Hoy ha sido un día risible en clase de Historia Medieval. Veréis, nuestro profesor llegó hecho una furia, despotricando como un loco contra el mundo del séptimo arte, el cine. Y es que nuestro profesor es historiador, de esos de corte serio a los que les gusta que cuadren las fechas.
Y al pobre incauto no se le ocurre nada mejor que hacer que irse a ver El Reino de los Cielos. Y mira que le advertimos, que si no le había gustado Gladiator (que no le gustó) que se abstuviese de ver esta, pero nada, ni caso... Y así de esa forma perdimos (bueno, a mi no me pareció una perdida, la verdad) una horita de clase escuchando al individuo soltar toda clase de comentarios sobre la película que hacen que algunos de los más hirientes y sardónicos sobre ella que he leído en blogs y foros parezcan críticas benevolentes. Cágate lorito.
Lo curioso es que mientras soltaba toda su bilis y despotricaba contra el film, la imagen que se me vino a la cabeza fue la de cientos y cientos de fanáticos de la trilogía clásica de Star Wars que sueltan pestes de la nueva trilogía (y no, no me refiero a aquellos que argumentan que son malas películas para ellos, sino a los que se limitan a decir ‘son una mierda’ sin aportar razones y poner a Jorgito Lucas a la diestra del Anticristo... no sé si me explico)
En todas partes cuecen habas y todos somos frikis, fans o fanáticos de una forma u otra.
PD: A mi El Reino de los Cielos como mínimo me entretuvo, aunque si que cuesta un huevo creerse lo de un herrero medieval que sabe leer, escribir, tiene conocimientos de estrategia, aritmética...
PPD: Y si, me he visto el Episodio III, pero no esperéis un post por aquí, no al menos hasta el año próximo que me monte un maratón y os suelte un especial de toda la saga... ea, a cascarla por ahí.