So cool it hurts. Hagamos un breve repaso de los acontecimientos…
“¡Hasbro y Paramount preparan LA película de Transformers!”
Fandom: “Mmmm… veremos a ver que sale”
“¡Steven Spielberg va a ser el productor!”
Fandom: “Wiiiiiiiiii!”
“¡Michael Bay va a ser el director!”
Fandom: “¡Penitenciagite, PENITENCIAGITE!”
“¡Mirad los nuevos rediseños de los Autobots!”
Fandom: “Do not want! Do not want!”
“Peter Cullen (el actor de doblaje del cartoon original) volverá a ser Optimus Prime”
Fandom: EPIC NERDGASM. All is forgiven.
Allá por 2006-2007, las cosas fueron tal que así, cuando empezaron a caer los anuncios de la ya bastante rumoreada desde hace años película en imagen real de los Transformers. Para Hasbro este era el último gran salto, la madre del cordero, la pantalla grande y también la oportunidad de ampliar el público de la franquicia más allá del fandom establecido. Guión de Robert Orci y Alex Kurtzman basándose en otros tres borradores previos y dirección del inefable Michael Bay, el cual en un principio no tenía ningún interés en hacerse cargo del proyecto ya que creía que no había mucho de que rascar (¡!). Una llamada del productor del film, Steven Spielberg, es según cuentan lo que se precisó para convencer al director de Bad Boys y La Roca. Eso y que Bay seguramente tuvo una epifanía al darse cuenta de tooodo lo que iba a poder hacer volar por los aires.
Previsto inicialmente su estreno para 2006, el film se retrasaría hasta Julio de 2007 para ser estrenado con el previsible éxito en taquilla. Las críticas… eso ya es otro cantar, aunque la opinión general es de que se trata de un film de acción más que decente con algunos defectos que podrían haberse pulido mejor. Eso y que muchos críticos tienen un odio visceral hacia las películas de Michael Bay solo por ser de Michael Bay, lo cual también influyó considerablemente. El fandom, elementos radicales aparte, terminó bastante contento pese a todos los gritos de alarma iniciales y los Bayformers (como los llaman los fans tanto detractora como cariñosamente según la circunstancia) han sido aceptados ya como una nueva continuidad más a tener en cuenta. En 2009 vería la luz la secuela y aquí… digamos que las cosas se torcieron un pelín con los críticos y con mayor parte del fandom: una de las películas peor valoradas pero con mayor recaudación imaginable, mostrando un brutal contraste entre crítica especializada y público mayoritario. Pese a eso los fans de Transformers esta vez no se quedaron contentos del todo y si buen no se niega la espectacularidad de muchos momentos de la cinta, estamos ante un caso de “Más de lo mismo” propio de las secuelas de blockbusters pero a lo bestia: Más de lo mismo de todo lo bueno, pero por desgracia también más de lo mismo de todo lo malo. Y todo magnificado.
Megatron dando capones a Starscream. Clásico. La adaptación cinematográfica de Transformers nos cuenta… anda, va, adivinadlo. Seguro que os hacéis una idea. La trama de las películas toma mucho de la Generation 1 pero la continuidad establecida tiene su lugar propio en la franquicia. Para empezar, es probablemente la continuidad de Transformers más violenta en lo referente a enfrentamientos entre los robotrastos, que resultarían directamente gore si hablásemos de personajes orgánicos: Megatron partiendo a Jazz en dos o empalando a sus oponentes; Optimus Prime apuñalando cabezas o partiéndolas en trozos o arrancando caras de cuajo (en serio, es el Optimus más psycho de todas las continuidades); Bumblebee decapitando a Ravage arrancándole su equivalente de médula espinal de paso (Bumblebee, por Dios, que tu eras el personaje kid-friendly…). Sabiendo que al ser seres mecánicos no se iba a armar tanto revuelo, parece que Bay y los chicos de ILM se decidieron a ir a por todas en el aspecto de la violencia entre robots. Otro aspecto es también el alto peso de personajes humanos, cosas que nunca ha terminado de gustar en la franquicia pero aquí es una necesidad obvia: el CGI es CARO. Obscenamente caro, sobre todo cuanto sus creaciones en CGI son de las más complejas jamás realizadas, y estamos hablando de la gente de ILM, que de esto entienden un rato. Menos mal que de esos personajes humanos la mayoría son soportables o incluso dignos de aprecio (otros… no tanto).
Pero en 2007, coincidiendo con el estreno de la película, Hasbro decidió volver a atacar en el viejo campo de batalla de la animación. Bien, un servidor tiene que admitir que tuvo una mala primera impresión como muchos otros fans al ver esto:
Ruined FOREV... Ah, que va a ser que no. La primera imagen promocional de Transformers Animated mostrada las versiones más cartoon y ‘sencillas’ de todas las series realizadas en la historia de la franquicia. La reacción general del fandom (que se esperaban algo en una línea algo más seria como la película) no fue del todo favorable. La verdad es que fue la ya a estas alturas reacción tradicional del fan de Transformers al menos desde los tiempos de Beast Wars: Ruined FOREVER. A eso añadir dosis extra de paranoia de que la cosa estaría tan enfocada al público más joven que los viejos fans no podrían disfrutarla.
Y entonces, en la San Diego Comic Con de ese año, Hasbro cerró bocas con esto:
Ver a los personajes en movimiento, a Optimus Prime blandiendo un hacha como su viejo yo de la G1 y esa música que trae recuerdos como un puñetazo bastaron para que de la noche a la mañana la reacción de la mayoría del fandom se convirtiese en una de las más favorables que un producto de la franquicia Transformers ha tenido jamás.
Animated bebe mucho de la G1 y Beast Wars en inspiración (¡hasta el punto de que escenas de la serie animada original son usadas como “documentación histórica”!), personajes (hola Blackrachnia, cuanto tiempo; hola Waspinator) y, por supuesto, premisa base (Optimus, Megatron, la Tierra, fight), pero al mismo tiempo innovando en muchas cosas: Un Optimus Prime que no es el líder supremo de los Autobots, mucho más joven e inexperimentado y caído en desgracia ante los altos mandos de Cybertron, forzado a ser líder de un pequeño grupo de Autobots que tampoco son los grandes soldados que podrían haber sido, destinados a rutinarios trabajos de mantenimiento que de golpe y porrazo acaban en posesión de un fragmento de la AllSpark, siendo perseguidos por los principales miembros de la facción Decepticon para terminar varados en ese planetucho azul lleno de orgánicos de pequeño tamaño. Más detalles que llaman la atención: la presencia de los Transformers es conocida públicamente, los Autobots se convierten en poco menos que ciudadanos adoptivos de Detroit y muchos de las amenazas a las que deberán enfrentarse no serán únicamente de procedencia Decepticon. Son básicamente superhéroes.
One Bot Army. Obviamente, según avanza la serie el punto central volverá a ser el clásico conflicto, sabremos más detalles de la situación en Cybertron, Megatron regresará como el gran Big Bad que es, etc. A nivel argumental, Animated resultaría la serie de la franquicia mejor escrita en términos de desarrollo de tramas (arcos argumentales a través de varios capítulos o subtramas desarrolladas a lo largo de toda una temporada), desarrollo de personajes (algunos con backstories realmente trágicas… pobre Elita-1) y tratamiento inusualmente maduro y bien narrado de ciertas situaciones (las pérdidas de la guerra, muertes de seres queridos, estrés post-traumático, etc.) que uno no se esperaría ver en una serie que los fans temieron que fuese demasiado infantil. A eso añadir que está plagada de referencias y guiños a sus predecesoras que la convierten irónicamente en la serie que el fandom de la vieja guardia seguramente disfrute más que ninguna otra.
Y con esto terminamos (ya iba siendo hora). Pero claro, Transformers no termina. Este año se ha estrenado nueva serie, de animación en CGI, Transformers Prime (la cual parece hibridar diseños de las películas y Animated en sus personajes) y este verano podremos ver la tercera entrega de los Bayformers (que promete ser la más grande hasta la fecha y corregir todo aquello que no gustó de la segunda pelicula). El tiempo dirá.
‘Till all are one!