lunes, marzo 14, 2005

Unos caballeros extraordinarios (y una dama)


Aprovechando su lectura reciente hoy toca hablar de cómic, en concreto de un cómic del que ya se ha dicho mucho y que al leerlo siempre da la impresión de lo genial que hubiera sido una película basada en él, algo que seguramente pensaron ciertos productores que luego por razones desconocidas pusieron la historia patas arriba y obtuvieron como resultado un film que no es de los mejor recordados de su año. Pero esto sería irme por las ramas, así que vamos a lo que vamos, el cómic, una de las casi siempre geniales creaciones de ese excéntrico inglés aprendiz de mago llamado Alan Moore, en colaboración con ese dibujante etiquetado como ‘gamberro’ que es Kevin O’'Neill. Obviamente estoy hablando del Volumen I de La Liga de los Caballeros Extraordinarios.

Y como dije al comenzar, de este cómic ya se ha dicho mucho. Supongo que todos conocen más o menos la trama, aunque sea a grandes rasgos: Grupo de personajes de la literatura victoriana (o del siglo XIX en general) bastante conocidos y todos ellos dotados de un ‘algo’ que los distingue son reclutados para hacer frente a una mortal amenaza para acto seguido descubrir que han sido manipulados, etc... En tal variopinto grupo nos encontramos a Mina Murray, Allan Quatermain, El Dr. Jeckyll y su particular alter-ego Mr. Hyde, el Capitán Nemo y El Hombre Invisible. Así de esta forma Moore conjuga elementos a priori tan diferentes como personajes literarios decimonónicos y la idea de los equipos superheroicos. Pero no se vayan a creer que son unos santos, que va... Mina es una mujer divorciada de fuerte carácter y costumbres '‘escandalosamente independientes'’ para esa época, Quatermain -el Gran Cazador Blanco- es un viejo venido a menos y adicto al opio (aunque se repone a lo largo de la serie), Jeckyll es un hombre apocado ante esa parte oscura cada vez más fuerte (literal y figuradamente) que es Hyde, Griffin -El Hombre Invisible- es un cabrón amoral y Nemo, pese a su nobleza y educación, no es precisamente un santo varón.

Al margen de la excelente trama y de las geniales caracterizaciones de los personajes, una de las mayores gracias del cómic está en pillar las múltiples referencias a obras literarias, muchas de ellas recogidas en esa base/museo del grupo, con especimenes de habitantes de los distintos países visitados por Gulliver, cuadros de una Liga anterior donde podemos ver a gente como la Pimpinela Escarlata, el retrato de Dorian Gray de la portada del cómic, etc... Y referencias más veladas en algún diálogo como ese “"Llámeme Ismael”" que suelta un miembro de la tripulación del Nautilus. También cameos de personajes como un anciano Auguste Dupin (protagonista de uno de los relatos más celebres de E. A. Poe, Los Crímenes de la Calle Morgue) o el mismísimo Sherlock Holmes en un flashback (también vemos a su hermano Mycroft, pero eso es en otro momento), etc... ¿Y los villanos? Pues nada más y nada menos que Fu Manchú y otro más cuya presencia no se revela hasta más adelante aunque supongo que a nadie le supondrá ya una sorpresa ¿no? Hablamos claro está del Napoleón del Crimen, el viejo James Moriarty.

Un cóctel referencial, un relato de aventuras cargado de mala leche e incorrección, violento y crudo cuando la situación lo requiere, alternando lo espectacular y lo intimista, con unos protagonistas más cercanos a la idea de antihéroe que a otra cosa, muchos de ellos cargados de una doble moral de lo más preocupante, algo que será muy explotado en cierto personaje en la segunda miniserie, pseudo-remake de La Guerra de los Mundos de Wells con la Liga de por medio que el final de esta entrega que nos ocupa ya anticipa...

Pero eso ya es otra historia...

5 comentarios:

  1. Sólo puedo quitarme el sombrero. Corto, pero intenso. Sintetizas todo lo que simboliza la Liga (antihéroes, paralelismo con los supers, referencias a la literatura del siglo XIX...). A mí el cómic me encantó en todos esos sentidos.
    Respecto al volumen 2, el de La Guerra de los Mundos, a mí me gustó bastante, aunque hay que decir que aquí Alan Moore desfasaba en algunos momentos (lo de Hyde y Griffin fue pasarse).

    Y la película... un crimen.

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  2. Anónimo2:01 a. m.

    Eh! Lo de Griffin y Hide es genial!! xDD

    Muy chulo el post... entra en el enlazator ^^

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  3. Vaya! eso es de agradecer maese Jamfris :)

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  4. Hrmmm... La primera parte es la maravilla hecha cómic. La segunda, sin embargo, no termina de convencerme, me parece que a Moore se le fue el melón y dio un bajón impresionante...

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  5. Anónimo8:35 p. m.

    fui a ver la pelicula al cine y de la unica frase con la que me kede partiendome fue al llegar al barco que creo que nemo le presenta a un señor diciendo: este es mi ayudante o chofer o algo asi i este responde: LLAMEME ISMAEL.
    nos empezamos a partir de risa: - DIU,DIU,A MI LLAMAME ISMAEL A MI.

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