o menos importancia en el tintero. Gente como Tiamak, Jarnauga, Sludig, Cadrach, Vorzheva, Leleth, Geloë, Raquel, Deornoth, Strangyeard, Isgrimnur, Sangfugol, Isorn, Maegwin, Eolair, Amerasu, Camaris, Jeremías, Aspitis, Fengbald, Guthwulf, Streawe, Ingen Jegger, etc...

En el próximo (y último) post sobre Williams y su obra toca hablar ya de una historia muy distinta. Una historia de otra tierra.

martes, diciembre 07, 2004

1000 incautos...

Iä Iä! Fhtagn!

Este blog llega a las 1000 visitas, algo digno de ser considerado una pequeña efemérides. Puede parecer una tontería, pero es que 1000 visitas son 1000 visitas.

Y todo se lo debo a los que buscan recetas para calamares fritos en el google.

domingo, diciembre 05, 2004

... comienza



Simplemente, el mejor teaser poster que he visto en MUCHO tiempo.

jueves, diciembre 02, 2004

TAD WILLIAMS (II): Tres Espadas Para Dominarlos a Todos

Simón y la espada Espina

Hay muchas, muchas, pero que muchas sagas de fantasía épica a la sombra de El Señor de los Anillos, sirviéndose de elementos inspirados en la obra de Tolkien (elfos, enanos, etc.) y usando ese mismo esquema de trama argumental del que ya hemos hablado en el anterior post sobre Williams.

¿A que viene esto? Viene a que después de Cazarrabo, Tad Williams se metió de cabeza en un proyecto literario que si no se tenía cuidado contaba con todos los puntos para ser la enésima obra que estuviese a la sombra del SDLA, pero por suerte no fue así. No fue así porque en ningún momento Tad toma elementos propios de Tolkien (bueno, puede que algún elemento aislado si, dada la gran admiración de Tad respecto a la obra del profesor) pero si se apropia de los mismos elementos y tópicos que seguramente inspiraron a Tolkien y que como ya se ha dicho ya encontrábamos en La Canción de Cazarrabo. Tad inició así la escritura de Añoranzas y Pesares cuya primera parte sería publicada en 1988 con el título de El Trono de Huesos de Dragón. Aquellos que se esperaron un segundo Cazarrabo seguramente se llevaron toda una sorpresa, encontrándose una novela de gran extensión, reparto multitudinario e increíblemente variado y con una historia propia de la fantasía épica: enemigo ancestral, objetos de gran poder que deben ser hallados (en concreto, tres espadas de gran importancia), héroe casual, etc. A esta primera entrega la seguirían La Roca del Adios (1990), A través del Nido de Ghants (1993) y La Torre del Ángel Verde (1993), construyendo una obra que a día de hoy quizá no sea tan ‘de culto’ como su cuento gatuno pero que si que cuenta con sus respectivos admiradores y detractores. Es una obra larga, considerablemente larga, bien escrita y construida, pese a pecar de cierta lentitud en su arranque (Williams se explaya a la hora de presentar sus personajes y su entorno con todo lujo de detalles) y de algunas partes que puede suponer un bajón de ritmo en la trama. Por lo demás el resultado es más que excelente, siendo considerada por muchos lectores la Guerra y Paz de la literatura fantástica (puesto que seguramente le arrebate La Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin, obra que espero poder leer un día de estos).

Volviendo de nuevo a las relaciones con el trabajo de Tolkien, he de decir que uno de los principales argumentos de los detractores de A&P es su parecido con SDLA, llegando al extremo de acusar a Williams de plagio por el simple hecho de servirse de los mismos elementos básicos para construir una historia bien distinta. Es como si acusáramos a Tolkien de plagiar El Anillo de los Nibelungos. Y es que el que ciertas personas argumenten que Osten Ard (mundo donde se desarrolla la historia que nos ocupa) es un calco de la Tierra Media es poco más que una desfachatez. Si en algo se inspira (o calca) Osten Ard es en la Europa Medieval: Tenemos un buen número de naciones entre las que podemos reconocer los prototipos de los pueblos centroeuropeos (erkynos), celtas (hernystiros), nórdicos (rimmerios) e incluso una nación ‘mediterranea’ que en el pasado fue el centro de un gran imperio (Nabban)... ¿os suena de algo, no? Si todo eso es un calco de Rohan, Gondor, Bree y la Comarca que baje Dios y lo vea. Y hablando de Dios, la inspiración medieval no solo se limita a los aspectos étnicos o territoriales, sino también a los religiosos, ya que nos encontramos en la novela a toda una religión calcada del cristianismo. Pero claro, en una obra de fantasía no todo tienen que ser seres humanos. Y así nos encontramos a pueblos como los habitantes del Wran, que si bien son humanos, cuentan con un modo de vida radicalmente distinto al de sus congéneres, pasando el día a día en un entorno tan hostil como los pantanos. Al norte, en los puntos más altos y fríos, nos encontramos al pueblo de los Qanuc (Gnomos), seres de baja estatura (tamaño hobbit más o menos), fuertes y robustos, guerreros y cazadores, que recorren las montañas montados sobre carneros (aunque cierto miembro de su pueblo cabalga sobre una loba). Otra cosa son los bukken (cavadores) y los hünen (gigantes), seres salvajes, casi irracionales y dañinos, títeres ideales para el poder oscuro que se desata en la novela. Y finalmente llegamos a los inmortales: Los Sitha y las Nornas.

Los Sitha (también conocidos como Zida’ya, Hijos del Amanecer) llegaron de más allá del mar en un tiempo anterior al hombre, huyendo de una Sombra (¿algún día nos contará Tad esa historia?) que se abatió sobre sus tierras. Durante un tiempo fueron amos y señores en Osten Ard pero poco a poco el crecimiento y expasión de los humanos provocó que se vieran obligados a recluirse en lugares apartados y refugios, sobre todo después de que los hombres descubrieran el hierro, venenoso para los sitha. Hay quien dice que los sitha son a esta obra lo que los elfos a la de Tolkien (y al 90% de las novelas fantástico-heroicas con figuras élficas): si y no. Cierto que en muchos aspectos coinciden (la inmortalidad, su belleza, etc...) pero por lo demás son bien distintos. Con su piel bronceada, su cabello blanco (que suelen teñirse), sus ojos amarillos y zorrunos, la asombrosa flexibilidad y agilidad de su cuerpo, su variada vestimenta para cada ocasión (desde ropa de abrigo a simples taparrabos), su carácter de extrañeza frente a los humanos (para muchos de ellos somos poco más que ‘animales’) que puede abarcar desde la curiosidad y la cordialidad hasta la hostilidad y el resentimiento, etc... Toda una serie de elementos y pequeños detalles que aleja a los sitha del prototipo de elfo tolkienano.

Las Nornas (Hikeda’ya, Hijos de la Nube, conocidas por los pueblos norteños como Zorras Blancas), sus ‘primas’, son en realidad una suerte de familia o clan escindido de los sitha que ha constituido un pueblo aparte, con sus características físicas y culturales propias (aunque comparten lenguaje). Su aspecto físico está marcado por la blancura marmórea de su piel y cabellos, con ojos oscuros en contraste, rostro anguloso y duro, y cierto aire de crueldad innata. Si los sitha en general abogan por desentenderse del dominio humano y recluirse y ocultarse, el pueblo de las nornas se recluye y oculta con la esperanza de algún día poder recuperar el dominio perdido y exterminar a los insolentes mortales que se lo arrebataron y a los que odian enormemente. Es eso lo que lleva a las nornas y a su reina a pactar y ponerse al servicio de Ineluki, Rey de la Tormenta, el ‘enemigo’ de la historia (aunque el verdadero villano como queda claramente reflejado, es el sacerdote Pyrates, su siervo) y desencadenante de todos los sucesos que caen sobre Osten Ard.

Aquí terminamos este, post por el momento. El próximo estará dedicado a los personajes más importantes de Añoranzas y Pesares y al papel que representan en la historia.

lunes, noviembre 29, 2004

Simplemente Increible


Ojito, posibles SPOILERS.

Este pasado fin de semana vuestro querido compañero el calamar (yo, para los no iniciados) se fue al cine haciendo de niñera de uno de sus primos con el consiguiente visionado de la última obra maestra de los chicos de Pixar, guionizada y dirigida por ese monstruo que es Brad Bird, responsable de la también muy recomendable El Gigante de Hierro.

Los Increíbles puede ser analizada desde muchas perspectivas. Podría pasarme ahora medio post divagando sobre el apabullante aspecto visual del film o sobre el gran desarrollo de los personajes, sus personalidades y conflictos, o de ese guión de premisa aparentemente simple pero que es más de lo que podría parecer, etc... Pero claro, servidor es un lector de cómic superheroico desde los tiempos en que se los gorroneaba a uno de sus primos más viejos (tengo un mini ejercito de primos, por si alguien se lo pregunta) y como lector y friki de los superhéroes es como he visto la película.

Y he disfrutado como un enano.

Imaginaos mi shock a media historia, en esa brutal e impresionante escena en la que Mr. Increíble descubre el trágico destino de muchos de los superhombres retirados, cuando una bombilla se encendió en mi cabeza: "Esto es Watchmen". Y es que la película parece beber e inspirarse parcialmente en la obra de Alan Moore, no solo en esa escena sino también en la idea de la prohibición gubernamental de las actividades de la gente con superpoderes a raíz de una serie de hechos más que lógicos y que sin duda serían de lo más usual si en este perro mundo se dieran esas situaciones. El film cuenta además con otro buen número de referencias, algunas más solapadas que otras, algunas puede que involuntarias, otras no:

- Los ya mencionados ecos a Watchmen, incluido el plan del villano Syndrome.

- Los Increíbles, en su concepto de familia, recuerda mucho a los 4 Fantásticos, algo a lo que ayuda que dos miembros compartan poderes y habilidades con los personajes marvelianos.

- Pero no solo de Marvel vive el friki, y así nos encontramos con referencias a DC en el personaje de Dash, el hijo de la familia, que en sus poderes y en su nombre recuerda a Flash. También es un guiño a DC ese plano final de la película a lo Superman (final que por otra parte nos remite de nuevo a Marvel, y es que recuerda cantidad al número 1 de los 4F, con una suerte de 'Hombre Topo' haciendo acto de presencia).

- Volviendo a las referencias a Marvel y en concreto a los X-Men, en Los Increíbles se nos presenta al personaje de Frozono, que es todo lo que el Hombre de Hielo de los films de Synger debería ser y no fue.

- Y saliéndose de lo superheroico, hay guiños a la saga Bond (por algo John Barry iba a ser el encargado de componer la BSO inicialmente), a El Retorno del Jedi (la persecución a la que es sometido Dash entre los árboles podría ser una referencia algo traída por los pelos), a la ciencia-ficción de los 50 (ese robot esférico de brazos tentaculares) etc, etc...

Resumiendo, Los Increíbles es una película de superhéroes, con toques de comedia y acción, cierto tono paródico pero que no cae en la burla, unas buenas dosis de mala baba (el maniquí de un bebé es ametrallado... vale que no es un bebé de verdad, pero me sorprende que a los puritanos yanquis se les pasara ese detalle) y sobre todo, una madurez inusitada en el tratamiento de personajes y sus motivaciones, por no hablar de que es una de las películas de animación con mayor número de muertes que he visto, quizá solo superada por esa masacre-inicial-que-no-es-una-masacre de Buscando a Nemo.

Pixar se ha superado de nuevo y el resultado es, como era de esperar, increíble.
--
PD: En breve la segunda parte de los post dedicados a Tad Williams (quizá para el próximo fin de semana o así)

lunes, noviembre 22, 2004

TAD WILLIAMS (I): Un gato llamado Cazarrabo.



Este tipo engaña un poco por su apariencia pues aunque no lo parezca es uno de los escritores más interesantes (y me temo que menos conocidos) de la moderna literatura fantástica: Tad Williams. Tad nació en 1957 en San José, California, cursando sus estudios superiores en Berkeley. Durante su juventud pasó una buena temporada saltando de empleo en empleo o alternándolos. Ahí donde le ven el señor Williams ha sido cantante en un grupo de rock, vendedor de calzado, director de una institución financiera, repartidor de periódicos, etc... También fue presentador de un programa radiofónico durante 10 años, ha trabajado en teatro y televisión, ha impartido clases como profesor en la universidad... Desde luego no es una persona que se esté quieta. Era 1985 cuando debutó en el mundo de la literatura con su primera novela, que sorprendió a propios y extraños. Una novela que en muchos aspectos sigue los patrones clásicos de la literatura fantástica post-Tolkien (héroe casual, viaje epopéyico, pruebas y peligros que superar... vamos lo que encontramos en muchas ‘dragonadas’) con la salvedad de que aquí no hay valerosos hobbits (o halflings), ni elfos, ni orcos... solo un buen número de pájaros, ardillas y gatos, sobre todo muchos gatos.

La Canción de Cazarrabo

La Canción de Cazarrabo produce al inicio de su lectura la sensación de estar en un cuento, algo reforzado por el protagonismo de los animales en la obra. Desde el comienzo queda claro que los gatos son los protagonistas, todo gira en torno a ellos y todo la novela, pese a estar narrada en 3ª persona, cuenta con un punto de vista gatuno, y es que desde ese comienzo en el que se nos muestra una suerte de Génesis y cosmogonía en versión felina queda claro a que debemos atenernos. Es una novela por y para gente a la que le gusten los gatos. Si uno es de los que prefieren a los cánidos será mejor que se abstenga porque no es que los perros queden en muy buen lugar (punto de vista gatuno de la historia ¿recordáis?). El hecho de que al comienzo la novela produce la impresión de estar ante una suerte de cuento, una fábula, algo similar a El Hobbit de Tolkien, queda desmentido al finalizar la lectura. Y es que a lo largo de la progresión argumental de la historia el dramatismo derivado de los sucesos en los que se ve envuelto el personaje va en aumento hasta alcanzar un punto de no retorno. Esto también ocurre en El Hobbit tolkienano, pero sin llegar a los extremos de crudeza y elementos terroríficos de los que puede llegar a hacer gala la obra de Williams.

Lo que si queda claro una vez leída la obra es que ésta bebe de los tópicos más propios de la fantasía épica y que con Tolkien quedaron más o menos fijados de forma casi definitiva. No creo que Tad se sirva de estos tópicos por una falta de originalidad, sino más bien por el hecho de que su único objetivo es contar una historia sencilla y eso es en ciertos aspectos ‘contar la historia de siempre’. Es algo similar a esos argumentos del héroe solitario que ayuda a los habitantes de una población (el caballero andante, el ronin, el jinete solitario)... son historias tan viejas como el mundo y que siempre funcionan. Y la historia del héroe envuelto en un gran viaje funciona, desde luego. Solo que en éste caso el héroe es un gato, Fritti Cazarrabo, huérfano como todo buen héroe de fantasía épica (perdió a su madre y a todos sus hermanos), que se mete él solito de cabeza en los problemas al partir en busca de su amiga Pata Suave y que acabará metido en un enfrentamiento con el clásico ser maligno de origen ancestral (el tópico del Mal Antiguo) y capacidades pseudo-divinas que vuelve del mundo de las sombras para vengarse y reinstaurar su poder. La historia de siempre, solo que contada con una frescura y con unos personajes y escenarios tales que parece algo totalmente nuevo. El hecho de que el final sea considerablemente agridulce y abierto, rompiendo algún que otro convencionalismo (no es el protagonista quien salva el día señores, ni se queda con la chica), no hace más que ayudar a ello.

La Canción de Cazarrabo fue un éxito que se vendió bastante bien, cosechó una ración de buenas críticas (aunque también tiene su buen número de detractores) y a día de hoy es prácticamente una obra de culto con toda una legión de admiradores. Admiradores que en su momento seguramente esperaron que Tad prosiguiera el filón con más historias de Cazarrabo y compañía. No tenían ni idea de que el californiano tenía algo muy distinto en mente.

Y grande.

sábado, noviembre 20, 2004

The Vertigo Trinity

Enésima noche de desvelo en la que navegando en la red esperando a que el sueño me alcance me encuentro con una de esas locuras que inunda Internet... la recreación de personajes/personas/cosas a base de Lego. Con todos ustedes, damas y caballeros... ¡Neil Gaiman, Grant Morrison y Alan Moore!

"Decid 'chúpame un pie' chicos"

Más pijaditas de estas aquí.

domingo, noviembre 14, 2004

Cosas que hacer en el rol cuando estás muerto

"Imagen totalmente gratuita en recuerdo de los babosos del post de Shanna la Diablesa"

La verdad, creía que lo peor a la hora de jugar al rol era que el Master te pillara una suerte de manía homicida injustificada o que la gente que no sabe nada del asunto creyera que tu les tuvieses esa manía a ellos.

Pero no, para mi lo peor es tener que jugar ‘de suplente’. Es decir, jugar substituyendo a otra persona, con un personaje ajeno, algo que en la mayoría de los casos suele acabar en desastre ya que cuando el jugador ausente vuelve se encuentra con que su criaturita ha hecho toda clase de actos ‘fuera de personaje’ que poco o nada encajan con lo precedente. Al resto de jugadores puede importarles más o menos, y al Master... bueno, depende de cómo sea el Master.

Teniendo eso en cuenta, al tener que ser yo el ‘suplente’ me informo sobre el personaje que me ha caído en gracia para intentar seguir más o menos en la línea del jugador habitual. El problema es cuando el jugador habitual es un gili-buscabroncas dentro del contexto de la partida. Y así me vi metido en una partida de Vampiro, jugando con un Pj que cada cinco frases estaba obligado a soltar “¡Aquí mando yo, coño ya!”, lo cual no trae pocos problemas en según que ocasiones. Y de lo de llamar “pelotitas” a los licántropos mejor no cuento nada.

La verdad, fue una tarea de sangre, sudor y lágrimas mantener a semejante esperpento andante vivo manteniendo a un tiempo la personalidad que su jugador original le había otorgado (¿Pero en que pensabas Marcos? ¿¿En que pensabas??). Más de una vez me vi tentado de meterlo en alguna situación sin salida en la que acabara más mal que bien. Pero claro, el personaje no era mío, no tenía derecho a forzar su muerte. Las jodiendas de ser un jugador suplente que respeta a los personajes ajenos con los que le ha tocado jugar.

Bleurgh.

martes, noviembre 09, 2004

Quotidionia Delirante V (Rutina, rutinae...)

Levantarse a las 8:30 de la mañana...
Caminar somnoliento y tambaleante cual zombie de Romero hacia el baño.
Ducha rapida.
Necesidades fisiológicas (si, los calamares también... er...).
Vestirse, aún somnoliento (ni ducha ni gaitas).
Revisar el equipo.
Bajar a la calle. Encontrarse con la Loba y el Otaku.
Bus, apretujados, axfisiante. El conductor debe ser un maniático de la velocidad, o eso o se cree que el bus reventará si va a menos de 30...
Frenazos bruscos. Hacemos equilibrismo.
Llegada a la Facultad.
Clase de Mitología, o como hacer de un tema interesante un coñazo insufrible por culpa de un profesor capaz de dormir a los insomnes.
Introducción a la Lingüística. Hoy ha tocado video sobre la comunicación de los animales.
Ya son las 14:00. Bajada a la cafetería para echar mano a las viandas.
Una hora y media de descanso tras la comida: charlas, discusiones, coñas y frikadas.
16:00. Vuelta a clase. Historia Medieval. Los germanos siguen dando guerra.
Por fin, salimos. Al bus de nuevo, como sardinas en su lata.
Y hogar dulce hogar.
Ea, mi día de hoy, que viene a ser más o menos una muestra de un día cualquiera (salvo los Jueves, que con sus ocho horas de clase son el Infierno en la Tierra).
PD: Siento el latinajo del título.

sábado, noviembre 06, 2004

Haciendo tests

El enésimo test chorra que anda circulando por internet :P


You are Windows 98.  You're a bit flaky, but well-liked.  You don't have a great memory, but everyone seems to know you.  A great person to hang out with and play some games.
Which OS are You?

viernes, noviembre 05, 2004

Serie B Literaria

Teddy London

Me encuentro ahora mismo en plena lectura de Enemigos de la Luz (The Stench of Fresh Air), de C.J. Henderson, primer libro de la serie de su personaje Teddy London.

He de ser franco: no es un buen libro. La verdad es que es bastante malillo, simplón, con un estilo de escritura no muy elaborado y forzado en ocasiones, como si se nos estuviera contando una historia corta estirada ad nausean para intentar conformar una novela. En resumen, el libro es malo... pero me está gustando. Si queríais otra prueba de que no soy precisamente la persona más congruente o lógica del mundo ahí la tenéis.

Y es que pese a sus defectos, me lo estoy pasando bien con el libro, consigue que uno se divierta si no tiene nada mejor que hacer por las tardes, lo que lo convierte en una lectura ideal para las horas muertas. A eso se le añade un más que saludable tono de relato pulp, al que parece que se quiere homenajear. Y es que en esta época en la que las novelas de terror suelen ser a cada cual más rebuscada para intentar dar la vuelta de tuerca necesaria para acojonar al personal, no deja de resultar curioso una novelita (en este caso, una serie de novelitas) que va a palo seco, presentándonos a una caterva de monstruos, vampiros y hombres lobo a la antigua usanza, con un buen montón de casquería y con un protagonista que lo resuelve todo (y cuando digo todo, es TODO) a tiros y cuchilladas. Y es que en pocas novelas de terror actuales te encuentras con un bicho horrendo atravesando la ventana y atacando al héroe a la altura del capítulo 6 (más o menos a los 15 minutos de comenzar la película) que para sobrevivir se ve forzado a acribillar al bicho a balazos y a destriparlo con su cuchillo, provocando mareas y mareas de fluidos descritos en la novela como “espeso pure de guisantes”. Toma, homenaje a El Exorcista solapado.

Y es que el protagonista es lo mejor. Theodore ‘Teddy’ London, detective privado, a ratos más duro y pasota que una pared de mármol para acto seguido demostrar que tiene su corazoncito. Y lo resuelve todo a tiros, como ya he dicho antes. Ni investigación, ni deducción ni uso de la lógica... solo esperar a que aparezcan los bichos y tiros, tiros y más tiros. Y es que no se puede esperar mucho más de un tipo que tiene como armas a una pistola llamada Betty y a un cuchillo llamado Verónica y al que una tormenta le acaba de freir y mandar al carajo todos sus archivos de trabajo. A eso añadidle que comienza pareciendo un detective corriente y moliente para luego descubrir que tiene la habilidad paranormal de poder adentrarse en el mundo onírico, el plano de los sueños. ¿A vosotros también os parece sacado de un videojuego?

Resumiendo, un libro malo pero divertido, ideal para pasar el rato e incluso poder echarse unas risas si uno está por la labor. Uno no puede dejar de pensar como sería esta historia en manos de un mejor escritor. Seguramente mucho mejor escrita e interesante, con personajes que no sean tan planos como una tabla de planchar, pero lo más probable es que perdiera su... erm... llamémoslo “frescura”.

jueves, noviembre 04, 2004

Tiburones del asfalto...

Por petición popular (es decir, un comment realmente escueto de Usagi) me lio la manta a la cabeza y me lanzo a escribir en estas horas intempestivas un post sobre otra serie de animación: Street Sharks. Mi experiencia con esta serie es de lo más curiosa porque pese a ser una producción considerablemente más reciente que otras (la serie se produjo en 1994-1995), la recuerdo mucho más vagamente, quizá porque se emitió en un momento en el que servidor ya consumía menos producciones televisivas de animación que en años anteriores. A saber.

La serie no fue el gran mega éxito que –presuntamente- sus creadores pretendían. Y digo que lo pretendían porque la serie vino acompañada de una brutal campaña de merchandising, cuyo principal producto era una colección de figuritas articuladas (de Mattel, si mal no recuerdo) de calidad considerable (y precio también muy considerable), un buen montón de cards y cromos, productos de promoción (cromitos, figuritas...) de regalo en bollería industrial, etc... Creo que incluso se creo una serie de cómic-books que jamás llegó a España. Estaba claro que el principal referente de los responsables de la serie eran las Tortugas Ninja y su objetivo repetir el éxito desmesurado del que gozó en su momento el cuarteto de quelonios (muñecos, serie de TV, películas)... objetivo que mucho me temo que no llegaron a alcanzar ni de lejos.

Y es que pese a una calidad de animación medianamente potable, la serie adolecía de una falta de originalidad preocupante y ni siquiera el carisma de sus protagonistas consiguió salvarla. Duró dos temporadas que conforman únicamente un total de unos 23 episodios más un film de animación sacado directamente en video. Para el recuerdo quedan momentos tan surrealistas como ver a ese cuarteto de tiburones antropomórficos ‘nadando’ bajo el asfalto, cual gusano de Temblores, con sus aletas asomando al exterior.


La serie nos contaba la historia de un cuarteto de hermanos: John (el mayor-responsable), Clint (el graciosete), Bobby (el rebelde) y Coop (el gimnasta-atlético), que buscando descubrir la verdad sobre la desaparición de su padre acababan en manos del villano de la historia, el Dr. Piranoid, que los muta en seres mitad humanos mitad tiburones para utilizarlos en sus maléficos planes (siendo el malo digo yo que sus planes serían maléficos ¿no?). Pero como era de esperar, con sus recién adquiridas habilidades, los chicos se revelan, se dan a la fuga, se ponen a vivir clandestinamente, se ‘rebautizan’ (ahora pasan a llamarse, respectivamente: Rapster, Blades, Jab y Big Slammu) y se dedican a abortar todos los planes desarrollados por Piranoid. Planes que a lo largo de la serie solían ser derivados de “crear-enemigo-mutante-para-derrotar-a-los-buenos”, algunos de los cuales daban lugar a villanos tan agradables como Slobster (¡el increíble Hombre Langosta!) o Slash (un narval, si no recuerdo mal), aunque en su mayoría se trataba de pobres desgraciados que antes de que terminara el episodio se rebelaban o redimían, fastidiaban al buen doctor, agradecían su ayuda a los protas y se iban por ahí a buscar un modo de recuperar su humanidad (aquí entrarían personajes como Rox o Moby Lick).

En resumen, una serie que pasó sin pena ni gloria por las pantallas de TV dada su condición de clónico de las Tortugas Ninja pese a tener cierto potencial solapado, lo cual queda patente en el hecho de que aún hoy cierto número de personas la recuerda (es de suponer que el tener alguna de las figuritas, como yo, ayuda a ello). Ahora solo esperar a que no se me vaya la pinza otra vez y escriba un post sobre los Space Monkeys o algo similar...

miércoles, octubre 27, 2004

Cosas de la nostalgia...

"¡Es la hora de las tortas!"

Si Jamfris puede hacer post sobre Bravestarr ¿por qué no voy a ser yo menos y dedicar unas pocas líneas a una de esas series que siendo crío me mantenían pegado a la TV? Eran los comienzos de los 90 (si bien la serie es de 1987) , yo me encontraba en esa edad en la que los críos tienen cierta obsesión con ciertos reptiles extintos y faltaba menos de lo que se pensaba para el estreno de Parque Jurásico. Y fue en ese momento propicio cuando la televisión autonómica gallega inició la emisión de Dinosaucers (traducida aquí simple y llanamente como Dinosaurios, en todo un alarde de ingenio).

Repasando el esquema de la serie uno se da cuenta de las más que obvias similitudes con productos similares, como los Transformers: La historia comenzaba cuando un grupo de adolescentes trababa contacto con los Dinosaucers, nativos del Planeta Reptilon (que si mal no recuerdo era una especie de Contra-Tierra que compartía orbita con nuestro mundo, siempre manteniéndose al otro lado del sol) y que habían llegado a la Tierra buscando una solución para los problemas de su mundo. Y para jorobarles la fiesta también llegan a nuestra roca los Tyrannos, los malos malísimos de costumbre, dispuestos a jorobar, conquistar y derivados... La similitud es obvia: representantes de dos bandos alienígenas opuestos se vienen a nuestro mundo a batallar.

La serie contaba con una animación bastante buena para la época y unas tramas no excesivamente complicadas, aunque si divertidas e interesantes, si bien pocas veces rompían los esquemas de ‘buenos contra malos’ en sus diversas variantes (lo cual no era necesariamente malo siendo una serie orientada a un público que no pedía mucho más que eso). De cuando en cuando en algún que otro episodio también podíamos echar un vistazo al mundo natal de los personajes, enterándonos de detalles de su pasado, etc... Los personajes por su parte estaban bien construidos, en sus respectivos grupos cada uno tenía una personalidad y una función definida dentro del esquema argumental. Como suele ocurrir son los personajes humanos los más flojos y menos desarrollados. La serie duró lo suyo... una sola temporada, pero de nada menos que sesenta y cinco episodios.

De esta forma, en el bando de los Dinosaucers nos encontramos con: Allo (Allosaurio), el líder del equipo, justo y noble cual Optimus Prime, siempre pensando en buscar posibles soluciones que no impliquen necesariamente la violencia; Bonehead (Paquicefalosaurio), que venía a ser el fortachón con mente de niño, no tenía muchas luces el pobre; Bronto (Apatosaurio), que si mi memoria no me falla era uno de los técnicos del grupo; Dimetro (Dimetrodon), el intelectual del grupo (algo asi como el Donatello de cierto conocido cuarteto quelonio); Ichy (Ictiosaurio), que venía a ser el explorador acuático, capaz de comunicarse con cualquier ser de las profundidades; Stego (Stegosaurio), del que recuerdo que era uno de los ‘pilotos’ de la nave; Teryx (Arqueopteryx), el único miembro femenino del grupo y también el más sensato, una experta en la creación de nuevas tecnologías; Tricero (Triceratops), otro ‘técnico’ y también combatiente experto.

Junto a ellos nos encontramos a los cuatro chicos que llevan sobre sus hombros el principal protagonismo humano de la serie: David (el prototipo del chico listo e intrépido), Paul (el inteligente y sensato), Ryan (el graciosete) y Sara (la chica guapa y lista).

Y para rematar, los villanos, a los cuales pertenecía mi personaje favorito de la serie por alguna extraña razón: Gengis Rex (Tiranosaurio Rex), el lider, más malo que pegarle a una madre, y cabrón como el solo; Ankylo (Ankylosaurio), este era uno de los brutos del grupo, aunque no era un lumbrera precisamente; Braquio (Braquisaurio), por razones obvias este venía a ser el oponente más o menos permanente de Bronto a la hora de meter toñas; Plesio (Plesiosaurio), explorador acuático del grupo, y que odia sobremanera a Ichy; Quackpot (Hidrosaurio), sadiquillo y cabroncete, suele andar siempre cerca de Plesio; Styraco (Styracosaurio), el principal (¿único?) cerebro del grupo: Terribledáctilo (Pterodáctilo), explorador, espía y manitas arreglalotodo (y contrapunto cómico).

Para rematar os dejo con las urls de las dos únicas webs que he encontrado medianamente decentes sobre el tema y los personajes:

- http://www.jccomp.com/~stonegate/
- http://www.geocities.com/dinosaucerspage/

"Hasta más ver, gente"

sábado, octubre 23, 2004

¿Qué es y como lo mato?


Revisionado el DVD de Van Helsing.

En términos generales, Van Helsing ha sido una película vapuleada por la crítica y por cierto sector de los aficionados que salían de las salas musitando "¡Mola!" al tiempo que en cuanto podían se ponían a destripar los defectos de la película. Algunos llegaron a decir que se sentían indignados al ir engañados al cine para ver un film así, del cual esperaban mucho más.

Vamos a ver, yo si voy al cine al ver una película en la que me arrejuntan a los Tres Monstruos Clásicos, no voy esperando una obra maestra ni por asomo. El único 'engaño' de la película es el de estar vendida como si fuese la primera que lo hace, y no lo es pues hay unos cuantos precedentes (y mal que nos pese Buenas Noches, Señor Monstruo es uno de ellos).

Otros tantos acusan a Van Helsing de pasarse por el forro dos de las bases de los personajes: el Drácula de Bram Stoker, y el Frankenstein, o el Moderno Prometeo de Mary W. Shelley. ¿Pero de verdad creían que Stephen Sommers iba a beber de esas fuentes primordiales para mostrarnos a un Van Helsing que nada tiene que ver con el vampirólogo y doctor universitario de la novela de Stoker? El Gabriel Van Helsing de Sommers solo coincide en una cosa: el apellido. Por lo demás, el personaje es en si mismo una vaga referencia al arcángel Gabriel, al Lobezno de la Marvel (héroe duro amnésico, y para colmo lo interpreta Jackman), a Batman y James Bond (ese uso masivo de gadgets y aparatitos variados) y para rematar a Vampire Hunter D (ese look, esa forma de vestir... canta un huevo).

Y en cuanto a Drácula y compañía, está claro que Sommers se ha empapado del cine de terror de la Universal... pero no de las películas de la década de los 30 y comienzos de los 40, filmes con sus más y sus menos pero con ciertos tintes poéticos, fatalísticos y moralistas, que fijaron la esencia de los monstruos, sino más bien a los rodados en los 40 y comienzos de las 50: las interminables secuelas que sometían a los personajes al desgaste y casi a la parodia, llegando al extremo de producirse crossovers entre ellos (especialmente memorable en toda su cutrería el Frankenstein meets the WolfMan, de Roy William Nelly) o el surgimientos de premisas tan delirantes pero extrañamente atractivas como I Was a Teenage Frankenstein o I Was a Teenage Werewolf. Fue una época en las que los monstruos se veían hundidos en la rancia (y encantadora) serie B de la época y en la que ya no eran tomados muy en serio hasta que llegaron los chicos de la Hammer, claro que eso es otra historia. Stephen Sommers bebe de esa época, y no solo por la ambientación de la película o su visión de los seres monstruosos pese a estar tamizados por las modernas tecnologías: incluso el guión, propio de un film de aventuras, surge de esas fuentes. Y es que es imposible, y lo digo en serio, que haya TANTOS gambazos en un guión de un film de alto presupuesto que cuenta con tantos medios y con un buen número de revisiones (claro que a veces en ciertos casos las revisiones son las que provocan los gambazos, solo hay que ver Alien 3). Son tan cantosos que tras unos cuantos visionados uno llega a darse cuenta de que buena parte de ellos están ahí a propósito (como los diálogos tontos en interpretaciones ridículas en Arac Attack, otra película a reinvindicar), y es que estoy seguro de que Sommers tiene que saber que entre dos lunas llenas hay más tiempo que dos días, o que doce campanadas no duran casi diez minutos... Al margen se quedan detalles curiosos como el de las novias de Drácula saliendo a plena luz del día: puede partirse perfectamente de la premisa de que los vampiros pueden salir de día siempre que el sol no les alcance de forma directa o quizás también puedan salir pero con sus habilidades reducidas (idea que era expuesta en el Drácula, de Bram Stoker dirigido por Coppola)

Resumiendo, Van Helsing es una película que no engaña a nadie, que no debería indignar a nadie. No se define a si misma como una obra maestra, ni como una joya, ni siquiera se define a si misma como una buena película si comprobamos sus precedentes y su capacidad de absorber los tópicos como una esponja. Se define porque ofrece entretenimiento y lo da. Y a mi me basta con eso.

viernes, octubre 22, 2004

Carnaza de bajo presupuesto


¿Por qué me gusta el cine? ¿Por qué me gusta hablar del tema? Supongo que mi primo tenía razón al decir que soy un cinéfilo, algo de lo que yo no estaba muy seguro hasta que hace un tiempo (bastante tiempo) constaté que no es necesario ser un experto en la materia para apreciar el cine. O al menos no es necesario ser un experto en todos los aspectos y múltiples rostros del séptimo arte (y también "primer mercado", algo de lo que más de uno se olvida), podría decirse que hay toda clase de cinéfilos por ahí sueltos, de muy diversa índole y naturaleza. Yo soy de gustos eclécticos, nunca tuve muy claro donde encajaría una persona que lo mismo disfruta echándole un vistazo a Rashomon que partiéndose la caja con la comedia escatológica de turno. Pero hoy he visto la luz, a través de las palabras de un compañero de clase seguidor incansable de las producciones europeas y que desdeña el cine norteamericano posterior a 1990: "Eres carne de serie B"

Ahora sé que mis defensas de las virtudes de filmes como Underworld o Van Helsing (series B que parecen series A, algo que en realidad es aplicable a muchos de los blockbusters que nos inundan cada verano) no se deben a un complejo de preferencia por las causas perdidas.

Ahora sé porqué el género fantástico me absorbe más que cualquier otro, sé porqué películas como Hellboy me parecen pequeñas joyas mientras que posibles filmes consagrados se me antojan coñazos insufribles (ojo, no todos, que servidor ha disfrutado con un buen número de obras maestras, aunque Novecento nunca me la he podido tragar entera).

Ahora sé porqué siempre que entro en un videoclub me quedo mirando fascinado las carátulas de todas esas películas cutres rodadas con cuatro duros y actores que actúan con el culo preguntándome si en alguna de ellas podría encontrarse, sorpresa entre sorpresas, una obra digna de ser recordada en un futuro como en su día lo fueron Posesión Infernal y otras.

Me gustan muchos y muy diversos géneros, he visto toda clase de películas, he disfrutado con propuestas cinematográficas muy variadas. Pero soy carne de serie B. Yo ya no tengo cura, pero quizá vosotros podáis salvaros aún.
Es hora de revisionar Matinee.

miércoles, octubre 20, 2004

¿Sueño?

¿Sueño?


¿Donde demonios esta ese condenado de Sandman cuando se le necesita? Tendré que decirle cuatro palabritas a Neil Gaiman...

Si señores, aquí me tienen en plena madrugada trasnochando y desvelado cual criatura de la noche mientras oigo el ulular de las lechuzas (y no es coña, hay una arboleda justo al lado del edificio en la que debe haber unas cuantas) y espero a que me entre sueño de una ¿$%&@! vez. Una posibilidad sería echarle un vistazo a los programas de teletienda (algún día tengo que escribir sobre ellos) como me recomendó cierta persona en los comments de otro post hace un tiempo, pero no quiero arriesgarme a sufrir un derrame de cristalino.

También podría leer algo de Kafka. Al margen de sus logros como escritor, sus textos suelen dejarme como un ladrillo. No es nada personal, si hay alguien que sea especial defensor de Kafka le ruego que no me apedree.

Oh, y ahora llueve. Cojonudo. Mejor sentarse en la cama y adelantar en la lectura de El Quijote.

Va a ser una noche muy, muy larga.

martes, octubre 19, 2004

Lavando la cara

Sin que sirva de precedente, os presento el nuevo look de este blog.

Si no os gusta, se siente. Me apetecía un cambio de aires después de unos cuantos meses con los mismos trapos encima.

Enga, a rañala :P


lunes, octubre 18, 2004

Quotidionia Delirante IV

USC

"¡El Horror! ¡El Horror!"

Estamos en la tercera semana de clases, y la rutina por fin se ha impuesto del mismo modo que se impuso el pasado año: Los profesores se saltan más clases que los alumnos.

Y es que sino no se explica el hecho de que llevemos ya tres Lunes perdiendo Historia Medieval, o los Jueves encontrándonos con que la profesora de Mitología no aparece por ningún lado (algunos dicen haberla visto rondando por la cafetería, otros afirman que se equivocó de aula). De una forma u otra, nosotros perdemos un tiempo que podríamos haber aprovechado en un buen número de cosas, y la mayoría de los alumnos acaban con sus huesos en la cafetería, ingiriendo cantidades ingentes de café y Aquarius a partes iguales.

¿A que se deben esas ausencias? Algunas están justificadas debido al debacle de los horarios en Magisterio... muchos profesores de Humanidades tienen que acudir al rescate de los alumnos para rellenar huecos que otros no pueden, dejándonos a nosotros tirados en espera de recuperar clases en algún momento del curso. Otros simplemente desaparecen y punto. O están enfermos o aprovechan la ausencia de los demás para escaquearse del curro un par de días.

Y luego hablan mal de nosotros. Manda huevos.

martes, octubre 12, 2004

Buenos Presagios

"Las Buenas y Ajustadas Profecías de Agnes la Chalada"

El comentario sobre Hellboy fue tardío y a destiempo, y para no perder la tónica aquí llega también tardíamente mi opinión sobre una de mis últimas lecturas: Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman.

El Fin del Mundo, el Fin de los Días, el Apocalipsis, el Armaggedon, etc... muchos nombres distintos para un mismo hecho: el advenimiento del Anti-Cristo y el inicio de la guerra celestial entre Cielo e Infierno, un Gran Plan que lleva gestándose desde el año 4004 a.C, en el que Dios creó el mundo tempranito por la mañana porque le gusta trabajar cuando hace fresco (los fósiles de dinosaurios y cosas por el estilo son un chiste que los paleontólogos no han pillado). Y ese momento se acerca, el Anti-Cristo está en la Tierra y falta poco para el comienzo del fin... o eso se supone. Porque tras una leve confusión en el momento de su nacimiento, el Hijo del Adversario no ha sido criado tal y como debería, escapando a las diversas influencias maléficas que deberían hacer de él un satánico redomado que odiase la humanidad. El resultado de esa falta de control ha sido que no tenemos ni al Bien encarnado, ni al Mal encarnado... sino a un humano encarnado. Y eso les complica mucho las cosas a Azirafel y Crowley, ángel y demonio respectivamente, que se ven metidos en el embrollo, junto con la pandilla de amiguitos del Anti-Cristo, un par de cazabrujas, la descendiente de una bruja que previó todos los hechos, y Los Cuatro Moteros del Apocalipsis. Ah, y un Perro.

Buenos Presagios es una parodia, pero al mismo tiempo, una novela tremendamente original. Tomando las premisas básicas de films como La Profecía, junto con elementos extraídos directamente de la mitología cristiana, Pratchett y Gaiman componen una historia humorística que muestra un Apocalipsis la mar de curioso. Entre las catástrofes que asolan la tierra nos encontramos: alienígenas predicando paz y amor, monjes budistas excavando y surgiendo en los jardines, pescado cayendo del cielo, y un reactor nuclear cuyo interior se convierte en un caramelo. El estilo de Pratchett lo inunda todo, y podría decirse que la obra es más de él que de Gaiman, ya que por lo visto este solo colaboró en algunos aspectos generales de la trama, la idea inicial y unas pocas referencias y chistes, dejando todo lo demás para Terry.

El humor se sucede página tras página, desde simples diálogos hasta gags realmente visuales, aunque en ocasiones basta con el simple hecho de poner a un personaje cualquiera en contraste con los extraños sucesos que tienen lugar. Por otra parte, los personajes están endiabladamente bien construidos, destacando el dúo protagonista que hace que a ratos la novela parezca toda una buddy movie. Claro que un ángel y un demonio de compañeros no pegan mucho, la verdad, pero entre Azirafel y Crowley podría decirse que hay cierta amistad. Tantos siglos viviendo entre los humanos hacen que uno se humanice, son cosas que pasan. También nos encontramos a Adán, el Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Gran Bestia que... bueno, el Anticristo, un personaje que llega a caernos simpático ya que es presentado de tal forma que uno se da cuenta de que el pobre es 'inocente' respecto a su naturaleza, lo cual queda especialmente claro en el trepidante tramo final de la novela. Y es que al igual que en otras obras de Pratchett, todos los sucesos se disparan en un final acelerado donde confluyen todos los cabos sueltos de la trama con un ritmo realmente logrado, consiguiendo una sensación de "gran final" de lo más agradable.

Buenos Presagios, una comedia satánica (como diría Alex de la Iglesia) con la que se alterna la reflexión, la sonrisa y la carcajada. Forma parte del plan inefable, y si no pregúntenle a Azirafel.

lunes, octubre 11, 2004

Preparados Para Proteger


Un poco a destiempo y tardíamente me dispongo a dejar por escrito mis reflexiones respecto a Hellboy, la última película de Guillermo del Toro, que como toda persona de bien debería saber está basada en el cómic homónimo de ese monstruo de la imaginería visual que es Mignola (luego el como guionice es otra historia).

Lo primero que debo decir es que al personaje que nos ocupa lo conozco más por referencias, reviews, reportajes, etc... que por haber leído los cómics del mismo propiamente dicho. Por lo que he podido informarme nos encontramos ante una adaptación muy fiel, sobre todo en los aspectos visuales, con un ambiente gótico, oscuro y recargado, a ratos ominoso, y donde la luminosidad suele producirse cuando cierto personaje estalla en llamas. Llama la atención el como se ha plasmado el ambiente lovecraftiano del que hacían gala los cómics, desde ese inicio de la película con una cita del De Vermys Misteriis, hasta los diseños de las criaturas, como Sammael, llenos de tentáculos, aspecto gomoso, y sobre todo, con la pinta de ser seres muuuy antiguos. Nos encontramos ante una película entretenida y simpática, falta de pretensiones, y con un aire de "serie B que parece serie A" bastante conseguido, buen ritmo (salvo los últimos minutos, que se estira un poco la cosa), plagada de referencias, como esos nazis del principio metidos en rituales ocultistas (lo cual remite a la trilogía de Indiana Jones), hasta las autorreferencias que hace Guillermo del Toro a su propia filmografía: el aparatito de Cronos, que aparece fugazmente; la estación del metro y los subterraneos, idénticos a los de Mimic o Blade 2, etc...

En lo referente a personajes/actores, nos encontramos con un Ron Perlman soberbio que conserva todo su carisma bajo las capas de maquillaje aplicadas por Rick Baker y compañía, interpretando a un Hellboy chulesco y fanfarrón, pero que al mismo tiempo es más inseguro y vulnerable de lo que parece: un gigante rojo demoníaco de dos metros y aspecto temible, pero que tiene miedo de que su padre adoptivo le vea fumando y que adora a los gatitos. Junto a él se encuentra su compañero de equipo Abraham "Abe" Sapien, una suerte de hombre-pez azul inteligentísimo y con capacidades telepáticas y precognictivas interpretado por un Doug Jones al que en este caso si que no se le reconoce bajo su mascara pisciforme. De entre los personajes humanos destacan John Hurt interpretando al Dr. Trevor 'Broom' Bruttenholm, el descubridor y padre adoptivo del protagonista que con su presencia es capaz de eclipsar a todos los que le rodean interpretativamente hablando, y el personaje de Liz Sherman (Selma Blair), joven piroquinética y traumatizada cuya personalidad difiere (por lo que tengo entendido) considerablemente de la del cómic. Para rematar, el agente John Myers (Rupert Evans), personaje creado íntegramente para la película con la excusa de que los espectadores necesitaban a alguien con quien identificarse. Myers cae simpático, aunque no es ni de lejos un personaje tan importante como debería, salvo en el último tramo de la película. ¿Y los villanos? Aparte de la bestia Sammael podemos ver a un Grigori Rasputin (Karen Roden) que como ya han indicado otros antes que yo parece más un capo mafioso ruso que un oscuro y demoníaco ocultista. Junto a él la fría Ilsa (Bridget Hodson) y el enigmático e interesantísimo Karl Ruprect Kroenen (Ladislav Beran), cuyo mejor momento es al inicio del fin, con su uniforme nazi (pierde bastante con el look de ninja que luce después)

Para acabar el comentario hacer mención a la curiosa banda sonora compuesta por Marco Beltrami, que alterna temas muy de su estilo propio (geniales esos Main Titles, pese a su brevedad) con otros que son marcados homenajes al estilo del fallecido Jerry Goldsmith. En resumen: Hellboy, una película entretenida, sin pretensiones, con puntos interesantes, algún que otro defectillo y un aspecto visual impresionante. El cine de entretenimiento de calidad, como tiene que ser.