Mostrando entradas con la etiqueta Especial. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Especial. Mostrar todas las entradas

viernes, mayo 06, 2011

More than meets the Eye IV: Las películas, Transformers Animated y los tiempos que corren (2007-…)

So cool it hurts.

Hagamos un breve repaso de los acontecimientos…

“¡Hasbro y Paramount preparan LA película de Transformers!”

Fandom: “Mmmm… veremos a ver que sale”

“¡Steven Spielberg va a ser el productor!”

Fandom: “Wiiiiiiiiii!”

“¡Michael Bay va a ser el director!”

Fandom: “¡Penitenciagite, PENITENCIAGITE!”

“¡Mirad los nuevos rediseños de los Autobots!”

Fandom: “Do not want! Do not want!”

Peter Cullen (el actor de doblaje del cartoon original) volverá a ser Optimus Prime

Fandom: EPIC NERDGASM. All is forgiven.

Allá por 2006-2007, las cosas fueron tal que así, cuando empezaron a caer los anuncios de la ya bastante rumoreada desde hace años película en imagen real de los Transformers. Para Hasbro este era el último gran salto, la madre del cordero, la pantalla grande y también la oportunidad de ampliar el público de la franquicia más allá del fandom establecido. Guión de Robert Orci y Alex Kurtzman basándose en otros tres borradores previos y dirección del inefable Michael Bay, el cual en un principio no tenía ningún interés en hacerse cargo del proyecto ya que creía que no había mucho de que rascar (¡!). Una llamada del productor del film, Steven Spielberg, es según cuentan lo que se precisó para convencer al director de Bad Boys y La Roca. Eso y que Bay seguramente tuvo una epifanía al darse cuenta de tooodo lo que iba a poder hacer volar por los aires.

Previsto inicialmente su estreno para 2006, el film se retrasaría hasta Julio de 2007 para ser estrenado con el previsible éxito en taquilla. Las críticas… eso ya es otro cantar, aunque la opinión general es de que se trata de un film de acción más que decente con algunos defectos que podrían haberse pulido mejor. Eso y que muchos críticos tienen un odio visceral hacia las películas de Michael Bay solo por ser de Michael Bay, lo cual también influyó considerablemente. El fandom, elementos radicales aparte, terminó bastante contento pese a todos los gritos de alarma iniciales y los Bayformers (como los llaman los fans tanto detractora como cariñosamente según la circunstancia) han sido aceptados ya como una nueva continuidad más a tener en cuenta. En 2009 vería la luz la secuela y aquí… digamos que las cosas se torcieron un pelín con los críticos y con mayor parte del fandom: una de las películas peor valoradas pero con mayor recaudación imaginable, mostrando un brutal contraste entre crítica especializada y público mayoritario. Pese a eso los fans de Transformers esta vez no se quedaron contentos del todo y si buen no se niega la espectacularidad de muchos momentos de la cinta, estamos ante un caso de “Más de lo mismo” propio de las secuelas de blockbusters pero a lo bestia: Más de lo mismo de todo lo bueno, pero por desgracia también más de lo mismo de todo lo malo. Y todo magnificado.
Megatron dando capones a Starscream. Clásico.

La adaptación cinematográfica de Transformers nos cuenta… anda, va, adivinadlo. Seguro que os hacéis una idea. La trama de las películas toma mucho de la Generation 1 pero la continuidad establecida tiene su lugar propio en la franquicia. Para empezar, es probablemente la continuidad de Transformers más violenta en lo referente a enfrentamientos entre los robotrastos, que resultarían directamente gore si hablásemos de personajes orgánicos: Megatron partiendo a Jazz en dos o empalando a sus oponentes; Optimus Prime apuñalando cabezas o partiéndolas en trozos o arrancando caras de cuajo (en serio, es el Optimus más psycho de todas las continuidades); Bumblebee decapitando a Ravage arrancándole su equivalente de médula espinal de paso (Bumblebee, por Dios, que tu eras el personaje kid-friendly…). Sabiendo que al ser seres mecánicos no se iba a armar tanto revuelo, parece que Bay y los chicos de ILM se decidieron a ir a por todas en el aspecto de la violencia entre robots. Otro aspecto es también el alto peso de personajes humanos, cosas que nunca ha terminado de gustar en la franquicia pero aquí es una necesidad obvia: el CGI es CARO. Obscenamente caro, sobre todo cuanto sus creaciones en CGI son de las más complejas jamás realizadas, y estamos hablando de la gente de ILM, que de esto entienden un rato. Menos mal que de esos personajes humanos la mayoría son soportables o incluso dignos de aprecio (otros… no tanto).

Pero en 2007, coincidiendo con el estreno de la película, Hasbro decidió volver a atacar en el viejo campo de batalla de la animación. Bien, un servidor tiene que admitir que tuvo una mala primera impresión como muchos otros fans al ver esto:
Ruined FOREV... Ah, que va a ser que no.

La primera imagen promocional de Transformers Animated mostrada las versiones más cartoon y ‘sencillas’ de todas las series realizadas en la historia de la franquicia. La reacción general del fandom (que se esperaban algo en una línea algo más seria como la película) no fue del todo favorable. La verdad es que fue la ya a estas alturas reacción tradicional del fan de Transformers al menos desde los tiempos de Beast Wars: Ruined FOREVER. A eso añadir dosis extra de paranoia de que la cosa estaría tan enfocada al público más joven que los viejos fans no podrían disfrutarla.

Y entonces, en la San Diego Comic Con de ese año, Hasbro cerró bocas con esto:




Ver a los personajes en movimiento, a Optimus Prime blandiendo un hacha como su viejo yo de la G1 y esa música que trae recuerdos como un puñetazo bastaron para que de la noche a la mañana la reacción de la mayoría del fandom se convirtiese en una de las más favorables que un producto de la franquicia Transformers ha tenido jamás.

Animated bebe mucho de la G1 y Beast Wars en inspiración (¡hasta el punto de que escenas de la serie animada original son usadas como “documentación histórica”!), personajes (hola Blackrachnia, cuanto tiempo; hola Waspinator) y, por supuesto, premisa base (Optimus, Megatron, la Tierra, fight), pero al mismo tiempo innovando en muchas cosas: Un Optimus Prime que no es el líder supremo de los Autobots, mucho más joven e inexperimentado y caído en desgracia ante los altos mandos de Cybertron, forzado a ser líder de un pequeño grupo de Autobots que tampoco son los grandes soldados que podrían haber sido, destinados a rutinarios trabajos de mantenimiento que de golpe y porrazo acaban en posesión de un fragmento de la AllSpark, siendo perseguidos por los principales miembros de la facción Decepticon para terminar varados en ese planetucho azul lleno de orgánicos de pequeño tamaño. Más detalles que llaman la atención: la presencia de los Transformers es conocida públicamente, los Autobots se convierten en poco menos que ciudadanos adoptivos de Detroit y muchos de las amenazas a las que deberán enfrentarse no serán únicamente de procedencia Decepticon. Son básicamente superhéroes.
One Bot Army.

Obviamente, según avanza la serie el punto central volverá a ser el clásico conflicto, sabremos más detalles de la situación en Cybertron, Megatron regresará como el gran Big Bad que es, etc. A nivel argumental, Animated resultaría la serie de la franquicia mejor escrita en términos de desarrollo de tramas (arcos argumentales a través de varios capítulos o subtramas desarrolladas a lo largo de toda una temporada), desarrollo de personajes (algunos con backstories realmente trágicas… pobre Elita-1) y tratamiento inusualmente maduro y bien narrado de ciertas situaciones (las pérdidas de la guerra, muertes de seres queridos, estrés post-traumático, etc.) que uno no se esperaría ver en una serie que los fans temieron que fuese demasiado infantil. A eso añadir que está plagada de referencias y guiños a sus predecesoras que la convierten irónicamente en la serie que el fandom de la vieja guardia seguramente disfrute más que ninguna otra.

Y con esto terminamos (ya iba siendo hora). Pero claro, Transformers no termina. Este año se ha estrenado nueva serie, de animación en CGI, Transformers Prime (la cual parece hibridar diseños de las películas y Animated en sus personajes) y este verano podremos ver la tercera entrega de los Bayformers (que promete ser la más grande hasta la fecha y corregir todo aquello que no gustó de la segunda pelicula). El tiempo dirá.

‘Till all are one!

miércoles, abril 20, 2011

More than meets the Eye III: The Unicron Trilogy (2002-2005)

RAW RAW, FIGHT THE P... ups, anime equivocado.

Tras Robots in Disguise la franquicia de nuestros robotrastos favoritos no tardó demasiado en volver a ponerse las pilas. En Hasbro decidieron que esta vez había que ir a por todas y por primera vez, la nueva continuidad a desarrollar se elaboraría mano a mano con Takara en igualdad de condiciones: en vez de un cartoon norteamericano tendríamos un anime pero con línea juguetera made in USA, un anime que sería la columna vertebral de la nueva etapa y no un spin-off único para el público japonés. Un hibrido.

El resultado fueron tres series a las que Aaron Archer (el director de diseño de Transformers y G.I. Joe en Hasbro) daría en llamar La Trilogía Unicron por la presencia del villano como gran Big Bad en la historia (incluso cuando su muerte causa más problemas de los que resuelve). Cada una de las tres partes de la nueva etapa (Armada, Energon y Cybertron) contaría pues con su correspondiente anime, su correspondiente línea de juguetes (new toys!), una serie de mini-comics ligada a dichos juguetes, una serie de comic-book norteamericana de mano de Dreamwave, una serie de comic-book británica de mano de Panini (si amigos, volvemos a liarla parda como cuando lo de Marvel y Marvel UK) y videojuegos y merchandising menor de diversa índole…

El color púrpura sin duda inspira el terror en tus subordinados y oponentes, Megatron. So fashionable.

Transformers Armada supuso el nuevo pistoletazo de salida: reboot de continuidad totalmente separado de la G1 (no como Beast Wars, que recordemos es técnicamente parte de la G1) para volver a contarnos la que en el fondo es la historia de costumbre, Autobots y Decepticons enfrascados en una guerra cuyo nuevo campo de batalla será nuestro mundo… aunque esta vez su llegada a la Tierra se deberá a la presencia de una tercera facción: Los Mini-Cons.

Estos transformers presentan orígenes confusos (que varían según hablemos del anime o de los comics) y se caracterizan por su pequeño tamaño (son básicamente de talla humana) y su habilidad para fusionarse con otros transformers para dotarlos de habilidades extra. Dado su gran potencial para ser explotados por ambos bandos de la guerra, los Mini-Cons decidieron pillar por las de Villadiego y largarse de Cybertron cuanto antes… estrellándose en nuestro planeta y nuestra luna. La reactivación accidental de unos pocos de ellos a manos de los chavalines adolescentes de turno (si, tenemos protagonistas humanos) será la principal causa de la llegada posterior a la Tierra de los Autobots y Decepticons y ya tenemos el pollo montado. Mencionar que la presencia de los Mini-Cons resultó… erm… chocante para algunos fans. La idea de robots de menor tamaño que en la primera mitad de la serie eran buscados por ambos bandos cual objeto de coleccionismo… bueno, si os suena la frase Gotta catch’em all! no os extrañará que más de un fan designase de forma insultante a Transformers Armada con el término Pokeformers. Que dicha característica de la serie se diluyese en su segunda mitad y que los comics jamás tocasen el tema no detuvo nunca a los detractores. Tal es el poder del FanDumb.

And the rest was silence...

Aparte de eso y a grandes rasgos, en Armada encontramos lo habitual: Autobots y Decepticons dándose de leches, humanos metidos por en medio que lo mismo ayudan que estorban, etc. Optimus y Megatron están ahí (y también otros de la vieja guarda como Starscream, que en esta continuidad tiene una personalidad algo más interesante que la habitual y consigue muerte con sacrificio heroico incluido). Pese a su relativo éxito en audiencia, Armada sufrió su buena dosis de críticas: animación de calidad variable, guión pobre y poco trabajado (exceso de monólogos incoherentes, relleno, personajes reaccionando de forma nula, etc.). En resumen: un anime que empezó flojo pero mejoró progresivamente hasta ser… menos flojo. Por desgracia el fandom aún no sabía lo que se les venía encima.

Transformers Energon. También conocida como “El ladrillazo en los huevos”. Armada fue muy criticada como una serie cuyo mal inicio lastraría el resto de su andadura pese a las leves mejoras producidas. Energon era para los fans una esperanza de volver a los buenos tiempos y al principio eso parecía que iba a ser, con un arranque de serie diez años después de los hechos de Armada en una época de paz en Cybertron y la Tierra que no tardaría en verse comprometida por el renacimiento de Megatron, el regreso de Unicron y la aparición de nuevos villanos (Alpha-Q y los Terrorcons). Un inicio interesante, bien contado… que poco a poco daría pie a la triste realidad de una serie que es a día de hoy considerada la peor serie de animación de toda la historia de Transformers. E incluso pese a ese buen inicio hay quien cree que se debió únicamente a que “no era Armada” y que Energon era una caca pinchada en un palo desde el comienzo. Cosas como decisiones de estilo muy discutibles (Transformers en CGI contrastando con la animación tradicional de escenarios y otros personajes), trama repetitiva (Unicron es reactivado y destruido varias veces… es como si en una temporada de Buffy matasen al Big Bad a mitad de temporada y luego al final, repitiendo esquemas narrativos), tratamiento nulo de los personajes y el desarrollo de sus tramas personales, personajes humanos más tocanarices que de costumbre, y perdida de todo sentido de la lógica: Si la acción se desarrolla en el espacio y en Cybertron ¿¡porque demonios se siguen transformado en vehículos terrestres incluso a la hora de viajar entre las estrellas!? Planos y planos de coches y camiones revoloteando cual Halcón Milenario. Para demostrar que pueden hacerlo y vender juguetes, claro.

Wiiiiiiiiii!!

Y lo que realmente fastidia, lo que hace que esta serie sea una daga clavada en una herida supurante, es el hecho de su lanzamiento coincidiese con el 20 aniversario de la franquicia. Menudo cumpleaños.

El cierre de la Trilogía Unicron llegaría en 2005 con Transformers Cybertron. El centro de la trama es un enorme agujero negro que amenaza con devorar Cybertron y otros mundos, un agujero negro que tiene sus orígenes en el destruido Unicron. Se iniciará una carrera contra el tiempo, a un lado Optimus y los suyos buscando la forma de resolver la crisis, al otro Megatron y su creciente obsesión con ascender al rango de divinidad. Básicamente el cuento de siempre desde otro ángulo. Cybertron mejora algunos elementos de Energon: la trama es mas coherente y hay objetivos más claros, pero el CGI de los personajes sigue presentando los mismos problemas que su predecesora y las secuencias de transformación abusan de la repetición de planos de ocasiones previas dándole en general un aspecto de anime barato no muy halagüeño. Por otro lado, los personajes humanos en esta ocasión no resultan tan cargantes como en casos anteriores, el trabajo de doblaje de la versión USA está más elaborado (no se remezclan ni confunden nombres de personajes) e incluso se añaden en los diálogos muchas autorreferencias a elementos y personajes de etapas previas de la franquicia. Y en términos generales, es simplemente una serie mejor escrita y mejor contada que Armada y sobre todo Energon. Pese a ello no podemos decir que sea una de las grandes series de la franquicia. Transformers Cybertron también destacaría en que su versión japonesa (subtitulada Galaxy Force) rompería con la continuidad previa de la Trilogía Unicron intentando ser una serie independiente mientras que la americana mantendría esa continuidad pese a darse la presencia de unas cuantas incongruencias (ningún personaje parece recordar los eventos de Energon y los Autobots actúan como si no tuviesen ningún conocimiento de la cultura de la Tierra entre otras muchas cosas).

El cierre de la trilogía en 2005 había dejado a la franquicia en una posición mixta: Los juguetes vendían, el interés del fandom seguía activo… pero los tres animes habían terminado siendo a nivel de calidad entradas muy discutibles (y discutidas) en la historia de la franquicia. Armada, Energon y Cybertron no carecen de sus fans pero la opinión general del fandom es que, simplemente, las cosas podrían haberse hecho un poquito mejor.

La culpa es de Unicron, que los viste como...

Próximo Post: ¡De Muvi! (y Transformers Animated)

domingo, junio 20, 2010

More than meets the Eye II: Generation 2 (1993-1996), Beast Wars (1996), Beast Machines (1999-2000) y Robots in Disguise (2000)


NOTA: Siento la tardanza, y es que llevamos meses de retraso para este segundo post, intentaré mantener mejor ritmo para los que quedan. Ah, finalmente la Trilogía Unicron tendrá su artículo propio.

De encarnación en encarnación, nunca hemos pasado un año sin Transformers bajo una forma u otra, y es que terminada la andadura de la Generation 1 tanto en juguetes, cartoon, o cómic, Hasbro no tardaría en relanzar la franquicia con la Generation 2 en 1993.

Una nueva línea juguetera para sustituir a la ya retirada, con básicamente las mismas figuras de la serie original sometidas a un recoloreado y con nuevos accesorios, aunque no tardarían en incluirse figuras totalmente nuevas, destacando las de Cyberjets, aviones de combate realistas con complejas transformaciones (una suerte de precedente de las figuras de alto detalle para coleccionistas adultos). La nueva hornada de juguetes llegó a EE.UU. y Europa prácticamente de forma simultanea, aunque en Japón se retrasaría hasta 1995. Desgraciadamente este nuevo relanzamiento no acabó de cuajar del todo y las ventas no fueron todo lo bien que Hasbro hubiese querido. La mayoría del fandom culpa de este fracaso a las recoloraciones, aunque las razones reales parecen ser que simplemente había una auténtica saturación, habiendo menos compradores jóvenes (para los niños de comienzos de los 90 había cosas más interesantes que robots transformables) y no aún los suficientes compradores coleccionistas adultos surgidos de la generación original de fans de los 80.

Tampoco ayudó que el nuevo cartoon Transformers Generation 2 fuese básicamente el cartoon original pero con CGI remozado y un nuevo opening. Se las apañó para durar solo dos temporadas en las que se recuperaron la mayoría de episodios de la serie original, dejando fuera a otros sin motivo aparente (realmente no parecía haber ningún criterio concreto para elegir unos episodios sobre otros). Dada la época de emisión de la serie el fandom como tal aún no se había conformado del todo y resulta difícil determinar sus reacciones ante el cartoon… de todas formas la opinión general suele ser que el cartoon de Generation 2 simplemente no tuvo mucho impacto, y seguramente muchos lo vieron como una simple reemisión de la serie original.

Optimus Prime, cosplayeando a Cable.

Un poco más trabajado fue el relanzamiento en cómic. Hasbro y Marvel seguían con su contrato, y un cómic de la Generation 2 fue lanzado siguiendo la continuidad de la serie de cómic original, siendo una secuela directa. La nueva serie sería introducida por Marvel con el regreso de los personajes en un crossover con GI.Joe, buscando llamar la atención de los lectores ante el relanzamiento comenzándolo todo con el regreso de Megatron a la Tierra y el reinicio del conflicto. Se añadiría también una tercera facción además de los tradicionales Autobots y Decepticons: una raza separada de Transformers descendientes de los Decepticons que se definen así mismos como Cybertronians, con su imperio maligno de turno y todo en las fronteras de la galaxia. Autobots y Decepticons tendrían que aliarse ante este nuevo enemigo y su particular arma, el Enjambre (una suerte de masa de nanomaquinaria sin mente que devora toda forma de vida mecánica a su paso). El comic duró únicamente 12 números, con ventas consideradas malas para los 90 (aunque hubiesen sido buenas cifras en el mercado actual), y precisamente la década se dejó notar en el estilo narrativo: trama grim & gritty (o al menos que intenta serlo), violencia gratuita, armas enormes, muertes a mansalva, etc.

Al igual que en Generation 1 habría también una línea de comic distinta para Reino Unido, pero el colapso de Marvel UK propiciaría el paso de los derechos a la editorial Fleetway. La nueva serie duró solo 5 números y su trama arranca con el reinicio del conflicto entre Autobots y Decepticons… en Londres. De todas formas, elementos ya existentes en la serie USA como los nuevos Cybertronians no tardarían en ser incluidos como principal oponente de la nueva etapa. El cierre de la colección después de tan breve recorrido se debió, como en el caso de Marvel, a las bajas ventas.

El inicio de los 90 no fue, como se puede ver, la mejor época de Transformers.

Fotogénicos, lo que se dice fotogénicos...

Las cosas remontarían el vuelo en 1996, aunque no sin cierta polémica. En Hasbro se decidió que si querían mantener a los Transformers en el candelero era la hora de llevar a cabo una reinvención masiva, un “cambiar las cosas para que todo siga igual”. Así nació Beast Wars. De robots transformables en vehículos o en criaturas mecánicas pasamos a robots con la capacidad de camuflarse como seres animales de aspecto orgánico Por si eso no fuese poco, Hasbro hizo lo impensable para el fandom: no más Autobots, no más Decepticons. Era la hora de los Maximals y los Predacons.

Exacto, cambiaron a dos facciones de robots camuflados en guerra por otras dos facciones de robots camuflados en guerra. Sacrilegio.

El fandom de la época… no se lo terminó de tomar bien en principio. Los fans de Transformers siempre han sido de lo más vocales, y cuando el fandom terminó de germinar en los 90 ya entrando en la era Internet, la cosa fue a más. Tras el anuncio de la nueva línea juguetera Beast Wars y su correspondiente cartoon proliferaron en la red los gritos de “Ruined Forever!” (lo cual terminaría siendo un running gag para el fandom con los años) y el ya mítico “Trukk not munky!” (porque Optimus Prime tenía que ser un camión para el fandom, un gorila era impensable). De todas formas Hasbro no se amilanó, siguió adelante, y los Transformers entraron en la sub- continuidad que se conoce como Beast Era (lo de sub-continuidad viene a cuento de ser básicamente una secuela cronológica de la Generation 1). Junto con la nueva línea juguetera de rigor (new toys!) sería lanzada la nueva serie animada, una de las pioneras en animación por ordenador televisiva junto con ReBoot (siendo ambas obra de Mainframe Entertainment). Fue dicha serie la que terminó ganándose al fandom veterano y aumentando las legiones de nuevos seguidores gracias a un alto valor de producción, guiones cuidados y bien escritos y un reparto de personajes carismáticos que han terminado ganándose con honor su puesto entre los grandes personajes de la franquicia. (Optimus Primal, Dinobot, Rattrap, Blackarachnia, etc.). En un principio la serie dio la impresión de tratarse de un universo alternativo, pero con el avance de los episodios comenzarían a aparecer menciones a Unicron y Primus, la confirmación de los Autobots y Decepticons como antepasados de los Maximals y Predacons, etc. Además de descubrirse que gracias al cliché del salto temporal accidental, ambos bandos protagonistas se encontraban en una Tierra prehistórica. También fue esta serie la que introdujo el concepto de la spark o chispa vital: los Transformers eran ahora seres con alma. Tres temporadas de 1996 a 1999 con un total de 52 episodios y el hacerse con un Emmy avalan su éxito. En Japón se dividiría en dos temporadas de 26 episodios: Beast Wars y Beast Wars Metals, además de añadirse entre la emisión de ambas un spin-off anime de producción propia titulado Beast Wars II de tono más humorístico y orientado a una audiencia más joven. En 1999, finalizada Beast Wars, otro nuevo anime sería lanzado exclusivamente en Japón bajo el titulo de Beast Wars Neo que contaría con su propia línea de juguetes.

Beast Wars Neo, donde el malo maloso es una enorme cabeza que flota.

La Beast Era continuaría con el estreno de otra nueva línea de juguetes y serie animada (una vez más exclusivamente en CGI) titulada Beast Machines, secuela directa de Beast Wars. Partiendo del regreso de los Maximals a Cybertron, la serie nos muestra como estos encuentran su mundo abandonando, siendo los únicos habitantes que quedan los Vehicons, drones sin mente al servicio de Megatron. Infectados por un virus que los matará en pocas horas, los Maximals serán salvados gracias a la intervención de Oracle, una misteriosa supercomputadora que convierte a los Transformers en seres tecnorgánicos: una fusión equilibrada de maquina y ser orgánico. Beast Machines causó aún más controversia entre el fandom que el anuncio inicial de Beast Wars, siendo considerada una serie que intentó abarcar más de lo que debía y a la que se achacó un buen número de cambios inexplicables en la caracterización de varios personajes. (normalmente a peor) De todas formas la serie cuenta con sus puntos fuertes: de toda la franquicia es quizá la que cuenta con mayor nivel de segundas lecturas y un tono más serio y oscuro sin caer en la ridiculez de la dark age de los 90. Beast Machines es también el cierre de la Beast Era y, por extensión, de la cronología de la Generation 1 a la que consigue dar un final más bien digno. Dos temporadas de 13 episodios cada una, para una serie cuya recepción fue más bien tibia.

Y Cheetor tenía manchas purpura.

Como mención final a la Beast Era, indicar también la salida de dos videojuegos de Beast Wars para Playstation y Nintendo 64 y una serie de manga como complemento para la segunda temporada japonesa. Pese al final de esta etapa, personajes de la misma reaparecerían en futuros cameos en diversos comics o incluso en las nuevas series (el más reciente, un cameo en Transformers Animated).

La fría y variable recepción de Beast Machines por parte del fandom propiciaría que Hasbro se echase atrás a la hora de lanzar una nueva línea juguetera para esta etapa pasando en centrarse en traer a EE.UU. uno de los spin-off de anime de Transformers. Así, la serie japonesa Car Robots llegaría bajo el título Transformers: Robots in Disguise (2000). Esta nueva etapa presenta a nuevas versiones de personajes propios de la Generation 1 y de la Beast Era involucrados en una nueva historia con referencias de continuidad tan vagas que resulta un quebradero de cabeza saber donde situarla respecto a las otras continuidades (a eso añadir la distinción entre la Generation 1 de Hasbro y la original de Takara y el dolor de cabeza para poner todo en su sitio y no liarse con los nombres pasa a ser épico). Robots in Disguise fue concebido por Hasbro como una franchise filler, es decir, una etapa intermedia y de bajo coste para ganar tiempo y preparar un futuro relanzamiento más elaborado (lo que sería Transformers Armada). Pese a todo, la nueva línea juguetera y el anime (emitido en Fox Kids, con producción de la versión USA y su doblaje por parte de Saban Entertainment) pasarían a ser todo un éxito sorpresa entre el fandom estadounidense, emitiéndose entre septiembre de 2001 y marzo de 2002.

Y hay criajos protagonistas, malo.

Robots in Disguise supone un regreso a las raíces, con robots transformándose en vehículos y recuperado a los Autobots como héroes… pese al curioso caso de mantener a los Predacons como villanos (¿?), aunque los Decepticons de toda la vida no tardarían en hacer acto de presencia. En su tono narrativo, el nuevo anime también supuso un cambio sustancial respecto a Beast Machines, optando por tramas más ligeras y aumentando el tono humorístico en los episodios. Una temporada de 39 episodios conforman dicha etapa, con una breve continuación en un comic-book one-shot publicado por Dreamwave situado en la misma continuidad del anime.

El éxito de Robots in Disguise había vuelto a dejar a los Transformers en una posición de buena salud al inicio de la primera década del siglo XXI: buenas ventas de las líneas jugueteras, un anime de éxito que vería posteriores ediciones en DVD, nuevos comics de la editorial Dreamwave que recuperaran la continuidad de la Generation 1, etc… El camino estaba allanado para un nuevo gran relanzamiento, esta vez concebido mano a mano entre Hasbro y Takara colaborando por primera vez de forma directa: Era la hora de Transformers Armada, primera entrega de la Trilogía Unicron.

Estiramientos mañaneros.

Próximo Post: La Trilogía Unicron. Ahora si que si, oigan.

lunes, marzo 08, 2010

More than meets the Eye I: Generation 1 (1984-1993)

Todo comenzó con Diaclone, Micro Change/Microman y Mecha. Líneas de juguetes robot de la compañía japonesa Takara que en la Tokyo Toy Show de 1983 llamaron la atención de unos ejecutivos de Hasbro.

Takara ya había exportado a occidente su línea Diaclone (bajo el nombre Diakron), pero el acuerdo al que la empresa nipona llegaría con Hasbro estaba a otra escala totalmente distinta. Hasbro no pretendía crear únicamente una nueva línea juguetera sino reforzar su asociación con Marvel Comics, los cuales también buscaban repetir el éxito de su colaboración previa con Hasbro al elaborar la serie de comic-book basada en la línea de figuras de acción G.I.Joe. Básicamente, Hasbro buscaba nuevo material que encontró en las licencias de Takara, y Marvel buscaba construir una historia con ese material como base. Así, Jim Shooter y Dennis O’Neil crearían la sinopsis base que todos conocemos mientras Bob Budiansky se encargaría de perfilar a los personajes y rebautizarlos: Battle Convoy de la serie Diaclone pasa a ser conocido como Optimus Prime, Cassetteman (¿!) de la serie Microman pasa a ser Soundwave, etc. Mención especial para el personaje Jetfire, que tiene su origen en el VF-1S Super Valkyrie de Super Dimension Fortress Macross.

La nueva línea de juguetes se llamaría Transformers.


Y serían legendarios por costar un ojo de la cara.

La premisa argumental era el conflicto entre dos bandos, Autobots (los héroes), liderados por Optimus Prime, y Decepticons (los villanos), liderados por Megatron, pertenecientes a una raza de máquinas alienígenas del planeta Cybertron con capacidades de camuflaje que les permitían hacerse pasar por vehículos, cosa la mar de útil cuando su conflicto los lleva a nuestro mundo. Es digno de mencionar lo curiosamente revolucionario de este concepto: la mayoría de series centradas en mechas o robots gigantes presentaba a estos como vehículos de guerra o en unos pocos (poquísimos) como seres mecánicos inteligentes pero que eran básicamente una creación humana. Transformers presenta a los robots como seres inteligentes con capacidad emocional y que son, en definitiva, una raza de seres vivos que nacen, viven y mueren (con el tiempo hasta tendrían alma/energía espiritual: la chispa vital), aunque su esperanza de vida bordee los millones de años de edad.

El lanzamiento de los nuevos juguetes vendría acompañado de una serie de animación (que sería lo que realmente catapultó a los personajes a la fama) y de la serie de cómic elaborada por Marvel. La continuidad conjunta de esta etapa de la franquicia en juguetes, animación y comic-book y sus versiones de los personajes es lo que se ha dado en llamar Generation 1, la cual sigue siendo para muchos la etapa quintaesencial de Transformers.

El Cartoon.

Algún horrible doble sentido puede salir de aquí pero no pienso airearlo.

La serie animada, The Transformers gozaría de cuatro temporadas más una película. Se tomo de base toda la reinvención argumental del equipo de Marvel y los nombres y perfiles de personaje elaborados por Budiansky al tiempo que los personajes recibirían ciertos rediseños por parte del diseñador japonés Shôhei Kohara, responsable de crear los modelos de personaje tempranos y que para la serie humanizaría el aspecto de los juguetes para reforzarlos como personajes para animación. La producción y distribución de la serie sería una labor conjunta entre Marvel Productions y Sunbow Productions y desde el principio tendría que afrontar unos plazos de producción excesivamente ajustados para mantener la presentación de nuevos personajes paralela al lanzamiento del juguete correspondiente (lo que con los años ha dado lugar en el fandom a la conocida broma de exclamar “New toys!” siempre que aparece un personaje nuevo en la franquicia) lo que en combinación con labores de animación realizadas al otro lado del océano y el alto número de personajes (¡más de 100 personajes en solo las dos primeras temporadas!) tendría como resultado un cartoon plagadito de errores de animación.

Lo cual no molestó demasiado a los jóvenes espectadores de la época, la verdad.

Pero no solo la animación se resintió debido a tal caótico proceso de trabajo: el aspecto narrativo de la serie se vería también afectado, con episodios de tramas autoconclusivas y autocontenidas sin apenas referencias a continuidad previa. De vez en cuando salía algún episodio que era excepción a esta regla, pero son apenas un puñado. Durante un tiempo el único cambio en el statu quo narrativo de la serie no era ningún avance en tramas sino la aparición de nuevos personajes… “new toys!”. Pese a todos esos problema la serie animada fue un éxito considerable en su momento y es aún hoy día recordada con cariño por gran parte de los fans, en parte gracias a la cuidadísima labor de los actores encargados de prestar sus voces a los personajes (destacando Peter "Optimus Prime" Cullen por encima de todos) y a la excelente banda sonora de Robert J Walsh en la que destaca el main theme original de la serie, obra de Anne Bryant y Ford Kinder.

Como ya hemos dicho la serie contaría con cuatro temporadas más una película. También habría una quinta temporada que no es tal. Demos un repaso: La temporada 1 (1984) es la que conoce todo el mundo, con el conflicto entre los Autobots y Decepticons llegando a la Tierra (aunque vemos algo de Cybertron de cuando en cuando), comenzando con los juguetes de la línea original de 1984 e introduciendo más adelante a otros como los Dinobots, los Constructicons, los Insecticons, etc.

La temporada 2 (1985) es la más larga y la que más amplió el reparto de personajes, teniendo un tema recurrente en los Autobots adaptándose a las costumbres de la Tierra. Narrativamente tendríamos episodios centrados en un único personaje (lo que se llama un spotlight episode), excursiones a otros mundos alienígenas y la presentación de nuevos conceptos que reaparecerían posteriormente en nuevas encarnaciones de la franquicia: la supercomputadora Vector Sigma y su llave, el antiquísimo transformer Alpha Trion, la aparición de transformers femeninas (Elita-1, Arcee), etc.

Y sale Orson Welles (WTF!?)

Tras esta temporada se produce el gran punto de inflexión de la serie animada con el estreno de Transformers: The Movie (1986), ambientada 20 años después de la temporada 2 en el futurístico año de… 2005, con el regreso de los Transformers a Cybertron. Se introdujeron nuevas razas como los Quintessons (futuros nuevos/viejos villanos), personajes como el devorador de mundos Galac... er... Unicron, conceptos como la Matriz de Liderazgo (que tiene su origen en los comics), Megatron pasaría a ser Galvatron, etc. A eso añadir como la película quitó de en medio a un alto número de personajes (destacando la muerte de Optimus Prime… más le valía ir acostumbrándose a esto) e introdujo a tantos otros nuevos (new toys!). Al margen del movimiento de merchandising inherente, esto supuso un auténtico shock para los jóvenes fans de la época al presenciar las muertes de muchos de sus héroes.

Unicron tomando el desayuno.

Llegamos pues a la temporada 3 (1986): el conflicto ahora se extiende por toda la galaxia, los Quintessons (raza que en el pasado había esclavizado a los Transformers) son los nuevos villanos centrales, los Autobots han recuperado el control de Cybertron aunque los Decepticons siguen siendo una amenaza también. Como siempre se introducirían nuevos personajes (new toys!... esto empieza a ser un patrón) en gran cantidad con los Terrorcons, los Technobots, etc… La temporada terminaría con un episodio en dos partes centrado en la resurrección y regreso de Optimus Prime (¡Y hubo gran regocijo!).

La temporada 4 (1987) puso final a la serie… si es que podemos llamarla temporada ya que únicamente cuenta con ¡tres episodios! Técnicamente un especial en tres partes titulado The Rebirth en el que pese a todo se las apañaron para introducir ¡30 nuevos personajes! Hay mucha leyenda urbana respecto a esta temporada y sobre si se produjeron o se planeaban producir más episodios. El hecho de que en este caso el opening fuese un montaje con momentos de la película y temporadas previas en vez de una secuencia original ya no era buena señal. El último clavo en el ataúd de la serie animada fue su quinta temporada en 1988, la temporada que no es: una recopilación de 15 episodios de las temporadas anteriores junto con la película remontada en cinco episodios para su emisión televisiva. Curiosamente en cada episodio teníamos nuevo metraje producido para el opening donde se nos mostraba una marioneta de Optimus Prime y a un joven humano (interpretado por un actor) al que el Autobot contaba historias del pasado de los Transformers. Toma excusa para reemitir episodios viejos, si señor…

Y a la tercera temporada, resucitó.

El cartoon también sería emitido en Japón bajo los títulos Fight! Super Robot Life Form Transformer (temporadas 1 y 2) y Fight! Transformers 2010 (temporadas 3 y 4), junto con el OVA Scramble City (cronológicamente situado entre la temporada 2 y la película). La temporada 4 (The Rebirth) en realidad no sería emitida (aunque tendría un lanzamiento posterior en laser disc) y los japoneses producirían sus propias series continuando con la historia, surgiendo así el anime Transformers: The Headmasters. A esta seguirían otras series de anime de breve duración como Super-God Masterforce o Transformers Victory, OVAs como Transformers Zone y franquicias exclusivas para el territorio nipón como Return of Convoy y Operation Combination (que ya no tendrían animación, pero si juguetes, historias cortas en manga y videojuegos)

El comic-book.

Ese Optimus hasta da yuyu.

Pasemos ahora a hablar de los comic-books de Marvel. Partiendo de las mismas premisas que el cartoon, el comic-book (con Bob Budiansky a la cabeza del equipo creativo durante la miniserie inicial y los primeros 50 y tantos números de la serie regular) pronto se establecería como un producto aparte que no adaptaría las historias del cartoon sino que establecería su propia continuidad… aunque algo farragosa. Y es que si en el cartoon se echaba en falta más desarrollo en las tramas, en el cómic la proliferación de subtramas e introducción de nuevos conceptos que añadir a la mitología de la franquicia alcanzó cotas tales que muchas ideas fueron, simplemente, olvidadas. El reparto de personajes sufría cambios constantes (recordad, había que publicitar esos juguetes) y era tan inmenso como en el cartoon, Optimus Prime se nos moriría/resucitaría otra vez afianzando esa sana tradición del personaje, se daría un origen distinto a Unicron que sería el finalmente aceptado en el corpus de la franquicia por encima del de la película y se introducirían nuevos conceptos como la Matriz de Creación (que luego veríamos en la película animada con el nombre de Matriz de Liderazgo), los pretenders (transformers camuflados como humanos… u otros seres orgánicos) y Primus (al que no nos volverían a mencionar hasta Beast Wars).

¡Gore! Para todos los públicos.

Quizá lo más destacado de los comics marvelianos de los Transformers sea precisamente el auténtico popurrí de continuidad que se terminó armando, sobre todo al producirse la división entre la edición USA de la serie y la edición UK. Esta última acabaría contando sus propias historias, profundizando en los personajes, expandiendo tramas de la continuidad norteamericana, etc. Hasta el punto de que surgirían unos cuantos aspectos contradictorios y un aumento de la complejidad de las tramas: la transformación de Bumblebee en Goldbug se produce en otras circunstancias en el cómic británico al no tener en cuenta el crossover con los G.I.Joe en el cómic USA, personajes como Megatrón siguen apareciendo a pesar de su muerte en la continuidad norteamericana, etc. Se llegó a un punto en que ambas continuidades fueron irreconciliables cuando Transformers UK inició la línea argumental Earthforce.

De Bumblebee a Goldbug, dos historias a elegir.

Al margen de todo este lío Marvel también publicaría las miniseries The Headmasters en 1987 y Transformers Universe en 1986 (esta última siendo una suerte de Handbook of the Transformers Universe). La serie madre del comic-book USA de los Transformers finalmente cerraría en el número 80. La época dorada ya había pasado, las ventas bajaban en todos los frentes de la franquicia y estaba claro que una renovación era algo necesario, pero de eso hablaremos más adelante.

Rematando…

Nos molamos.

Lo que nos importa es que la Generation 1 ha terminado… ¿o quizá no? Futuras etapas de la franquicia como Beast Wars son secuelas directas de la continuidad de la Generation 1 (lo que hace que muchos en el fandom las consideren parte integrante de la misma), mientras que esta era de los Transformers ha sido revisitada de forma regular: nuevas líneas de juguetes de Transformers siguen formando parte de dicha continuidad (Robot Masters, Micromasters Collection, Classics 2006 y Universe 2008) y distintas editoriales han publicado nuevas series de comics con sus propias versiones de los personajes de la G1 (aunque sin seguir las líneas argumentales de Marvel) como es el caso de Dreamwave (que SI retomaría líneas argumentales de Marvel pero creando una continuidad divergente), Devil’s Due o IDW (esta última a día de hoy sigue siendo la editorial de confianza de Hasbro en lo referente a nuevo material comiquero de los Transformers, siendo sus versiones de Generation 1 básicamente un reboot).

En resumen, pese al surgimiento de nuevas etapas o líneas de juguetes dentro de la franquicia, el grueso de lo que se ha dado en llamar Generation 1 sigue gozando de buena salud.


Próximo Post: Una segunda generación, animalitos variados, robots in disguise made in Japan y la trilogía Unicron.

martes, enero 26, 2010

-Coming Soon- (otra vez...)

13 series de cartoon y anime más largometraje animado.

2 películas en imagen real con una tercera en camino.

Incontables comics.

Y libros.

Y hasta un Monopoly.

Y por supuesto, muñequitos varios.


Sus vais a cagar.

martes, enero 06, 2009

Tengen Toppa Gurren Lagann


Do the impossible!

See the invisible!

Touch the untouchable!

Break the unbreakable!


Primero, un ligero entrante mínimamente relacionado…

En 1995, Gainax lanzó Neon Genesis Evangelion (Evangelion a secas para algunos, NGE para otros). Un anime extremadamente popular, con su dosis de controversia, generalmente alabado por la crítica, pero que también para unos cuantos es de lo mas sobrevalorado que uno puede encontrarse. Y que aún hoy sigue coleando con una serie de cuatro películas que funcionan como remake del anime original.

Pero sea cual sea la opinión que un servidor tenga de NGE, la serie fue un éxito, una deconstrucción del género mecha (hasta el punto de que al final ni los EVA eran técnicamente mecha) más centrado en los personajes y sus angustias existenciales que en el espectáculo inherente a cosas gigantes dándose de leches. Sentó base para muchas serie del género en los 90: tramas enrevesadas con giros de guión, personajes que no es que tuvieran traumas sino que parecían traumas andantes, las series como vehículo de muchas y supuestamente profundas segundas lecturas, diserciones filosóficas, estudios de la naturaleza humana, etc… Básicamente cogían lo que Evangelion había hecho y se quedaron con lo superficial/evidente (Como nota, hubo algunas excepciones a esto que se negaron a seguir la estela del estilo Evangelion, como es el caso de Gao Gai Gar)

En 2007, Gainax se dio una bofetada en la cara a si misma.

Hideaki Anno había convertido Evangelion, una serie ‘de mechas’ (erm…), en poco menos que un vehículo expresivo para el episodio depresivo (y posterior tratamiento del mismo) que sufrió en los 90. En 2007, el director Hiroyuki Imaishi (porque si amigos, Anno no es el único que dirige cosas en Gainax) decidió convertir una serie de mechas en un vehículo para mostrar…

… galaxias siendo usadas como shurikens…

… gafas molonas…

… tipos usando lo acojonantes que son para hacer volar al enemigo por los aires con su mera presencia…

… y gente SOLTANDO FRASES MOLONAS MUY ALTO.


Eso y más era Tengen Toppa Gurren Laggan (literalmente ‘Rostro Carmesí que Atraviesa los Cielos”, también conocida más brevemente como Gurren Lagann). ¿Angustia existencial? ¡A tomar por saco! Si en Evangelion nos decían lo mierdoso que era el mundo, en Gurren Laggan nos dicen que por mierdoso que sea hay que echarle redaños y seguir adelante (donde digo ‘seguir adelante’ léase “¡Atravesar los cielos con tu taladro!” gritando, o “¡Ir más allá de lo imposible y patear la razón a la cuneta!”) ¿Tratamiento de personajes? ¡A tomar por…! Bueno, no, hay tratamiento de personajes, mucho, están bien construidos, pero olvídate de traumas graves y dolorosos. Solo un personaje atraviesa un momento traumático grave… y se recupera de él en dos episodios y medio, justo a tiempo para patear culos de forma ÉPICA. ¿Traumas? No gracias, los personajes están demasiado ocupados siendo alucinantes. ¿Mechas? Si, y a cientos, y de diseño curioso: los ganmen (así se llaman los mechas de la serie) son básicamente cabezas con extremidades… y luego algunos se combinan entre sí (el Gurren y el Lagann dan pie al… venga, adivínalo) o aumentan de tamaño de forma absurda (¿Ves esa ciudad? Es un mecha. ¿Ves la Luna? ES UN MECHA. ¿Ves eso que sale del corazón de una galaxia y es tan grande como una galaxia en si mismo? ES UN… bueno, ya sabes).

Y también hay explosiones (muchas, y de colores), mascotas simpáticas con gafas de sol, fanservice (adoremos a Yoko sobre todas las cosas), golpes que rompen la Nada del espacio, shurikens galácticos (espera, esto ya lo hemos dicho), ataques simultáneos a todo el continuo espacio-tiempo, ataques especiales con el poder del Big Bang, princesas con color de cabellos y ojos muuuy raros, gafas gigantes usadas como arma arrojadiza con efecto boomerang, villanos casi tan molones como los héroes, espirales (mucha espiral hay en esta serie, y anti-espirales también). Y taladros. Muchos, muuuuchos taladros.

Tengen Toppa Gurren Lagann es el resultado de mezclar los aspectos clásicos más espectaculares del género mecha (¡robots gigantes hostiándose!) con el sentido de la autoparodia afectiva de los cartoons del sábado mañanero (¡las leyes de la física a la mierda!), con buenas dosis de “a ver que cosa nos inventamos para este episodio que deje en pañales al anterior”. Cuando en el primer episodio de una serie un personaje se encara él solo contra un mecha armado únicamente con una katana y sus gafas… sabes que la cosa solo puede ir cuesta arriba y a mejor. En resumen, en Gainax crearon Gurren Lagann para exorcizar todo lo que Evangelion trajo al género (muchos fans la llaman la Anti-Evangelion, precisamente) y para hacer que la expresión yanki “over the top” se quede en un rincón acurrucadita lloriqueando al ver como se queda en nada a la hora de describir las gloriosas y épicas pajas mentales que uno se encuentra en esta serie.

La historia nos sitúa en un futuro remoto. Tan remoto que, debido a sucesos que no conoceremos hasta más adelante, la humanidad (muy reducida en número) vive en el subsuelo ya desde hace varias generaciones, lo que provoca que en muchas de las comunidades subterráneas, cosas como la ‘superficie’ sean poco menos que un mito o una fantasía. Una de estas aldeas subterráneas es Jeeha, y en ella encontramos a Simon, un joven excavador y a su “hermano mayor”, Kamina, el cual sueña con dejar la villa y subir a una superficie en cuya existencia solo parece creer él. La relativamente tranquila vida de ambos termina el día que durante una excavación Simon encuentra un pequeño objeto con forma de taladro que resulta ser la ‘llave’ de una extraña maquinaria: un rostro mecánico que parece poder ser pilotado, un ganmen. No mucho más tarde, la villa sufre el ataque de un ganmen que cae a través del techo de la caverna desde la superficie, siendo seguido por una joven proveniente del exterior, Yoko. Con la ayuda de Kamina y Yoko, Simon se las arreglará para pilotar al pequeño ganmen (el Lagann), derrotar al ganmen enemigo y salir a la superficie. Ya allí, no tardarán en enfrentarse a otros ganmen pilotados por hombres-bestia, súbditos del tirano que ha obligado a la humanidad a vivir bajo tierra, el Rey Espiral. Kamina ejercerá de mentor para Simon y se convertirá en el iniciador de una auténtica revolución que llevará al enfrentamiento entre un particular grupo de humanos y las fuerzas del Rey Espiral. Por supuesto, las cosas no se quedaran solo en eso y según avance la serie descubriremos las razones del Rey Espiral para mantener a la humanidad lejos de la superficie, habrá bajas y nuevos miembros, cambios de bando, princesas, un time-skip de siete años, batallas que rozan lo absurdo llevándolo a niveles épicos… terminando todo en una lucha de nivel cósmico contra la civilización Anti-Espiral en un universo paralelo. Nada mal para unos personajes que vivían malamente en una cueva ¿verdad?


Nota: Finalmente he decidido no hacer post dedicado a personajes y mechas... llamadme vago, pero con el webcomic a cuestas y un par de fanfics que van lentisimos pero seguros, se me empezaba a acumular mucha cosa.