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lunes, enero 25, 2010

Sherlock Holmes


Reseñita breve...

El Sherlock Holmes de Guy Ritchie es la típica película irregular pero notable en sus aciertos. Un entretenimiento de corte pulp la mar de disfrutable que revitaliza a un personaje clásico intentando huir de los tópicos y acercándose a las raíces, consiguiéndolo a medias.

Los personajes, por un lado, son de las representaciones más fieles a los originales literarios de Doyle que un servidor se ha encontrado, sobre todo en el caso de un Watson que resulta perfecto y que por fin no cae en el tópico de Watson-regordete-bobalicón-simpático-que-no-se-entera... Este Watson es jugador, mujeriego (o lo era, que se nos casa), veterano de guerra, ayuda activamente en el caso y si se tercia sabe repartir leña. En el caso de Holmes… por un lado se huye de los tópicos y se tratan aspectos del personaje que se han obviado en otras adaptaciones como su don para el pugilismo y las artes marciales, mientras que otros aspectos como sus devaneos con las drogas otra vez se quedan fuera. El mayor cambio quizá se encuentre en su personalidad, para la cual en esta película se ha reforzado el lado excéntrico del personaje y el lado emocional, reflejado en su amistad con Watson y sus tira y afloja con Irene Adler. Su habilidad de deducción y observación sigue intacta, rozando en este film niveles casi superheroicos (a destacar la escena del restaurante con un Holmes que debe respirar hondo y cerrar los ojos para evitar la sobrecarga sensorial de detalles y gestos que percibe de toda la gente que le rodea)

La película está razonablemente bien dirigida, aunque siendo de Ritchie uno debe esperarse sus tics. Al menos los principales momentos de cámara lenta a lo Matrix están bien usados y hasta justificados (mostrando todo el proceso de análisis de un oponente y sus debilidades que realiza Holmes en segundos). La verdad es que el gran problema de la película es un guión que si bien no hace aguas, tiene una buena dosis de cortes y agujeros, sobre todo en la parte final, donde da la impresión de que las reescrituras han sido abundantes. Si hay secuela (y sin duda la habrá gracias a menciones a cierto profesor) el principal punto a tratar sería el pulir todos esos defectos narrativos, porque en lo referente a los personajes diría que podemos quedarnos contentos.

PD: Y si, se menciona a Mycroft (solo se le menciona), tienen un perro como en uno de los primeros relatos de Doyle, Watson tiene diarios con todos los casos que han afrontado escritos y en ningún momento de la película se escucha la frase de "Elemental..."

domingo, abril 19, 2009

Kame Hame Prffff...


Vista ayer y por suerte sin tener que pagar entrada…

A ver, por donde empiezo…

Er…

Dios…

Digamos que el visionado fue una mezcla constante de perplejidad, horror, carcajadas y sensación general de “¿Pero qué COÑO?”.

Para el espectador no-fan puede ser incluso un entretenimiento pasable (si no le da muchas vueltas a la… eh… llamémosle trama). Para el espectador fan o con mínimos conocimientos del manga/anime original… espumarajos por la boca y gruñidos incoherentes en la mayoría de los casos.

Y mejor no digo más…

PD: Vale, cosas salvables… Piccolo al final bastante potable pese a ser un personaje de lo más plano. Chow Yun-Fat de Mutenroshi es pasable (casi siempre). Y Goku come a lo bestia, como debe ser. Y las DB parecen DB… y en serio, eso es todo lo bueno de la película. Sigh.

sábado, marzo 07, 2009

¿Quién vigila...?


Me perdonareis pero voy a ser breve ya que a estas alturas se ha reseñado todo lo reseñable, para bien o para mal, de la película de marras. Así que no voy a hablar del reparto (bueno, vale , mención especial para Jackie Earle Haley, un Rorschach per-fec-to), ni de los FX, ni de la BSO, ni pitos ni gaitas… Voy a ir al grano.

Así que siendo breves (me repito más que el ajo) diré que pese al aumento de efectismo y pérdida de sobriedad respecto a la novela gráfica original, a los cambios/cortes, a la confusión que puede causar a los neófitos, y a cierto acartonamiento formal derivado de una búsqueda de fidelidad a nivel extremo (algo que como bien han dicho algunos por ahí resta alma a la película, provocando que sea a ratos una fotocopia del cómic original), yo disfruté con Watchmen. Dadas las circunstancias creo que el resultado final no dista de lo que podríamos esperar y es lo mejor posible que se podía obtener. Watchmen, la película, no es la obra maestra que podría haber sido pero tampoco es un film mediocre y lo que es, sin duda, es una película arriesgada que intenta ofrecer algo distinto. En mi caso el resultado ha sido satisfactorio (no así para otros, sin duda), y es que como ya dije hace unos meses teniendo en cuenta las adaptaciones previas de las obras de Moore, con tal de no ser un truño podemos darnos con un canto en los dientes. Quizá algún día se readapte Watchmen y el resultado sea mejor, o quizá no, pero lo que tenemos ahora tampoco está tan mal. Una película oscura, madura y arriesgada, que quizá no da tan en la diana como debería, pero solo por el atrevimiento y valentía que supone adaptar lo inadaptable y un poderío visual indiscutible consigue perdonar los defectos que irónicamente derivan de un exceso de fidelidad.

Watchmen es digna, con eso me basta.

jueves, agosto 14, 2008

El Caballero Oscuro

Bueno, no es la mejor película de todos los tiempos. Tampoco es el mejor thriller de todos los tiempos, aunque si entra en un rango de notable/sobresaliente bastante destacable y no tiene ningún problema en codearse con otras películas del género como la gran Heat de Michael Mann a la que incluso puede mirar cara a cara en determinados momentos. Lo qué si es El Caballero Oscuro probablemente, es una de las mejores películas en lo que va de año y la mejor película superheroica hasta la fecha. Es en ese último aspecto donde la película va a suponer un punto de inflexión similar al que supuso el Superman de Richard Donner, es una película que trasciende su origen fundamentado en tipos disfrazados pero no renuncia a él: no se avergüenza de ser una película de superhéroes, se toma en serio a si misma y plantea toda una serie de dilemas y dudas morales en torno a los conceptos de responsabilidad de nuestros actos y sus consecuencias ¿Hace Batman más mal que bien en Gotham? ¿Es necesaria realmente su presencia ahora que hay un ‘Caballero Blanco’ como Harvey Dent dispuesto a terminar con el crimen desde el lado de la ley? ¿Puede atreverse a cruzar la línea para frenar de forma definitiva a un hombre que solo quiere ver arder el mundo?

Todas las alabanzas que ha recibido la película en cientos y cientos de críticas son bien merecidas. El guión de los hermanos Nolan y David S. Goyer es un mecanismo de relojería, que si bien puede contar con algún punto oscuro (aunque no llega a ser ‘agujero de guión’), es tan denso y tan lleno de sucesos, información y detalles que uno no puede sino estar atento a la pantalla: la película no da respiro, no hay apenas momentos de transición o calma, cuando no hay escenas de acción la tensión e incertidumbre impregna el ambiente. A ello contribuye mucho la presencia de un Joker colosal que, al igual que la bestia de Tiburón, ve anunciada en muchas ocasiones su aparición a través de la banda sonora del film… sabemos que va a aparecer, pero no como, ni lo que hará. Hablar del Joker es hablar de Heath Legder en la que sin duda sea la mejor interpretación de su carrera (y en la que el malogrado actor hace que uno se olvide de Jack Nichol… ¿quién?), y hablar también de todo el reparto del film, todos ellos bien metidos en su papel en mayor o menor grado, destacando especialmente Aaron Eckhart como Harvey Dent, a un siempre correcto Christian Bale y a un Gary Oldman mucho mejor aprovechado que en Batman Begins (siendo su personaje de Gordon probablemente el que más empatía despierte entre los espectadores junto al de Harvey, en lo que por lo demás es un film bastante frío).

El Caballero Oscuro es en el sentido interpretativo un drama coral, todo personaje tiene su tiempo justo en pantalla y su razón de ser para el desarrollo de la trama. Una trama que en su cierre deja al hombre murciélago en una difícil situación que marca las líneas a seguir en una posible tercera película. Sin entrar en detalles o spoilers, nos encontramos ante una película que termina con un acto discutible pero que se hace con la razón de conservar la poca esperanza que queda en una ciudad como Gotham, un acto que lleva a Batman a cargar con una culpa que no es suya, a erigirse no como un héroe, sino como el mártir redentor de la ciudad que se ha propuesto salvar. Como bien dice cierto personaje, el hombre murciélago es el héroe que Gotham merece, no el que necesita, precisamente porque no es un héroe. Es un Caballero Oscuro.

domingo, mayo 25, 2008

El Reino de la Calavera de Cristal


Bueno, al fin vista este sábado y he de decir que he salido contentísimo de la sala de cine. Único problema serio que le veo a la película -al margen de asumir que es en principio la más 'floja' de las cuatro- es el hecho de que el guión parezca algo apresurado, da la misma sensación de La Guerra de los Mundos: escrito rápido y con prisas y no desarrollando a los personajes todo lo que se hubiera podido.

Pero por lo demás, una peli de Indy, algo más girada hacia la ci-fi (cosa de esperar dada la década de los 50 y el homenaje que se plantea a la serie B de la misma) pero una peli de Indy al fin y al cabo, con todo lo bueno que ha tenido de siempre la saga (muchas películas de aventuras matarían por tener escenas de acción como las de esta). ¿Y defectos? ¿Plagada de incongruencias y escenas inverosímiles o que pueden rozar el ridículo? ¡No me molesta, ya las había en las tres precedentes! ¿FX en CGI algo abusivos y que cantan? Bueno, a mi tan abusivos no me han parecido como en otras películas (este film en comparación con El Regreso de la Momia parece artesanal) y si cantan... ya cantaban mucho en ocasiones los FX de hace 20 años en las tres precedentes: distintas herramientas, mismo defecto, no deberíamos tirarnos de los pelos por eso.

Rematando, que ha sido un gustazo volver a ver al Hombre del Sombrero en la gran pantalla. Y hablando de sombreros, genial ese guiño final: Indy solo hay uno.

sábado, febrero 09, 2008

Dios tendría piedad, ÉL no.


La verdad, no sé por donde empezar, pues es la primera vez que creo que los críticos que descalifican una película y el público que la disfruta tienen razón al mismo tiempo. John Rambo (Rambo a secas en los USA) es, como película, muy fallida, pero como entretenimiento funciona perfectamente, aunque sea apelando a nuestros instintos más bajos y descerebrados. Le critican su carencia argumental, que es cierta pues la trama es poco menos que inexistente, y el exceso de violencia, que lo tiene. Y es que en lo referente a la violencia la película es una burrada de proporciones épico-dantescas (se come con patatas el estilismo violento de Tarantino), tan salidas de madre que en ocasiones uno tiene que reírse por pura incredulidad y sano (o insano, según se mire) disfrute de cine de acción de serie B como el de antes, ese que no tenía pudor en reventar cabezas sin dejar de notarse que el fiambre es un cacho de plástico, o en convertir al héroe protagonista en una fuerza de la naturaleza, una máquina de matar casi invulnerable haciendo frente a unos malos muy malos. Tan malos son los miembros del ejercito birmano en esta película que ciertamente, el que Rambo los convierta en pinchos morunos con su arco y carne para hamburguesas acaba resultando hasta catárquico. Si uno intenta analizar la película ideológicamente podría decir sin reparos que es toda una apología de la violencia como vía para solucionar las cosas (¡si hasta uno de los pacíficos misioneros que Rambo debe rescatar acaba abriéndole la cabeza a pedradas a un soldado birmano en la escaramuza final!)… pero claro, es una película de Rambo ¿qué otra cosa podría esperarse, sinceramente? Ya saben… Dios tiene piedad, pero…

Interpretativamente hablando… bueno... diría que los actores cumplen y punto, los limitados personajes que tienen no dan para mucho más, y que
Rambo sea tan callado y lacónico hasta se agradece, Sly se limita a aportar presencia, soltar un par de frases que van de lo lapidario hasta lo filosófico de baratillo, y pista. Técnicamente se agradece también que Stallone dirigiendo tire a lo clásico, sin movimientos de cámara nerviosos, siendo solo la carnicería final el único momento que puede resultar confuso para algunos espectadores, perdidos entre el intercambio de balas, machetazos, destripamientos y maniquís con cabezas reventadas. La banda sonora, de Brian Tyler, cumple y se agradece que en un par de momentos recupere el main theme original de Goldsmith, un detallito para nostálgicos de la saga –como esa escena final que recuerda de lejos a Acorralado-.

En resumen, si buscáis buen cine huid de
John Rambo como de la peste. Si buscáis simplemente una peli de acción de toque ochentero de las que ya no se hacen llena de violencia descerebrada con malos muy bestias y un bueno aún más mala bestia que ellos, lo pasareis como enanos. Así de sencillo.

domingo, diciembre 30, 2007

Grábalo todo


[REC]…

La verdad es que habiendo visto la película con considerable retraso (y no por falta de ganas, es que aquí a Lugo nos ha llegado con casi un mes de tardanza respecto a la fecha de estreno) se me hace algo superfluo escribir algo en lo que dudo que pueda decir nada que no se haya dicho ya en cientos de blogs, foros o webs sobre cine en las que se haya reseñado la película de Balagueró y Plaza.

No sabría decir si [REC] es la obra maestra del género de terror que muchos nos venden, yo personalmente no me atrevería a afirmarlo. No es tan original como quieren hacer creer algunos, pues a nivel de estilo cosas así las tenemos desde la fallida El Proyecto de la Bruja de Blair hasta precedentes algo más remotos como Holocausto Caníbal y sus pretensiones de falso documental. Respecto a esto, dejar claro que [REC] nunca se ha vendido como un falso documental o ‘sucesos reales’ tal y como ha sucedido con esas dos películas… el estilo documental es algo puramente estilístico, ni más ni menos. Siguiendo con su supuesta innovación, también está claro que el tema que trata, nuestros siempre bien queridos zombis, tampoco es algo inventado ayer, y de precedentes de esto no creo que deba citar ninguno ¿verdad? (La única aportación destacable al canon zombi sería quizás el peculiar origen de la plaga)

Y a pesar de todo eso, a pesar de que [REC] no es algo tan nuevo como podríamos pensar, a pesar de que su guión (pues hay un guión, se cuenta una historia, pese a todo el tono de improvisación y a la sencillez –que no simpleza- del asunto) quizá precise de unos pocos ajustes, la película funciona.

Funciona muy bien.

Desde que la trama realmente arranca, nos encontramos con una alternancia entre un ambiente insano, una sensación constante de que sabes que algo malo va a pasar, hasta sucesiones de sustos y momentos de horror puro que convierten en una montaña rusa cardiaca a la película. Y aunque alguno de esos momentos es incluso ‘predecible’ para aquel que esté curtido en este tipo de cine, el sobresalto no puede evitarse muchas veces, en parte por la crudeza de lo que vemos, no tanto por el nivel de violencia u horror que se muestre sino por ese aspecto estilístico ya mencionado de tono documental. Realismo aplicado al género zombi. Todo ello hace que [REC] sea una propuesta de lo más valiente en el panorama del cine español y una muy buena película (aunque detractores no le falten).

Porque [REC] provoca tensión y miedo y, en sus últimos minutos, angustia. Y en una película de terror que se precie de serlo eso es, al final, lo único que debería importar realmente.

sábado, diciembre 01, 2007

Beowulf

El acoso de Grendel a oídos llegó
del intrépido gauta, vasallo de Hýglac.
En fuerza excedía este noble varón
a todos los hombres que vivos entonces
había en el mundo.

Beowulf, de Robert Zemeckis, es más una 'reinterpretación' que una adaptación del poema épico, del que respeta la estructura de la historia pero añadiendo elementos que cambian mucho del sentido de la misma, de una forma que puede gustar más o menos a los puristas del relato pero que a mi parecer funciona perfectamente como película. Ciertamente, no sorprende, y uno puede hacerse una idea de por donde van a ir los tiros de la historia, pero es que la película en ese sentido no busca sorprender, solo contar un relato (en clave desmitificadora respecto a la fuente en que se basa, ahí se nota la presencia de Neil Gaiman al guión) y entretener. Y lo consigue, dos horas que se pasan volando, y eso siempre es bueno.

En lo técnico no mucho que decir que no se haya dicho ya. Espectacular en las secuencias de acción (sobre todo la batalla con el dragón, de vértigo), los 'interpretes virtuales' aún con sus fallos y carencia de expresividad en muchos momentos, presentan una clara mejoría respecto a sus predecesores en Polar Express. Y la BSO de Alan Silvestri, de sobresaliente, como suele ser usual en él.

¿Fallos? Los tiene. Su naturaleza de adaptación y cambios a lo que adapta pueden contar como posibles fallos para más de uno (para mi no), no deja de notarse también cierta influencia post-300 (el "¡Yo soy Beowulf!" es el "¡Esto es Esparta!" de la presente película, y se repite bastante), la historia en su sencillez puede pecar de poco trabajada sobre todo al desarrollar a sus personajes lo mínimo y necesario, y más que la violencia y la carga sexual (que seguro que a alguno también chirría), el film no deja de presentar en ocasiones un toque casi satírico de la historia que cuenta.

De todas formas la suma de los defectos de Beowulf no eclipsa las virtudes de la película como puro espectáculo. No busqueis en ella la carga y fondo de un Señor de los Anillos, ni su trascendencia. Buscad el cuento de un engreido matador de monstruos y dragones al que sus pecados acabarán pidiendo rendir cuentas. Buscad diversión sin complejos, y diversión recibireis.

miércoles, agosto 01, 2007

D'oh! (breve comentario de Los Simpson: La Película)


Comentar no puedo comentar mucho. Habiendo visto la película una sola vez -en espera de un segundo visionado- me doy cuenta de que me resulta imposible ser imparcial para listar defectos y virtudes de la misma en plan extenso y detallado. Solo puedo decir que me ha encantado, que es digna (digan lo que digan muchos fandamentalistas por ahí sueltos) y que si bien no alcanza el nivel de la época dorada de la serie, si es bastante superior a lo visto en las últimas temporadas.

Y que demonios, un film que empieza llamando estúpidos a los espectadores por pagar para ver algo que podrían ver gratis en TV tiene que ser bueno a la fuerza.

Y el Spider-Cerdo mola. Alabado sea el niño José.

viernes, mayo 04, 2007

Spider-Man 3

Spider-Man 3 es un espectáculo tan digno como sus predecesoras aunque ni siquiera ella se libra del Síndrome de las Terceras Partes aún saliendo mucho mejor parada que otros casos. Vamos, que no es la mejor de las tres pero aguanta el tipo y mantiene el nivel en los aspectos más básicos, así que por fin estamos ante una tercera parte de una trilogía superheroica que se sostiene a flote y no cae a los abismos.

Por partes… Sam Raimi se las arregla para componer una montaña rusa de espectacularidad que mantiene el tono y las raíces de los anteriores films siendo una evolución de aquellos, pero que no consigue conservar toda la cohesión narrativa de la que hacían gala Spider-Man y sobre todo Spider-Man 2. Y es que en esta tercera película se intenta contar mucho en muy poco tiempo… y para que dos horas y media de película se haga poco tiempo…
Sobre los personajes de Peter y MJ no hay mucho más que decir, pese a momentos puntuales (como ese Peter recién caído en el ‘lado oscuro’ por influencia del traje alienígena, que se reconvierte en un pseudo-Tony Manero) que descolocan algo. Lo mismo podemos decir de cierto baile y algún que otro diálogo ocasional, pero nada demasiado grave… vamos, que pese a ciertos detallitos la peli no cae en las garras del camp, como le pasó al Batman de Schumacher. Sobre el traje alienígena, su llegada a la Tierra es de un casual y murphyano que asusta: cae en un mini-asteroide justo cerquita de donde andaban Peter y MJ, que pasaban por allí. Muchos se quejan de esto, considerándolo una salida de poco menos que serie B, pero servidor cree que es la muestra en pantalla de la ‘Vieja Suerte Parker’ de los comics, ese principio no escrito en el que a Spider-Man toda cabronada que le pueda ocurrir le ocurrirá (el mejor ejemplo lo vimos en la primera película, gente… ¿cuantos archienemigos tuyos acaban siendo el padre de tu mejor amigo? Cosas de este estilo en los comics del lanzarredes las hay a puñados)
Veneno y Gwen Stacy por su parte están genialmente representados en pantalla pero salen muuuy poco, no dejan de ser meros esbozos de los personajes que uno conoce como lector, aunque la historia y caracterización de Brock es fielísima en sus puntos base a lo visto en viñetas. Gwen por su parte no tiene más papel que dar paso a un hipotético triangulo amoroso con Peter y MJ que no va más allá de eso, de la hipótesis… la presencia de la chica es más un guiño/regalo a los fans que otra cosa (y mas sangrante lo de su padre… el sustituir al Capitán Stacy por cualquier otro capitán de policía no afectaría en nada a la historia)
Una de las verdaderas estrellas de la función es Harry Osborn como el nuevo Duende (aunque casi parece más Corredor Cohete con ese modelito que gasta, como han apuntado en más de un sitio), cuya trama de fondo, que hemos visto avanzar desde el final de la primera entrega es de lo mejor de la peli. Su actuación en el último acto, no solo no es un homenaje a los Marvel Team-Up, sino que además sirve para demostrar que pese a sus errores y pecados, Harry nunca ha sido ni será como su padre, gracias a Dios.
La otra ‘estrella’ en cuestión es el Hombre de Arena, en toda una muestra de Raimi de que a él le encantan los villanos clásicos del trepamuros, no solo en parte por como se recrea en su condición inherentemente monstruosa sino en como los dota de una historia y justificaciones de fondo que los hacen muy humanos pese a su naturaleza. Al igual que ocurría con Octopus en Spider-Man 2, el Hombre de Arena es en cierto sentido un personaje de naturaleza trágica, un hombre que más que malvado se ve abocado a saltar de un error a otro empeorando las cosas sin pretender causar verdadero daño.
¿Balance final? Spider-Man 3 es una película divertidísima que se pasa en un suspiro (cosa que habla muy bien de la capacidad como director de Raimi) y que pone un buen punto y final a la saga, pero que no posee la misma fuerza que Spider-Man 2 y ni el carisma y simpatía del primer Spider-Man. Aquel que acuda a la película esperando un film que supere el listón de la segunda parte saldrá decepcionado, sin duda. Aquel que solo quiera ver a su amistoso amigo y vecino Spider-Man en una de esas aventuras en las que le pasa de todo, saldrá sonriendo de oreja a oreja.

Eso si, a una cuarta parte la tendría miedito...

jueves, febrero 22, 2007

El Espíritu de la Venganza


Lo primero y más claro que uno puede decir acerca de Ghost Rider es que si no soportas a Nicolas Cage no te acerques a la película porque el tipo hace suyo al personaje de Johnny Blaze, aportando todos sus tics interpretativos típicos y alguna que otra excentricidad (lo de la copa llena de lacasitos…), aunque a mi personalmente me parece que está, como mínimo, convincente.

Lo segundo sería hacer referencia a cierta frase dicha por Urui en su blog respecto a la película: “Para decirlo rápido, me esperaba un truño más grande.
Y es que con Ghost Rider me pasa exactamente lo mismo que con El Castigador… siendo objetivo y analizando todo el conjunto fríamente no creo que pudiese decir que se trata de una buena película… pero eso es algo que puedo decir de muchas películas que me gustan y que he visto más de una vez, así de raro que es uno (de todas formas hacer inciso en que Ghost Rider se me antoja superior a El Castigador y al otro film de su director, Mark Steven Johnson, Daredevil… ésta le ha quedado mucho más redonda).
Debemos primero tener en cuenta que es una peli sobre un esqueleto llameante que va en moto y que curra como cazarrecompensas del diablo… solo eso ya debería bastarnos para reducir mucho el listón a la hora de buscar virtudes el producto… y no es por desmerecer la idea de partida del personaje, pero es que con una premisa así uno no va al cine buscando un film de gran carga dramática. ¿Qué pudo pese a eso haber sido un cojonudo film superheroico en lo referente a historia y desarrollo de personajes como los dos Spider-Man o X-men 2? Pues hubiera sido genial, pero Ghost Rider se ha quedado en esa posición de película ligera y divertida que ver un fin de semana, pasar el rato y hacer descansar el cerebrito que usualmente es machacada sin piedad por las críticas, que como mínimo en lo de los agujeros de guión y el nivel de algunos actores tienen razón (la mayoría del reparto se limita a cumplir y poco más)… pero claro, agujeros de guión también los tenía Superman Returns, generalmente mejor valorada pero que aquí y ahora digo que mucho más ‘aburrida’ que esta aventura del Espíritu de la Venganza (y eso que la pelicula del tipo de los calzones rojos también me gustó)
Y si uno es fan del personaje por conocerlo de los cómics seguro que sale satisfecho, pues aunque servidor no es un experto en el mismo, tengo el mínimo conocimiento para poder decir que como adaptación cumple de forma relativamente solvente… cosa de la que deberíamos alegrarnos pues el director tuvo que luchar con uñas y dientes para mantener intactos muchos elementos del personaje, o eso se dice (un poco como le pasó a Guillermo del Toro con Hellboy), optando al final por mezclar elementos de las diversas encarnaciones del Motorista en los comics (aunque han traducido ‘Penance Stare’ como ‘Mirada del Castigo’ y no la correcta ‘Mirada de Penitencia’) y añadir detalles como el de hibridar la figura del Cuidador (o ‘el viejo ese del cementerio’) con la del Phantom Rider (y no, esto no es spoiler… si hasta sale en el trailer, gente), otorgándole un toque de maestro-alumno a su relación con el protagonista.

En resumen, El Motorista Fantasma… verla, comer palomitas y pasar el rato. Si gusta bien, si no gusta no pasa nada, y todos contentos.

jueves, noviembre 30, 2006

Bond Begins

El pasado viernes (coñe, ya va casi una semana) fuimos a ver Bond Begins... estooo... Bond: Año Uno... er... Casino Royale, coñe ya. Claro que si uno se pone a pensarlo no van desencaminados esos dos títulos para hacer referencia a esta película, número 21 de la saga ‘canónica’ del Bond cinematográfico. En otros filmes anteriores (concretamente en Al Servicio Secreto de su Majestad y Muere Otro Día) se insinuaba que el nombre ‘James Bond’ podría ser un código tanto como el número 007, explicando así las distintas caras del personaje a lo largo del tiempo y películas (que eso no explicase las distintas caras de M, Monneypenny y Felix Leiter no parece venir a cuento a los partidarios de esa teoría). Casino Royale parte de la premisa de que Bond es Bond y solo hay uno, y que en su momento fue un novato como cualquier otro, con su licencia de agente 00 recién conseguida. Claro que el tono general de la película, la muestra de ese Bond más cercano que nunca al de los escritos de Ian Fleming y el aumento de un tono realista dejando de lado las ‘excentrecidades’ más categóricas de la saga insinúan también que este bien podría ser el inicio de una nueva continuidad (si podemos usar ese termino en las películas de Bond), lo cual se ve reforzado cuando uno lee por ahí que el próximo Bond 22 será una continuación directa de este Casino Royale.

En pocas palabras, nos encontramos ante una película bastante redonda, fresca, divertida, con momentos de acción de un nivel altísimo (esa persecución inicial, ese aeropuerto de Miami...), suspense del bueno (acojona esa partida de poker), un Bond más matón y asesino frío que nunca (como en las novelas, y no el chulopiscinas de muchas de las películas... un aplauso a Daniel Craig, que convence como pocos), una chica que no es un florero (una genial Vesper Lynd interpretada por Eva Green, cuyos diálogos con Bond son de lo mejor del film), un malo carismático y siniestro que no es el enésimo megalomaniaco que uno acostumbra a ver en estos films, etc... todo aderezado con una BSO de David Arnold en la que, curiosamente, el tema musical de Bond de toda la vida queda reservado para ese momento final del film en el que ‘James se convierte en Bond’. Mira tu por donde, por una vez la frase de la promoción televisiva, no anda desencaminada.

En pocas palabras: Todos a ver Casino Royale. Ya.

domingo, octubre 29, 2006

Guillermo Del Toro is my Master now


No es perfecta, ninguna película lo es. Pero sin duda esta joya pertenece a ese grupo que rozan la perfección.

Guillermo del Toro ha alcanzado ya plenamente la madurez como director, como creador de mundos y fábulas, que es lo que es esta película: un cuento oscuro y triste, ambiguo, sin garantías de final feliz, donde lo vemos todo a través de los ojos de una niña, tanto el mundo mágico como el mundo 'real' (que tampoco está exento de 'ogros'). En la ambientación de ese mundo real, criticada por algunos al mostrar una visión de 'buenos-y-malos', Del Toro no pretendía meterse en zarandajas políticas, solo buscar un entorno concreto que marcase a la protagonista y que la impulsase a una huida a ese mundo fantástico que, por su parte, ha vivido también tiempos mejores. La fantasía es oscura, vieja, como la madera podrida del árbol enfermo. Es la fantasía que se puede permitir un niño en tiempos oscuros.

Y sinceramente, poco más tengo que decir. Solo que ya tengo ganas de volver a verla y que espero que Del Toro en el futuro nos regale más obras de este calibre.

lunes, agosto 21, 2006

Larga Vida al Rey

Lo primero que debe tener uno claro a la hora de ver Godzilla Final Wars (Gojira: Fainaru Wōsu, 2004) es que la película no es tanto un film de ‘cierre’ del personaje o de aniversario como un homenaje a toda la filmografía clásica, la serie showa, del lagarto cargado de esteroides radioactivos. Eso si, todo con los aires de ahora, y si tenemos en cuenta que en otros films previos del bicho los directores ya habían colado una buena ración de elementos e influencias del cine occidental (elementos jamesbondianos en los 70, droides a lo Terminator en la serie heisei (en Godzilla vs King Gidorah), los aires a lo Predator de Destoroyah en 1995, etc...), ahora tocan, como bien han señalado muchas otras reseñas antes que esta, los elementos con aires a lo Matrix y similares. Por haber, hasta hay un juego de palabras a costa de X-Men. Y mutantes, ahí es nada.
No voy a contar mucho de la trama, por aquello de no soltar spoilers. Solo decir que nos encontramos ante una historia que toma como único punto de referencia anterior al Godzilla de 1954 (como ocurre con todos los filmes del saurio de la serie Millenium, iniciada con Godzilla 2000) y que parte de la premisa de una invasión alienígena que se sirve de un considerable grupo de kaijus (‘monstruos gigantes’, para los profanos) que se dedican a patearse todo lo que encuentran: Anguirus en Shangai, Rodan en NY, King Caesar en Okinawa, Zylla (el Godzilla yanki, también conocido como G.I.N.O, Godzilla In Name Only) en Sidney, etc...
Los únicos que les harán frente serán un pequeño grupo de héroes comandados por el capitán de la nave Gotengo, Douglas Gordon, personaje interpretado por el luchador/actor-a-tiempo-parcial Don Frye, que la verdad no es que sea un as de la actuación (bueno, vale, es maaalo), pero consigue darle una chulería a su personaje impresionante consiguiendo que sea de lo mejor de la función. Y en medio de todo ello el mismísimo Rey de los Monstruos, Godzilla, despertado de su letargo en la Antártida por los protagonistas como única esperanza de hacer frente a los monstruos... al tiempo que son conscientes de haber liberado quizás algo peor. Ah, y también anda Minilla por ahí, junto con un crío y su abuelo, pero sobre eso como que cuanto menos diga, mejor.Todo un popurrí que se desarrolla en apenas dos horas totalmente frenéticas, sin tiempo para el aburrimiento, cargadas de monstruos gigantes arrasando ciudades, enfrentamientos de artes marciales, momentos a lo Independence Day, toques de cine de acción de Hong Kong remezclado con Matrix, X-Men, etc... incluso influencias del manga y anime diría que hay. Todo eso son elementos que a más de un seguidor del personaje le han causado urticaria (eso y que casi no suenen los temas clásicos de Akira Ifukube en la BSO de Keith Richardson, que es como un Hans Zimmer videojueguil), lo cual unido a la costumbre del director Ryuhei Kitamura de que sus filmes acaben de forma ‘excesiva’ (el brutal combate entre Godzilla y el ‘Monstruo X’ en esta, o la lucha contra 200 samurais/bandidos en Azumi, etc...) ha hecho que Godzilla Final Wars acabe siendo de esas películas que, como impresión general, tienen tantos detractores como seguidores. Por lo que a mi respecta, creo que estaría del lado de los segundos. Y es que quejarse de todas esas cosas para mi es quejarse por nada. Lo importante es ver a Godzilla repartiendo estopa, y en eso la película cumple sobradamente.Aunque es cierto que el film tampoco es perfecto dentro de su género (la tercera película de Gamera, de 1999, creo que se sigue comiendo con patatas a casi todo film de kaijus anterior o posterior, salvo unas pocas excepciones), destacando sobre todo lo poco que sale Godzilla en pantalla en comparación con otras películas (aunque su presencia planea sobre toda la trama), o lo breves que resultan los numerosos combates, lo cual provoca el curioso efecto de que el Gran G parezca más poderoso que nunca, liquidando a algunos enemigos con un solo par de movimientos, sin esfuerzo... Al final seguro que hasta eso era lo que quería Kitamura.En resumen, un film resultón dentro de su genero, indicado sobre todo para aquellos que gusten de estas películas (ya sabemos que los críticos ‘especializados’ y la mayoría de los mortales no sabrían verle la gracia), espectacular, con un buen uso de sus FX (de muy buen nivel... no son de superproducción hollywoodiense, pero cumplen sobradamente), plagada de guiños a las películas clásicas del lagarto con aliento a la Chernobyl (incluidos los elementos más delirantes de la serie showa, ejem... ese partido de fútbol...). Vamos, que si te gusta el kaiju eiga, si te gusta Godzilla, es más que seguro que te gustará Godzilla Final Wars.

Aunque salga Minilla... sigh.

Y ahora, a decirle adiós a su majestad hasta como mínimo el 2010, que entre cinco y diez años la Toho ha dicho que no veremos nada nuevo del Gran G. Esperemos que le sienten bien las vacaciones y vuelva con fuerza.

jueves, julio 20, 2006

Superman Returns

Mucho se ha dicho de Superman Returns estos días... que si es una obra maestra, que si es una película fallida, que si es resultona pero se echa de menos a Chris Reeve, que si es una mierda pinchada en un palo, que si Smallville mola más... Se han dicho muuuchas cosas, algunas con las que estoy de acuerdo, otras con las que no.

Por mi parte, creo que yo estoy en las filas de los defensores de la película. Disfruté viéndola, me parece un gran espectáculo y me lo pasé como un enano, aún teniendo agujeros de guión por los que cabe todo Krypton, como dijo Peter David. Pero es una buena película, pausada, bien rodada, razonablemente bien interpretada, y con un final que es una muestra de valentía a mi parecer por parte de Brian Synger... ¿acabar una película de superhéroes con unos 15 minutos sin momentos de acción? Es arriesgado, pero creo que la jugada ha salido bien. No voy a enumerar ahora todos los puntos discutibles de la película, si alguien quiere comentarlos conmigo que se sirva de los comments y contrastamos opiniones, pero si quiero dejar apuntadas un par de cosillas.

Primero, respecto a los que se quejan de que un Luthor pre-crisis a estas alturas resulta ridículo y cansino, que sería mejor uno manipulador y maquiavélico, etc... solo puedo decirles ¿Qué demonios esperabais? Desde el principio Synger dejó claro que iba a continuar de forma directa las dos primeras películas originales, que iba a seguir todo en la línea de lo hecho por Donner... Por esa regla de tres esos espectadores que se quejan ya deberían saber que tipo de Luthor (y de Superman, y del resto de personajes, ambiente y trama) se iban a encontrar mucho antes de ver la película. Entonces, sabiendo eso, sabiendo que no os iba a gustar... ¿para que vais a verlo? Este mismo razonamiento es aplicable a los que deseaban ver un relanzamiento en toda regla del personaje, una nueva versión (a lo Batman Begins). Desde el principio se les dejó claro que no iba a ser algo así.

Synger ha hecho su Superman, que no deja de ser el Superman de 1978. No es una película para los fans que han conocido al personaje a través de los cómics posteriores a 1985 o para los fans más jóvenes que lo conocen por series como Smallville, es sobre todo una película para aquellos que vieron la original de 1978 siendo niños en su momento y que la disfrutaron (o aquellos que la vimos siendo niños de cuatro años unos cuantos años más tarde, en 1989, en el salón de nuestras casas, como es el caso). El factor nostalgia pesa mucho para apreciar este Superman Returns pese a sus gazapos (que los tiene, no es una película perfecta) y no deja de llamar la atención que las críticas positivas entre fans son mayoritarias en el grupo de gente que pasa de los 30 años de edad o los está rozando (ojo, entre fans, entre la crítica profesional ni idea de como va la cosa). Eso si, sí hay algo en lo que tanto unos como otros están de acuerdo al ver la película: Podrás creer que un hombre puede volar.

Ah, y que la fanfarria de John Williams (orquestada por John Ottman) sigue poniendo los pelos como escarpias escuchándola en un cine. Que gustazo.

viernes, junio 30, 2006

Monstruitos a mi...

En los 80 uno tenía muy claro a quien llamar cuando tenía problemas con fantasmas, pero ¿a quién llamabas cuanto tenías un problema de monstruos? A La Pandilla del Monstruo, claro.

Fred Dekker, el tipo responsable de la genial El Terror Llama a su Puerta y del que no volvimos a saber tras el fiasco de RoboCop 3, fue la punta de lanza de esta película, titulada en España Una Pandilla Alucinante, uno de esos productos cinematográficos que tras verlos no puedes sino tener claro que solo en la década ochentera podría haberse hecho: un grupo de chavales de esos que se reúnen en una cabaña del árbol y aficionados al cine de terror son los únicos que pueden hacer frente a las fuerzas del mal que reaparecen cíclicamente cada 100 años, encarnadas en un grupo de monstruos icónicos a más no poder: Drácula, el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, la Criatura de la Laguna Negra y la Momia. El Panteón de monstruos de la Universal al completo... claro que siendo esta una película de la Tristar y para ahorrarse problemas de derechos, los seres aparecen con variaciones de diseño que pueden ir desde algo muy sutil (salvo detallitos menores el Drácula de esta película es tal cual el de la Universal a simple vista) hasta actualizaciones en toda regla (el Hombre Lobo... el de esta película es uno de los mejores licántropos que he visto en pantalla, ¿que tendrían los 80 que fueron tan bien para los bichos peludos estos?). la trama gira en torno al enfrentamiento que tendrán los críos con los monstruos en lo referente a un amuleto que permitiría enviar a los monstruos al limbo durante otros 100 años... o permitir a éstos destruirlo y hacer que el mal reine sobre la tierra. Vamos, lo ideal para una juerga de fin de semana.

Ver la película hoy es más un ejercicio de nostalgia para la mayoría. No voy a aventurarme a discernir si ha envejecido bien o mal, porque en mi caso yo fui de los pocos que no la vio hace años y aún así la he disfrutado, pero me atrevo a decir que para un público ‘moderno’ la trama de la película a día de hoy se haría difícil de tragar. Y pese a eso, pese a la disposición de creerse todo inocentemente que se requiere para disfruta de la magia de la película, pese al protagonismo infantil/juvenil de la misma, no creo que pueda decirse que es un film ‘infantil’... hay momentos de terror puro: la transformación del Hombre Lobo en la cabina de teléfonos aunque hoy ya no impresione tanto (y ni llegue al nivel de otras metamorfosis vistas en pantalla) en su momento debió de dejar acojonadillo a más de uno, y ese Drácula en su forma híbrida de murciélago, como un engendro demoníaco y deforme, o el mal rollo que transmiten las vampiresas, etc... por no mencionar detalles de madurez en la historia, como cuando el espectador descubre que el vecino alemán de los niños (al que tenían pánico y llamaban ‘ogro’ –Scary German Guy en la VO-) es judío, superviviente del holocausto, al tiempo que afirma que el ya “sabe mucho de monstruos”.

Poco más tengo que decir, salvo que es un espectáculo la mar de agradable, el cine en su concepto de entretenimiento más puro, con una buena dirección, excelente BSO de Bruce Broughton, y unos destacables FX del casi siempre fiable Stan Winston. Ideal para montarse una sesión continua junto con Los Goonies y Gremlins, con palomitas y Coca-Cola (bueno, los aperitivos y bebida son opcionales).

Y como propina, y siguiendo mis experimentos con Youtube, aqui os dejo el trailer:

viernes, diciembre 16, 2005

King Kong

Fue la película que le hizo meterse en el mundo del cine y que realmente siempre quiso rodar, y al final se ha acabado saliendo con la suya. Peter Jackson ya tiene su King Kong, su circulo particular se ha cerrado ¿Y cual es el resultado? Me atrevo a decir que sobresaliente.

Primero sentar las bases de lo que voy a decir: Esta nueva versión NO supera a la original de 1933. La magia de ese clásico es intocable como lo son pocas películas y los efectos concebidos en su momento por Willis O’Brien siguen manteniendo creíble la fuerza de la historia pese al evidente desfase técnico. Y al igual que ocurrió con el remake de John Guillermin en 1976, esta nueva versión poco aporta al mito en el sentido de que la historia que se nos cuenta es la de siempre: El viaje, la aventura, la isla, la chica, el simio, el Empire State, los aviones y, finalmente, la belleza matando a la bestia. Todo sigue igual. Pero Jackson lo cuenta bien, pese a que mantiene esos problemas con las cámaras en las escenas de acción y la película puede hacerse larga a según que personas (son tres horas y siete minutos), y le da nuevo lustre aprovechando la tecnología de FX actual que tan bien demostró saber usar en su Trilogía de los Anillos, consiguiendo un Kong en CGI que parece más real que algunos actores de carne y hueso, que se erige como protagonista total del film (como tenía que ser) y sobre todo, como héroe/antihéroe trágico, eclipsando las correctas actuaciones del reparto (donde destaca el trío principal de Jack Black, Adrien Brody y sobre todo Naomi Watts) . Eso por no hablar de los dinosaurios, grandes, monstruosos, sin nada que ver con los de Jurassic Park, pues aquí no se busca al animal con rigor científico, se busca al monstruo prehistórico de las películas de aventuras. Y no podemos olvidarnos de ese Nueva York de los años 30 sumido en la Gran Depresión, empobrecido y sucio pero que al final de la película y con la nieve y el lago helado de Central Park se presenta casi como un idílico lugar de cuento de hadas que permite un respiro al simio y a su amada en uno de los momentos más hermosos de la película, un pequeño paréntesis en el caos y tragedia del final.

Esto nos lleva a hablar de dos de los mejores aciertos de la película a mi parecer: la ambientación cronológica, el mantener la historia en los años 30 es un acierto y Jackson sabe que Kong es hijo de su tiempo, hijo de una época en la que aún quedaba misterio en el mundo... hacer contemporánea la historia del simio no funcionaria, como ocurrió en la ambigua versión de los 70. Y el segundo gran acierto es la relación Kong-Ann. En la versión de 1933 nos encontrábamos con una atracción erótica por parte del simio y un claro rechazo por parte del personaje femenino; en la de 1976 esa atracción erótica era aún más acentuada, el simio era poco menos que un animal en celo aunque mostraba cierto afán de proteccionismo hacia su amada, sobre todo en el tramo final del film.
En la versión de Peter Jackson la cosa es más sencilla y al tiempo, más compleja. Por parte del personaje de Ann Darrow, superado el terror inicial, no surge amor hacia la bestia, pero si compasión y comprensión, un indudable aprecio, aunque sea por el hecho de agradecer la protección que el simio le brinda. En cuanto a Kong, él esta solo. Es el último de su especie. Podemos ver los restos oseos de otros como él, muertos hace tiempo (¿familia? ¿compañera e hijos?) y no podemos evitar percatarnos del dolor de ese simio que todos los días observa la puesta del sol con melancolía, quizá recordando tiempos mejores, cuando no era el Rey Kong, cuando no era un rey en su mundo pero tampoco un esclavo de la soledad, al que desde luego no le hacía ninguna falta ser encadenado y trasladado a una jungla de cemento. Y he aquí que se encuentra con esa criaturilla de cabellos rubios que es la primera que le hace frente sin miedo, la primera que le dirige la palabra, que le hace reir, que lo comprende y en su mente de bestia no puede evitar querer protegerla, o simplemente... quererla.

Peter Jackson ha hecho su película. No es perfecta, pocas películas lo son, pero es un digno remake que hace justicia al film original y en el que se nota el amor del director a ese gran simio en todo momento. Es una película de aventuras mayúscula, grande y espectacular, luminosa y oscura, y a ratos terrorífica (atentos a esa secuencia de insectos recuperada de una escena cortada de la versión de 1933... se nota que a Jackson se le puede aplicar el ‘quien tuvo, retuvo’). Pero es también un drama, una tragedia y ante todo, una historia de amor. Siendo objetivos, quizá no aporte nada como remake que es... pero no importa.

Es King Kong.

viernes, agosto 05, 2005

Los 4 Fantásticos


Bien, de forma tardía os dejo mi comentario respecto a Los 4 Fantásticos, la última adaptación de un cómic de la factoría Marvel, algo que casi está comenzando a ser un subgénero por si mismo. Lo primero que he de decir es que la película no es tan fantástica como debería (y si alguien se lo pregunta, sí, esto es un chiste malo y repetitivo insertado gratuitamente) y no llega ni de lejos a los niveles tocados por el Spider-Man de Raimi o los X-Men de Synger. Por otro lado si que está por encima de otros productos como Daredevil o Elektra (El Castigador lo dejó como algo aparte... para mi es casi ya de culto pese a ser en general mala... raro que es uno), algo a lo que ayuda una falta de pretensiones que quizá resta ambición a la película pero que consigue que esta sea un entretenimiento de buen nivel, y el hecho de que sea una adaptación correctísima en lo referente al cuarteto protagonista (son Reed, Sue, Ben y Johnny, sin duda), sus personalidades, sus aptitudes, sus relaciones... al final, igual que en el cómic, sus poderes son lo de menos. Reed es definido como “el sabio más tonto del mundo”; Sue, al margen de cómo interprete Jessica Alba, sigue siendo el nexo de unión del grupo; Johnny es el niñato inmaduro, chistoso, salido y pelín imbécil que todos queremos (bueno, y otros aborrecen); y Ben es La Adorable Cosa de Ojos Azules, como tiene que ser... (sin duda, el mejor personaje de toda la película... atentos a toda la secuencia del puente).

¿Cuál es el gran fallo entonces y que hace que la película no acabe de resultar redonda? El villano. Poniéndome fundamentalista podría decir que han destrozado al bueno (ejem, es un decir) de Victor Von Muerte (Von Doom en inglés... aunque en los cómics Ultimate lo han ‘rebautizado’ como Victor Van Damme... Dios...), reduciéndolo a poco menos que un mutante superpoderoso que obtiene sus poderes de la misma fuente que los protagonistas, haciéndole perder todo ese fondo que tenía en los cómics de gran científico y nigromante. Al final la cosa no acaba siendo tan desastrosa, ojo, y Latveria sigue siendo un país, no una multinacional como se rumoreaba por ahí, pero es que aunque el villano en la película consiga funcionar como villano no quita que sea una pésima reelaboración de su homónimo de las viñetas. Al menos es un consuelo que conserve ese toque de mala leche y engreimiento tipo “soy-mejor-que-todos-vosotros-juntos” del que también hace gala en el cómic. A todo eso añadamos una falta de confianza por parte de los jefazos de la Fox: presupuesto ajustadísimo y seguramente una considerable falta de libertad para el director Tim Story, al que se le notan las buenas intenciones...

El resultado final ha sido un blockbuster veraniego algo vacío, pero condenadamente divertido y que siguiendo la tónica marcada por otra películas tiene todas las pintas de ser al final poco menos que un prólogo para una secuela que esperemos sea algo más madura y llena de contenido.

miércoles, abril 27, 2005

De cazadores y presas


Venga, hoy vamos a hablar de cine, a ver si retomo el ritmo del blog, que lo tengo en barbecho desde hace ya un tiempo. Y hoy, en nuestra sesión de tarde toca... Depredador. Película en parte deudora del Aliens de Cameron en eso de mezclar fauna soldadesca con fauna alienígena, dirigida por un McTiernan en estado de gracia y en su época dorada y protagonizada por Arnold Schwarzenegger en el que es uno de sus trabajos más convincentes (junto con el de Conan el Bárbaro, Terminator y Mentiras Arriesgadas).

La película es de esas que va al grano. Y es que en ningún momento nos veremos sorprendidos por la naturaleza del ente que acosa al equipo de soldados de rescate de Dutch Schaefer ya que en los créditos iniciales se nos muestra la nave de la criatura descendiendo a nuestro mundo. De esta forma, la película no busca sorprender al espectador pero si mantenerle tenso, y es que poco o nada sabemos de la naturaleza del engendro al que van a enfrentarse ni cuales son sus motivos. En ese primer tercio de metraje se van asentando las piezas en lo que a ratos parece una película de acción convencional, con Dutch y sus compañeros como equipo de rescate enfrentándose a un nido de guerrilleros en una secuencia plagada de explosiones y disparos en cantidad ingente. Pero ya antes de esa explosión de acción nuestros protagonistas efectuaban dos sorprendentes hallazgos, uno de los cuales muestra que su misión no es del todo clara, y el otro aún más perturbador, en la forma de unos soldados despellejados y mutilados a los que encuentran colgados de un árbol y que parecieron ser presas de un pánico inexplicable antes de morir. Lo anormal hace acto de presencia en la película ya en ese momento y alcanza su culminación inicial con los primeros planos de la visión infrarroja de la criatura y de su mano agarrando un escorpión muerto. Sabemos pues que es un ser humanoide, pero seguimos desconociendo sus motivos, lo que le impulsa a matar.

Cuando el alienígena comienza a dar cuenta de los componentes del grupo de rescate, cunde el miedo y el desconcierto en unos hombres que de repente se encuentran enfrentados a algo que les supera. Mencionar aquí el dialogo de los personajes de Poncho y Billy (“"Eso es mentira, tu no tienes miedo a ningún hombre”" "“Ahí fuera hay algo que nos está esperando, y no es un hombre"”) o el relato de Ana, la protagonista femenina, sobre el “Diablo Cazador de Hombres” del cual hablaban las ancianas de su pueblo, un relato que indica al espectador que esa criatura u otras como él llevan mucho tiempo (¿décadas? ¿siglos?) viniendo ‘'de visita' ’y que eleva al cazador alienígena a la categoría de terror atávico, pues ya se ha ganado a pulso un hueco en el corpus de supersticiones y mitos de al menos una parte del mundo.



Finalmente todo acaba como ha de acabar, con el héroe cara a cara con el monstruo en un auténtico duelo en el que un primer momento el cazador se convierte en cazado gracias al uso de un montón de "“trucos de boy-scout"” que pillan por sorpresa a un ser que no tenía problema alguno en evitar la tecnología de minas y bengalas de aviso de la que habían hecho gala previamente Dutch y sus hombres pero que se ve sorprendido por una serie de trampas rudimentarias e improvisadas. Alguna que otra persona ha querido ver en esto una expresión de la idea de que el hombre en comunión con la naturaleza es superior al hombre en comunión con la tecnología. Por lo que a mi respecta, solo es una muestra de que para sobrevivir e improvisar lo que sea con los elementos del entorno que nos rodea no nos gana nadie como especie.

En resumen, una conseguida película de acción y suspense que desde luego se tiene ganado un puesto en el recuerdo de un buen número de aficionados y que nos regaló a una de las razas alienígenas más interesantes y curiosas del celuloide, o en palabras de Dutch... “"toda una belleza"” (claro que lo de “"hijo de Satanás”" también sería válido)

lunes, marzo 21, 2005

Cuestión de tuercas


Chris Wedge lleva camino de poder codearse sin problemas con los Lasseter y Brad Bird en el mundo de la animación. Y es que si ya me sorprendió en su momento con Ice Age (historia simpática de agradecido estilo cartoon clásico, sobre todo en lo referente a cierta ardilla) ahora ha vuelto a hacerlo con Robots.

La película es una comedia en toda regla, simple y llanamente. Vamos, que no es un film de ciencia-ficción ni tampoco un producto exclusivamente infantil, es de esas películas en las que eso de ‘para todos los públicos’ se cumple a rajatabla, ya que no importa la edad que tenga uno, seguro que lo pasa como un enano. Nos encontramos con un film de trama sencillita pero efectiva, que no por muy mascado que esté va a dejar de funcionar, en el que se extrapolan elementos y costumbres humanos a personajes que no lo son, robots en este caso, de la misma forma que en otras películas serían peces (El Espantatiburones) o insectos (Bichos), etc... a todo ello añadirle una imaginería visual de lo más imaginativo, colorista y atractivo que he visto en mucho tiempo en un film de animación, con cientos de detalles sorprendentes que resultan aplastantemente lógicos si te paras a pensarlo (¿cómo crece un robot según pasan los años? pues cambiándose a cada año que pasa las piezas por otras más grandes), y todo cargado con detalles de humor que van de lo sutil (hay algún que otro doble sentido que solo los adultos podrán percibir) a lo escatológico (también encontramos una escena digna de un film de los Farrelly), sin olvidar las inevitables parodias/homenajes a otras películas (he pillado referencias a Star Wars, Cantando Bajo la Lluvia, Matrix, El Señor de los Anillos, algunas muy veladas a Indiana Jones y el Templo Maldito y a Braveheart, etc... y luego también a las películas superheroicas).

En resumen, las constantes de búsqueda de innovación en la animación por ordenador parecen mantenerse, al menos en el caso de Wedge y compañía. Quizá sus filmes no tengan el trasfondo a todos los niveles que puede alcanzar alguna de las obras magnas de Pixar, pero desde luego son dignísimas competidoras.

Y para el año que viene, Ice Age 2. La gente en el cine aplaudió más a ese teaser con Scrat que a Anakin Skywalker cargándose jedis.