lunes, agosto 21, 2006

Larga Vida al Rey

Lo primero que debe tener uno claro a la hora de ver Godzilla Final Wars (Gojira: Fainaru Wōsu, 2004) es que la película no es tanto un film de ‘cierre’ del personaje o de aniversario como un homenaje a toda la filmografía clásica, la serie showa, del lagarto cargado de esteroides radioactivos. Eso si, todo con los aires de ahora, y si tenemos en cuenta que en otros films previos del bicho los directores ya habían colado una buena ración de elementos e influencias del cine occidental (elementos jamesbondianos en los 70, droides a lo Terminator en la serie heisei (en Godzilla vs King Gidorah), los aires a lo Predator de Destoroyah en 1995, etc...), ahora tocan, como bien han señalado muchas otras reseñas antes que esta, los elementos con aires a lo Matrix y similares. Por haber, hasta hay un juego de palabras a costa de X-Men. Y mutantes, ahí es nada.
No voy a contar mucho de la trama, por aquello de no soltar spoilers. Solo decir que nos encontramos ante una historia que toma como único punto de referencia anterior al Godzilla de 1954 (como ocurre con todos los filmes del saurio de la serie Millenium, iniciada con Godzilla 2000) y que parte de la premisa de una invasión alienígena que se sirve de un considerable grupo de kaijus (‘monstruos gigantes’, para los profanos) que se dedican a patearse todo lo que encuentran: Anguirus en Shangai, Rodan en NY, King Caesar en Okinawa, Zylla (el Godzilla yanki, también conocido como G.I.N.O, Godzilla In Name Only) en Sidney, etc...
Los únicos que les harán frente serán un pequeño grupo de héroes comandados por el capitán de la nave Gotengo, Douglas Gordon, personaje interpretado por el luchador/actor-a-tiempo-parcial Don Frye, que la verdad no es que sea un as de la actuación (bueno, vale, es maaalo), pero consigue darle una chulería a su personaje impresionante consiguiendo que sea de lo mejor de la función. Y en medio de todo ello el mismísimo Rey de los Monstruos, Godzilla, despertado de su letargo en la Antártida por los protagonistas como única esperanza de hacer frente a los monstruos... al tiempo que son conscientes de haber liberado quizás algo peor. Ah, y también anda Minilla por ahí, junto con un crío y su abuelo, pero sobre eso como que cuanto menos diga, mejor.Todo un popurrí que se desarrolla en apenas dos horas totalmente frenéticas, sin tiempo para el aburrimiento, cargadas de monstruos gigantes arrasando ciudades, enfrentamientos de artes marciales, momentos a lo Independence Day, toques de cine de acción de Hong Kong remezclado con Matrix, X-Men, etc... incluso influencias del manga y anime diría que hay. Todo eso son elementos que a más de un seguidor del personaje le han causado urticaria (eso y que casi no suenen los temas clásicos de Akira Ifukube en la BSO de Keith Richardson, que es como un Hans Zimmer videojueguil), lo cual unido a la costumbre del director Ryuhei Kitamura de que sus filmes acaben de forma ‘excesiva’ (el brutal combate entre Godzilla y el ‘Monstruo X’ en esta, o la lucha contra 200 samurais/bandidos en Azumi, etc...) ha hecho que Godzilla Final Wars acabe siendo de esas películas que, como impresión general, tienen tantos detractores como seguidores. Por lo que a mi respecta, creo que estaría del lado de los segundos. Y es que quejarse de todas esas cosas para mi es quejarse por nada. Lo importante es ver a Godzilla repartiendo estopa, y en eso la película cumple sobradamente.Aunque es cierto que el film tampoco es perfecto dentro de su género (la tercera película de Gamera, de 1999, creo que se sigue comiendo con patatas a casi todo film de kaijus anterior o posterior, salvo unas pocas excepciones), destacando sobre todo lo poco que sale Godzilla en pantalla en comparación con otras películas (aunque su presencia planea sobre toda la trama), o lo breves que resultan los numerosos combates, lo cual provoca el curioso efecto de que el Gran G parezca más poderoso que nunca, liquidando a algunos enemigos con un solo par de movimientos, sin esfuerzo... Al final seguro que hasta eso era lo que quería Kitamura.En resumen, un film resultón dentro de su genero, indicado sobre todo para aquellos que gusten de estas películas (ya sabemos que los críticos ‘especializados’ y la mayoría de los mortales no sabrían verle la gracia), espectacular, con un buen uso de sus FX (de muy buen nivel... no son de superproducción hollywoodiense, pero cumplen sobradamente), plagada de guiños a las películas clásicas del lagarto con aliento a la Chernobyl (incluidos los elementos más delirantes de la serie showa, ejem... ese partido de fútbol...). Vamos, que si te gusta el kaiju eiga, si te gusta Godzilla, es más que seguro que te gustará Godzilla Final Wars.

Aunque salga Minilla... sigh.

Y ahora, a decirle adiós a su majestad hasta como mínimo el 2010, que entre cinco y diez años la Toho ha dicho que no veremos nada nuevo del Gran G. Esperemos que le sienten bien las vacaciones y vuelva con fuerza.

sábado, agosto 12, 2006

300


"¡Cien naciones caerán sobre vosotros! ¡Nuestras flechas taparán el sol!"
"Entonces lucharemos en la sombra"

Hala, ya tengo otra película de visionado obligatorio para el 2007.