En los 80 uno tenía muy claro a quien llamar cuando tenía problemas con fantasmas, pero ¿a quién llamabas cuanto tenías un problema de monstruos? A La Pandilla del Monstruo, claro.
Fred Dekker, el tipo responsable de la genial El Terror Llama a su Puerta y del que no volvimos a saber tras el fiasco de RoboCop 3, fue la punta de lanza de esta película, titulada en España Una Pandilla Alucinante, uno de esos productos cinematográficos que tras verlos no puedes sino tener claro que solo en la década ochentera podría haberse hecho: un grupo de chavales de esos que se reúnen en una cabaña del árbol y aficionados al cine de terror son los únicos que pueden hacer frente a las fuerzas del mal que reaparecen cíclicamente cada 100 años, encarnadas en un grupo de monstruos icónicos a más no poder: Drácula, el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, la Criatura de la Laguna Negra y la Momia. El Panteón de monstruos de la Universal al completo... claro que siendo esta una película de la Tristar y para ahorrarse problemas de derechos, los seres aparecen con variaciones de diseño que pueden ir desde algo muy sutil (salvo detallitos menores el Drácula de esta película es tal cual el de la Universal a simple vista) hasta actualizaciones en toda regla (el Hombre Lobo... el de esta película es uno de los mejores licántropos que he visto en pantalla, ¿que tendrían los 80 que fueron tan bien para los bichos peludos estos?). la trama gira en torno al enfrentamiento que tendrán los críos con los monstruos en lo referente a un amuleto que permitiría enviar a los monstruos al limbo durante otros 100 años... o permitir a éstos destruirlo y hacer que el mal reine sobre la tierra. Vamos, lo ideal para una juerga de fin de semana.
Ver la película hoy es más un ejercicio de nostalgia para la mayoría. No voy a aventurarme a discernir si ha envejecido bien o mal, porque en mi caso yo fui de los pocos que no la vio hace años y aún así la he disfrutado, pero me atrevo a decir que para un público ‘moderno’ la trama de la película a día de hoy se haría difícil de tragar. Y pese a eso, pese a la disposición de creerse todo inocentemente que se requiere para disfruta de la magia de la película, pese al protagonismo infantil/juvenil de la misma, no creo que pueda decirse que es un film ‘infantil’... hay momentos de terror puro: la transformación del Hombre Lobo en la cabina de teléfonos aunque hoy ya no impresione tanto (y ni llegue al nivel de otras metamorfosis vistas en pantalla) en su momento debió de dejar acojonadillo a más de uno, y ese Drácula en su forma híbrida de murciélago, como un engendro demoníaco y deforme, o el mal rollo que transmiten las vampiresas, etc... por no mencionar detalles de madurez en la historia, como cuando el espectador descubre que el vecino alemán de los niños (al que tenían pánico y llamaban ‘ogro’ –Scary German Guy en la VO-) es judío, superviviente del holocausto, al tiempo que afirma que el ya “sabe mucho de monstruos”.
Poco más tengo que decir, salvo que es un espectáculo la mar de agradable, el cine en su concepto de entretenimiento más puro, con una buena dirección, excelente BSO de Bruce Broughton, y unos destacables FX del casi siempre fiable Stan Winston. Ideal para montarse una sesión continua junto con Los Goonies y Gremlins, con palomitas y Coca-Cola (bueno, los aperitivos y bebida son opcionales).
Y como propina, y siguiendo mis experimentos con Youtube, aqui os dejo el trailer:
Fred Dekker, el tipo responsable de la genial El Terror Llama a su Puerta y del que no volvimos a saber tras el fiasco de RoboCop 3, fue la punta de lanza de esta película, titulada en España Una Pandilla Alucinante, uno de esos productos cinematográficos que tras verlos no puedes sino tener claro que solo en la década ochentera podría haberse hecho: un grupo de chavales de esos que se reúnen en una cabaña del árbol y aficionados al cine de terror son los únicos que pueden hacer frente a las fuerzas del mal que reaparecen cíclicamente cada 100 años, encarnadas en un grupo de monstruos icónicos a más no poder: Drácula, el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, la Criatura de la Laguna Negra y la Momia. El Panteón de monstruos de la Universal al completo... claro que siendo esta una película de la Tristar y para ahorrarse problemas de derechos, los seres aparecen con variaciones de diseño que pueden ir desde algo muy sutil (salvo detallitos menores el Drácula de esta película es tal cual el de la Universal a simple vista) hasta actualizaciones en toda regla (el Hombre Lobo... el de esta película es uno de los mejores licántropos que he visto en pantalla, ¿que tendrían los 80 que fueron tan bien para los bichos peludos estos?). la trama gira en torno al enfrentamiento que tendrán los críos con los monstruos en lo referente a un amuleto que permitiría enviar a los monstruos al limbo durante otros 100 años... o permitir a éstos destruirlo y hacer que el mal reine sobre la tierra. Vamos, lo ideal para una juerga de fin de semana.
Ver la película hoy es más un ejercicio de nostalgia para la mayoría. No voy a aventurarme a discernir si ha envejecido bien o mal, porque en mi caso yo fui de los pocos que no la vio hace años y aún así la he disfrutado, pero me atrevo a decir que para un público ‘moderno’ la trama de la película a día de hoy se haría difícil de tragar. Y pese a eso, pese a la disposición de creerse todo inocentemente que se requiere para disfruta de la magia de la película, pese al protagonismo infantil/juvenil de la misma, no creo que pueda decirse que es un film ‘infantil’... hay momentos de terror puro: la transformación del Hombre Lobo en la cabina de teléfonos aunque hoy ya no impresione tanto (y ni llegue al nivel de otras metamorfosis vistas en pantalla) en su momento debió de dejar acojonadillo a más de uno, y ese Drácula en su forma híbrida de murciélago, como un engendro demoníaco y deforme, o el mal rollo que transmiten las vampiresas, etc... por no mencionar detalles de madurez en la historia, como cuando el espectador descubre que el vecino alemán de los niños (al que tenían pánico y llamaban ‘ogro’ –Scary German Guy en la VO-) es judío, superviviente del holocausto, al tiempo que afirma que el ya “sabe mucho de monstruos”.
Poco más tengo que decir, salvo que es un espectáculo la mar de agradable, el cine en su concepto de entretenimiento más puro, con una buena dirección, excelente BSO de Bruce Broughton, y unos destacables FX del casi siempre fiable Stan Winston. Ideal para montarse una sesión continua junto con Los Goonies y Gremlins, con palomitas y Coca-Cola (bueno, los aperitivos y bebida son opcionales).
Y como propina, y siguiendo mis experimentos con Youtube, aqui os dejo el trailer: